M A R
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– Mar sal del agua – grito mi madre desde la planta baja. Abro mis ojos viendo el techo del baño de forma difusa apoyo mis manos a los costados de la tina y me impulsó para sentarme.
– Enseguida salgo mamá – quite el exceso de agua de mi cara. Tomé la toalla y salí envolviéndome en ella.
– Apresúrate cariño – volvió a gritar mamá cuando estaba secando mi cabello. No conteste tan sólo me puse la ropa interior un short de tela negra y una blusa roja. Peine mi cabello que aún estaba húmedo y me coloque unas converse negras.
Salí de mi habitación caminando caminando a las escaleras donde ya en la sala me esperaba mamá. Esta noche me quedaría sola en casa, mientras mis padres se iban al Olimpo junto con Bianca a solucionar problemas. Mi madre tiene puesto un vestido color violeta que le llega a las rodillas y se ajusta a su cintura con un fino cinturón de color dorado. Sandalias del mismo color del cinturón y un maquillaje oscuro la hacía verse más linda. Bianca tenía un vestido verde agua que le llegaba a las rodillas y sandalias bancas que combinaban con su diadema de caracolas. Papá apareció saliendo de la cocina abotonando los botones de su traje. Por la forma en que iban vestidos juraría que iban a ver al presidente en lugar de ir a ver a los abuelos.
– Ya nos vamos Mar, te deje cien dólares en la mesa de la cocina tienes la cena en el horno y por último no quiero fiestas en la casa – sus ojos azules me miraron de una forma tan penetrante que me causó escalofríos. Sé que la última vez los desobedecí y armé una pequeña fiesta que se me fue algo se las manos y terminó con la piscina llena de espuma y el baño hecho un asco de tanto vómito que había. Aprendí la lección limpiando toda la casa yo sola mientras mamá descansaba en su reposera y papá jugaba con Bianca.
– Nada de fiestas en la casa – puse las manos arriba en forma de rendición. Mamá encero los ojos y volvió a una postura relajada. Beso mi frente para irse con mi hermana.
– Nos vemos después princesa – papá beso mi mejilla y también se fue.
Esta noche sería algo aburrida, no pude dar ni dos pasos cuando el sonido de traqueteo de tacones me puso en alerta. Mire en todas las direcciones buscando a la dueña de aquellos pasos tan delicados. Justo en la escalera aparecieron las estilizadas piernas de Melione.
– Escuché que ahí fiesta en casa de Rebecca ¿vamos? – pregunto Melione con una apenas mueca de sonrisa. A mi tía le agradaba demasiado una fiesta y más si eso implicaba salir del inframundo.
– Ya se nos adelantó la princesa – gire al escuchar la voz de Bunny detrás de mí. Con un vestido blanco y zapatos negro estaba mi amiga. A su lado con un vestido de color rojo y sandalias bajas estaba Lila.
– No tengo muchos ánimos para ir a una fiesta – la última vez que fui a una fiesta con ellas termina despertando en una piscina flotando en una de esas camas inflables. Eso no fue lo peor, sino que cuando desperté me caí al agua y encima de todo estaba en ropa interior. Diciéndolo de forma menos amable ir de fiesta con estas chicas implica despertar desorientada en quién sabe dónde con solo tu ropa interior.
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Entro en la casa de Becca que está desbordando de gente todo el mundo parece estarse divirtiendo. Las chicas me abandonan en la barra dejándome con el barman que para mi asombro es Anker. El pelinegro reparte bebidas a diestra y siniestra, lo observo mientras prepara los cócteles.
Unas cuantas personas vienen y van con sus tragos me sorprende la cantidad de personas que ahí en la casa, la tía Aileen tiene una mansión enorme y ver que la casa desborda de gente me hace pensar que seguramente la tía Melione invito a personas de su instituto. Por momentos también me cruce con mi tío Tadeus lo cual me pareció extraño que no esté en la reunión, pero viendo que Melione también está aquí pienso que se escaparon.
– Sírveme algo fuerte – desplomándose a mi lado Kevin se aferró a mi cintura para no caer – Mar que hermosa te vez – el ebrio chico me acerco más a él sonriéndome. Intente alejarme, pero él es más fuerte que yo y tomo su trago para luego arrastrarme a la pista de baile. Seguí el paso de Kevin hasta que apareció Lila y comenzó a bailar con el borracho chico que parecía en cualquier momento caer y dormir hasta mañana.
– ¿Te gustaría bailar Moon? – freno en seco al escuchar su voz en mi oído, los bellos de mi nuca se erizan y no puedo ni siquiera hablar. Giro viendo esos ojos verdes que penetran en lo más profundo de mi alma, me parece ridículo que Colín cause esas cosas en mi ahora. Su mano subió hasta mi cintura aferrándose a esta como si fuera una tabla en medio del océano. Aun con mi voz perdida tan solo asentí y una sonrisa de lado apareció en su rostro su olor a cerveza llega a mis fosas nasales y eso responde a porque está siendo tan amable conmigo.
La fiesta continua unas horas más y luego de eso Rebecca hecho a todos porque sus padres estaban por llegar. Fue solo una mentira para sacar a todos de su casa ya que la fiesta se estaba saliendo un poquito de control. Loaiza o Red como le decimos de cariño pasa corriendo delante de mí y veo como Becca le grita que se aguante hasta llegar al baño. Las sigo hasta el baño por si necesitaban ayuda, pero Rebecca sostiene el cabello de Red mientras esta vomita todo lo que se tomó durante la fiesta.
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Editado: 10.10.2020