C O L Í N
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Debía verme como un pesado, pero le había prometido a Mar que le enseñaría a mentir y no descansare hasta lograr que ella pueda mentir sin que la descubran. Viéndola desde lejos entrenar escondido entre las gradas escucho sus gritos de ánimo para el equipo de fútbol americano y el equipo de vóley femenino. Mar se mueve al mismo ritmo que las demás contoneando sus caderas mientras mueve los pompones cerca de su pecho para luego saltar abriendo por completo sus piernas en el aire. Hoy las chicas no están en las gradas como siempre suelen estar al parecer el entrenamiento de vóley aumento por su próximo partido. Bunnie da una voltereta antes de juntarse con las demás chicas y crear una pirámide humana donde en la cima esta Mar.
– Vamos Leones de Lynbrook – con ese grito Mar salto girando en el aire para dejarse caer con los brazos en forma de cruz sobre su pecho. Es atrapada por un grupo de chicas y en menos de dos minutos ya están todas terminando la rutina dándole paso a su capitana, Zarahi.
– Chicas lo están haciendo muy bien pero no es suficiente deben hacerlo increíble yo las escogí a cada una porque sé que tienen potencial demuestren que no me equivoco – caminando a la banca Zarahi toma una botella con agua tomando de este líquido transparente. Volviendo mi mirada hacia Mar la veo tomando de su botella con agua mientras charla con otras chicas del equipo.
Salgo de mi escondite caminando hacia la salida tomando el rumbo por el pasillo desértico contemplando los posters de los nuevos candidatos para presidentes del cuerpo estudiantil. Ninguno me interesa ni sus argumentos que todos sabemos que son falsos al final no lograran que la directiva acepte los planes de cambios. Abriendo las puertas de la salida cruzo sintiendo la luz del sol sobre mi piel e irritando un poco mis ojos. Bajo la sombra de un árbol esta mi motocicleta encadena a un poste, caminando hacia ella quito la cadena y espero con los cascos en mis manos. Esperando alrededor de media hora por fin veo a Mar saliendo con el cabello mojado y un vestido rosa corto, sandalias negras y un bolso colgando de su hombro. Nuestras miradas se cruzan y levanto mi mano enseñándole el casco que debía usar, la rubia sonríe para correr hacia mí con una sonrisa.
– ¿Me estabas esperando? – sus cejas se unen en una interrogación al tiempo que sus manos toman el casco que le ofrezco. Acomodándome en mi motocicleta miro a la rubia mientras paso una mano por mi cabello castaño antes de ponerme el casco.
– Olvidas que prometí ayudarte a mentir – Mar sonríe a un más y se coloca es casco ocultando su rostro tras el vidrio negro. Montándose en la moto aferra sus manos a los costados de mi camisa, antes de emprender el camino sostengo sus manos para que se abrase a mi cintura. Su cuerpo se apoya en mi espalda y el calor de sus manos rodean mi cintura, la adrenalina se enciende cuando comienzo a manejar y Mar se aferra a un más a mí.
Estaciono frente a una cafetería bastante concurrida donde adolescentes y jóvenes lo eligen por su estilo retro y algo reservado justo para tener citas o charlas con amigos. Mar ingresa en el local de manera callada y viendo en todas las direcciones buscando una mesa libre. Termina eligiendo una mesa al fondo alejada de los demás y sin ventanas perfecto para poder charlas sin que nadie nos moleste. La mesa estaba siendo rodeada por un sillón salido de una cafetería de los años cincuenta. Apoyando su bolso deportivo en el sillón se sienta viéndome parado enfrente suyo, haciendo un gesto con su mano entiendo que no le pregunte nada todavía.
– Iré a ordenar ¿quiere algo? – sus labios se curvaron en una sonrisa y asintiendo con la cabeza rebusco en su bolso una goma para atarse el pelo.
– Un cono de helado tu escoge el sabor – encogiéndose de hombros fijo su mirada en su celular comenzando a revisar sus redes sociales. Fui al mostrador pidiendo una pizza familiar con aceitunas pequeña y un cono de helado de chocolate por lo que recuerdo a Mar le gusta ese sabor.
Volviendo a mi lugar junto a la rubia me siento viendo como sus manos dejan de lado su celular para verme, sus ojos azules son tapados por un par de mechones que le caen encima de los ojos. Resopla intentando sacarse su mecho y haciendo ese gesto se veía adorable, mirando hacia las decoraciones de la pared buscando las palabras que tenía preparadas desde ayer.
– Te enseñare lo que me funciona para mentir y veremos si te sirve a ti es fácil y a veces mentir es necesario – note como en sus pupilas era sembrada la duda y su ceño se frunció un poco para luego mirar su celular.
– Continua – pronuncio dedicándome una sonrisa que me dejo pensando más de lo normal, pero aclarando mi garganta vuelvo a hablar.
– No pienses mucho cuando ya dijiste la mentira debes mantenerte serena como el agua de un estanque – dejo de hablar cuando la camarera deja nuestro pedido en la mesa y se va patinando a la barra. Observo a la rubia sonreír al ver su helado de chocolate y gustosa comienza a lamerlo. – Algo importante es que debes controlar tus gestos piensa que estas actuando en una obra y debes permanecer tranquila para que no descubran que mientes – note como dejaba su helado para verme conteniendo la risa.
– Colín es lindo que quieras ayudarme, pero toda mi vida mis padres me enseñaron a ser honesta y no soy buena mintiendo – ella vuelve a lamer el helado manchando un poco su barbilla y un poco del chocolate se escurrió por sus dedos. Se parece a Dasha cuando come el postre luego de la comida.
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Editado: 10.10.2020