Camino sumido en mis pensamientos, que me está pasando, esto es real, los sueños siguen repitiendo se cada vez son más seguidos. Y más reales.
Soy una persona buena y tranquila, al menos así es como me considero.
Soy un chico de 28 años con un metro ochenta y dos de estatura, nunca paso desapercibido, pero siempre espero no llamar la atención, por lo que he oído a las chicas de mi trabajo soy lo que se podría decir guapo, tengo un cuerpo atlético, cabello castaño y ojos celestes.
Mi nombre es Pedro Altamirano y siempre me encuentro con problemas ajenos, se podría decir que soy un imán para los problemas. Y no sé por qué siempre siento que mi deber es ayudar a mi prójimo a solucionarlos. Aunque no siempre resulta, no soy un super hombre, así que más de una vez me han puesto los ojos negros y he terminado golpeado y magullado en una esquina.
Estoy tan sumido en mis pensamientos que no me percató qué alguien corre hacia mi. Hasta que está muy cerca y la colision es inevitable.
Es una muchacha de unos 23 años, muy armoniosa en sus curvas y hermosa, si es muy linda, de eso no tengo dudas.
Me levanto del piso y la ayudo a pararse, ella me mira asustada y solo alcanza a decir corre, corre por tu vida. Por inercia corro pero ni siquiera se por que. Más sé que debo hacerlo, es lo que me indica mi instinto de supervivencia.
Es increíble lo que estoy viendo, pero los hombres que persiguen a esta Chica no son humanos, son muy rápidos y ágiles. Casi, casi como unos lobos.
Por el amor de Dios no lo puedo creer, estos son hombre lobos, es un sueño o que está pasando. La chica me dice, no hay tiempo que perder, corre por fsvor. Que estos tipos quieren cazaeme Para no sé que ritual. Así que corremos, corremos mucho hasta que logramos perder a los lobos.
Luego le pregunto, que pasa señorita, por que la persiguen, que significa esto. Ella me mira, pero me mira de verdad, es decir siento que me observa por dentro como si yo fuera una caja transparente a sus ojos. Estoy alucinando, que me pasa. Quiero escapar pero no puedo. Por que sé que no es un sueño.
Ya libres de los hombres lobos. Le pregunto que es lo que está pasando. Y ella se sienta y me dice. Se supone que todo esto es un secreto pero tú eres uno de los nuestros por lo tanto tienes derecho a saber toda la verdad.
Sonrío y le digo que no entiendo nada y ella me dice, ya comprenderás.