Dioses de la penumbra

El caos de la muerte

En cuanto salieron Barnett y Otis, Jacob le advirtió a Arthur:

-Es importante que no salgas de Eversor durante algunos días hasta que hallemos la manera de sacarte con cuidado. Haremos una rutina de lo más normal sin que el culto sospeche.

- ¿Por qué nadie avisa a la policía que estos lunáticos hacen de las suyas? -cuestiono Lot.

-Porque muchos de los que pertenecen al culto son miembros de la policía; vigilan frecuentemente los caminos de entrada y salida a Eversor y avisan cuando advierten que hay forasteros.

- ¿Cómo fue que llegaste a Eversor y, lo que es más, a la cabaña abandonada que esta junto al lago? -pregunto Noah.

-Es realmente humillante explicar eso; mis amigos Abraham y Alex me propusieron el desafío de venir y pasar una noche en la cabaña. Sé que es tonto lo que hice, pero me lo plantearon porque siempre me jacto de que el mundo sobrenatural es pura ficción.

-Muchas veces lo sobrenatural y la realidad van de la mano-acoto Jacob.

- ¿Cómo supo Carol que estabas en peligro? -específico Noah.

- No lo sé, ella solo se apareció en la cabaña y me alerto.

Los tres voltearon a ver a Carol en silencio.

-Estaba en el bar cuando escuche a uno del culto decir que tenían un corderito. Yo sé que usan esa palabra cuando se refieren a una nueva víctima. Mi consciencia me punza desde hace mucho y vi que era la oportunidad de acallarla, aunque sea un poco. De solo pensar cuántos jóvenes han caído en sus garras me encojo de horror. Era hora de, por lo menos, salvar a uno. Lo que temo es que regresen y se lleven a Lot.

Al escuchar los temores de Carol, Lot concluyó que haber venido a Eversor no fue muy buena idea; al contrario, percibía que un velo de muerte se cernía sobre él.

-Bueno, tratemos de calmarnos y durmamos para que recobremos fuerzas-menciono Jacob.

-No creo que pueda hacerlo, más sabiendo que los puse en peligro mortal- aclaro Lot.

-No te angusties muchacho; ahora estamos en este problema los cuatro y encontraremos el método para salir sanos y salvos-espeto Jacob.

- ¿Tienes un teléfono? -pregunto Carol.

-Sí, pero desde que arribé me di cuenta que carece de señal.

-Aquí en Eversor la señal telefónica regularmente esta muerta. ¿Supones que tus padres o algún amigo puedan venir a buscarte? -dijo Noah.

-No lo creo- Carol y sus hermanos se mostraron atónitos ante su respuesta.

-Entretanto estés con nosotros no te alejes-declaro Carol en forma de consuelo.

Al siguiente día Lot despertó cuando el sol apenas salía por el horizonte. Subió las escaleras, miro por los alrededores por si alguno de los hermanos estaba despierto y al notar que no, procedió a salir por la puerta de la casa. Se dio cuenta que el paisaje del entorno era bellísimo porque al filtrarse los rayos de sol en medio de las ramas de los pinos que rodeaban la casa proporcionaban un aspecto multicolor, como si la luz pasara a través de un prisma. Por un segundo tuvo la impresión que todo lo que había experimentado la noche anterior solo era fruto de su imaginación o una pesadilla que padeció mientras dormía. Camino en torno a la casa y ciertamente era cautivadora la vista.

-Despertaste muy temprano; siempre pensé que los citadinos dormían hasta después de mediodía-explico Carol.

- Muchos sí lo hacen, pero mamá siempre me exigió dormir temprano para levantarme muy de mañana.

- Ella debe ser estricta contigo.

- Continuamente, aunque a veces lograba evadirme de sus rígidas normas. Supongo que por esa razón me dieron mi libre albedrío antes de los dieciséis.

-Nosotros estamos solos desde hace varios años, a partir de la muerte de nuestros padres. Al principio la situación no fue nada fácil, tuvimos que suspender la asistencia a la escuela y buscar fuentes de ingreso para pagar todo lo que necesitábamos. Cuando entraste al bar todos nos dimos cuenta que eras un foráneo que, con toda seguridad, buscabas cumplir un desafío relacionado con la cabaña que esta junto al lago. Escuche cuando preguntaste por la ubicación de la cabaña diciendo tu nombre; así fue como me entere que te llamas Lot. Muchos forasteros vienen a Eversor para quedarse una noche en la cabaña y cumplir sus estúpidos retos. Los del culto desde hace años vieron la oportunidad de tener víctimas para sus rituales secuestrando a los tontos jóvenes que llegan al pueblo para demostrar su hombría o probar a sus amigos que lo sobrenatural únicamente existe en los cuentos de terror. Ahora sabes que el terror transita holgadamente por nuestra realidad.

- ¿Qué exactamente hacen con los jóvenes que raptan? - pregunto atormentado de temor Lot.

- Todos son llevados como reses hacia la montaña, hasta el pináculo y allí son sacrificados a Abaddón.

- ¿Quién es Abaddón? -inquirió con mayor miedo.

- Abaddón es el mismo Eversor.

- No comprendo.

- Eversor significa destructor y Abaddón el mensajero del abismo. Los del culto del caos creen que al inicio del universo reinaba la obscuridad y el abismo; que el primer Dios que emergió de allí fue Abaddón. Él es el creador de todo y el padre de todos los Dioses.




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