- ¡Arthur, espera! - gritaba Kelly al ver que él salía como alma que lleva el diablo.
- ¿Qué sucede ‘primito’?, ¿de quién huyes? – dijo con Ot con mofa al verlo salir corriendo.
Él no dejo que Otis indagara más, simplemente subió al auto de Jacob.
- ¡Vámonos de aquí, por favor!
- ¿Qué te dijeron las Harper? Estás terriblemente alterado.
- Dicen que… ¡Oh no! Todo es mi culpa; si no hubiese venido aquí. ¿Qué voy a hacer Dios mío?
- ¡Dime que está pasando!
- Tienen a Alex.
- ¿Quién es Alex? - declaro totalmente desconcertado Jacob.
- Es amigo mío. Seguramente al ver que no me comunicaba vino a buscarme a Eversor. Grace afirma que lo capturaron hace días y que lo sacrificaran en el pináculo de la montaña mañana mismo.
- No pensaras salvarlo, ¿verdad? - dijo con mucha inquietud Jacob- Toma mi consejo: tratar de rescatarlo será una empresa fallida. Los de la hermandad cuentan con mucho armamento y hombres. Sugiero que vayamos a casa y pensemos con detenimiento si, acaso, algo se puede hacer.
Toda la ruta de regreso Arthur lloraba inconsolable jalando sus cabellos y culpándose incesantemente.
- Me estremezco solo de pensar la muerte tan atroz que tendrá tu amigo- expreso con desolación Jacob- No sé qué decirte muchacho.
-Grace menciono que mañana muy temprano llegará el Primum Discipulum.
- ¡No puede ser! - exclamó con gran preocupación Jacob- Según las profecías del culto cuando el Primum Discipulum haga su aparición el umbral que vigila Vosx será abierto. Lo más probable es que mañana todos los adeptos ejecuten el ritual que decreta el Gran Grimoire para intentar pasar al Eversor de Abaddón. De acuerdo a las ordenanzas del Grimoire únicamente la sangre derramada de un corderito es capaz de abrir el portal. Quizás todos estamos en peligro.
- ¿Por qué dices eso?
- Porque una de esas profecías afirma que cuando el primer adepto haga el ritual todos seremos arrebatados hacia Abaddón.