Dioses: Los elegidos

CAPÍTULO 24. No es el final.

Adeline lanzó una estela hacia Malek, quien hábilmente la esquivó, devolviéndole hacia ella. La joven fue envuelta por la estela mientras se acercaba a él. Aunque en verdad no deseaba hacerle daño, Malek sentía la necesidad de demostrar su lealtad. Se encontraban en un amplio pasillo adornado con elementos romanos. Dylan asomó la cabeza desde el otro extremo para llevar a Adeline, solo para darse cuenta de que todo a su alrededor estaba rodeado de llamas.

—Adeline, es la última vez que te lo advierto — Dijo Malek con seriedad, no quería pelear contra Adeline, pero todo mostraba que ella no iba a parar.

—Dime tantas veces como quieras, Malek. No voy a detenerme — Respondió desafiante Adeline.

—Eres tan terca — Murmuró Malek, y en ese momento, Adeline lo sorprendió con una bola de fuego desde su lateral. Malek se debilitaba cuando se trataba de Adeline Allen. Casi sin darse cuenta, la chica lo golpeó con fuerza en la cara usando una gran barra, haciéndolo caer de lado. La lealtad y la pasión chocaban en aquel pasillo, mientras el fuego ardía a su alrededor.

—Te dije que no iba a detenerme.

—Yo… Lo hago por mi hermana… — Ella lo sabía más que nada. La boca de este estaba sangrando.

—No puedes hacerte responsable de las acciones de otra persona, ni menos de la familia — Ella levanta su vestido pasando por el fuego para llevar al sitio de Anubis.

—¿Qué hacemos? — Me pregunta Samuel.

—Rómpanlo — Eso iba a activar la alarma, pero no importaba teníamos media hora para actuar.

Anthony le abre la puerta a Noah. Quien estaba preparando algo para romper eso. Mientras detrás de la puerta se desataba una pelea por quién iba a tener el collar. Teníamos la teoría, pero no estábamos bien preparados solo tuvimos cinco días para actuar. Las cucarachas se estaban metiendo por las rendijas de la puerta, estaban sobrepasando a los demás.

—Adeline — Samuel pisa las cucarachas del vestido de la chica.

—Rompe mi vestido —  Samuel entiende por qué haciendo que rompa el vestido dejando ver la copa en su pierna. El cristal era demasiado duro para ser roto, estaban contra el reloj. 

Dylan estaba con una tablilla en el piso, no era la misma de él, era otra. Adeline se acerca a este, sacándolo del trance.

—Adeline — Le dice asustado —. Todos vamos a morir.

—¿Qué estás diciendo?

—Que Seth nos va a matar uno por uno.

Unos pasos se hacen escuchar acompañadas de unas risas, voltean a verse y el solo mirarse les da la respuesta de sus acciones. Ellos se acercan. Las paredes temblaban a causa de Malek, pero su hermana trae la arena consigo. Los acorrala dejándolos sin aire.  

Malek la traía jurada contra Adeline. Los ojos de ambos se miran ambos tenían coraje y dolor. Él levanta su mano hacia el cristal, generando una gran vibración, haciendo que rompa el cristal mirando a Adeline. Este había traicionado a los suyos, solamente por lo que dijo Adeline. Tanto había mantenido la faceta de fuerza hasta el final, pero esos ojos marrones hicieron que encontrará la luz.

—¿QUÉ HAS HECHO? — Le grita su hermana empujando a Malek.

—La debilidad del amor — Detrás de ellos habla una voz. Como es que Dylan había sido tan tonto. Su novia estaba allí, caminaba contoneándose, con sus poderes en una tonalidad azul claro —. Malek está enamorado de Adeline…

Leslie enserio estaba cambiada. A Adeline le dio mala espina desde el principio. Pero jamás pensó que era una aliada de Seth, como es que ella lo noto.

—¿Por qué? — Dylan estaba demasiado herido.

—Dylan contrólate — Le pide Adeline, pero este se descontrola.

—Gracias por la información, amor — La verdadera razón por lo que siempre sentían que anticipaban era porque Dylan le contaba a Leslie. 

—Yo soy Thot el dios de la escritura — Al decirlo la luz naranja se hace notar impactando contra Malek, este no había hecho nada, pero en el coraje de Dylan estaba nublado. Adeline contraataca esperando que puedan controlar a Dylan. 

Leslie despliega una onda, que hace que el cuerpo de Dylan impacte con una pared. Todo pasó tan rápido, que Adeline deja de atacar, todos dejan de atacar. Adeline se acerca a Dylan tratando de tocarlo, pero él resbala una lágrima.

Todo era negro para Adeline. Se encontraba sin señales de vida. Lo mueve, pero no responde, esta comienza a temblar, los ojos que le pidieron a Adeline que buscará quien protegiera su sonrisa ahora estaba causando sus lágrimas, ella no cayó en cuenta que sus ojos seguían abiertos. Sus labios estaban fríos, mientras ella asimilaba que su mejor amigo estaba muerto, todos respetaron la tregua no por que enserio fuera algo importante que respetar, si no, porque era la primera vez que mataban.

—DYLAN — Ella le habla —. TU NO PUEDES MORIR. DESPIERTA PIENSA EN TU MAMÁ.

Él ni siquiera la escuchaba. Ni se movía, Adeline quería levantarlo, pero el cuerpo estaba pesado, sin movimiento. Siempre creyó que un cadáver era ligero, pero Dylan estaba pesado.

—Todo esto fue mi culpa. Lo siento tanto Dylan.




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