Dioses: Los héroes de Egipto

CAPITULO 21

Salimos del carro, y lo primero que veo son las luces varias personas, tomando fotos, volteó a ver a los chicos que comparten lo mismo que yo ansiedad, ver a tantas personas, Noah me toma del brazo y nos dirigimos hacia la entrada donde veo a Malek con un traje blanco que combina perfectamente con él y su hermana con su brazo enredado a él quien lucia bellísima, su cabello combina perfecto con el vestido blanco de flores, mis ojos se conectan con los de Malek, que al verme guiña un ojo, y le sonrió, mis amigos lo notan y se ponen entre nosotros llevándome lejos de él, nos quedamos un rato, entonces mi madre da su discurso.

"...a veces la vida no es lo que pensamos, siempre nos tendremos que esforzar por las cosas, como dijo John Maxwell no hay éxito sin sacrificio"

—A bailar! — grita mi madre y volteó a ver a Anthony quien asiente.

Asiento y nos abrimos pasó entre la gente para unirnos en un baile me saluda e iniciamos, vamos al compás de la canción un, dos, tres, un, dos, tres, un dos, tres, la gente no ve y trato de concentrarme en el baile, un, dos, tres, cambio de pareja, es Malek, ambos nos miramos a los ojos mientras bailamos, ninguno despega la mirada, y por estarlo mirando me tropiezo con mi vestido a lo que él me levanta y me da vueltas a lo que todos nos miran sorprendidos, mientras aplauden pensando que era parte de la coreografía, se acera y me susurra al oído.

—Te he salvado 2 veces, te toca salvar el mundo— me da un beso en la mano y vuelvo con Anthony, el rápidamente me toma la mano, para indicarme que estaba en llamas, sigo bailando hasta la canción termina, pero la frase de mi madre resuena en mi cabeza "no hay éxito, sin sacrificio".

Entonces lo entendí es un pequeño precio el sacrificio de uno para que sobrevivan los demás, vaya complejo de héroe que no será reconocido, me acerco con mi madre, mientras nos rodean los aplausos, pero las luces se apagan y se escuchan los gritos de miedo de varias personas, no puedo ver a mis amigos.

—¡Protejan al collar de Anubis! — les gritó.

—SI— me contestan todos y las luces se prenden, ellos están dispersos, en eso lo miro, siento el temor al ver a Seth, es el vivo retrato de mi padre, volteó a ver a mi madre y ella está en llanto, él no es mi padre, pero aun así sentía el miedo de que si en verdad fuera.

—¡Hija! ¡Mercy! — nos grita y extiende sus manos para que vayamos mi madre trata de ir y la detengo, siento la desconfianza en mí, algo me dice que no es el.

—¡Tú no eres mi padre! — mi madre me mira incrédula, ella sigue sollozando, la escena se estaba volviendo mas densa y angustiosa, el muerto que regreso.

—Estas en lo correcto, Sejmet— su cara cambia a su verdadero ser, todos gritan con horror al ver la cara de él, veo a mi madre y no sabe lo que está pasando, Seth lanza una orden de escarabajos hacia nosotros mientras que Amira abre las puertas para que todos salgan, pero mi madre no puede caminar.

—Arthur llévate a mi madre! — le digo mientras Anthony corre a protegernos, Noah y los demás se encuentran ocupados yendo hacia el collar de Anubis, Arthur corre y mi madre me jala.

—Adeline ven... — me dice en suplica, pero no puedo, volteó a ver a Arthur y le digo— Cuida a mamá por mí.

Empujo a mi madre y trato de contener todo el dolor para poder lanzar fuego y detener todo, mi madre me ve mas aterrada que sorprendida, pero aun así  solo escuchó sus gritos que me llaman, los llantos de mi madre que piden que me ayuden, siento la culpa, deje a mi madre llorando y no es justo, ya nada en este punto era justo, corro hacía los demás quienes no pueden abrir la caja donde se encuentra cerrado el collar.

—¿Qué hacemos? — pregunta Noah.

—Puedes crear cosas, haz algo que pueda romperlo— estoy asustada, quiero llorar, pero no puedo, no puedo permitirme eso, mis manos tiemblan, mientras tratamos de tener, todo los que nos lanza Seth, cucarachas mi peor fobia, mi mayor miedo, Samuel, me mantiene alejadas de esos bichos, que me dan tanto asco.

Todos estamos asustados, no sabemos controlar nuestros poderes así que tratamos de utilizar lo que tenemos, lo que podemos, Noah está tratando de crear algo, pero no puede, nadie nos dijo que teníamos que hacer, tenemos que derrotarlo cueste lo que nos cueste, pero como hacerlo si literalmente nos dieron una patada en el trasero y nos arrojaron a esta nueva odisea.

Daarick está petrificado solo tiene un fragmento de sus memorias anteriores, tratamos de estar lo más concentrados posibles, pero son demasiadas cosas y el vestido no me deja moverme, volteó a ver a Samuel.

—Rómpelo— él me mira con cara de confusión, pero como siempre hace caso, rompe mi vestido y tengo mejor movilidad, que no se para que servirá, adiós vestido de no se cuanto, hecho por mamá.

—Adeline— me dice Dylan, quién tiene una cara de miedo —Lo que busca no es solamente el collar de Anubis, busca todos nuestros poderes.

Unos pasos se hacen escuchar acompañados de unas risas, volteamos a vernos y no sabemos qué hacer, ellos se acercan, veo a Malek quien hace que las paredes tiemblen, pero su hermana trae consigo la arena, nos acorrala, no podemos ver nada, lanzo un golpe de fuego hacia adelante y le doy a ella, pero no parece dolerle, al contrario, eso aviva más las ganas de querer derrotarnos.

No veo por ningún lado a Amira, les gritó a los chicos que cuiden sus objetos mientras que seguimos luchando mi cuerpo pesa, estoy cansada y mis amigos también, miro a Malek y el no muestra ninguna expresión, está siendo influenciado por su hermana, nuestros ojos se conectan otra vez, mis ojos suplican su ayuda pero sé que él quiere más a su hermana, sé que él no la arriesgará, sus ojos toman ese brillo característico y señala el cristal que al estar haciendo un gran esfuerzo puede romperlo, me guiña un ojo.

—¡¿Qué has hecho?!— le gritó su hermana, empujándolo.




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