Mi cuerpo deja de pesar, y todo se torna negro, ya no hay más dolor, pero estoy sola en una habitación blanca, una voz desconocida habla conmigo.
—Hiciste lo correcto Adeline... —La voz se pasea galante por toda la habitación —Los dioses están felices por tu sacrificio, pero sin ti ellos no sabrán qué hacer.
—¿Entonces tengo que volver? —Le pregunto.
—Claro que tienes que volver — me dice con un tono obvio —Solo recuerda que Seth no es malo, simplemente no sabe qué hacer.
—Espera cómo? — No me da tiempo de recibir una respuesta porque despierto en medio del caos.
Mis padres ya no están allí, pero Seth y Leslie, están más fuertes que antes y mis amigos están peleando con todo lo que tienen y entre ellos están Amira y Malak, escogieron lo correcto, trato de que el fuego vuelva a mí, pero él se ha llevado mi luz, renuncie tontamente, pero ahora tengo mayor claridad sé qué debo hacer, Seth no es malo, recuerdo la platica que tuve con Arthur, esta lleno de envidia...
El collar se encuentra tirado a mitad de donde se lleva a cabo la pelea, ahora no tengo mis poderes así que debo tener cuidado a la hora de tomarlo, pues un paso en falso, acabaría con todo el proceso de mis amigos.
—Vayan por el cuerpo de Adeline— grita Dylan.
—Es demasiado riesgoso — creo que dice Samuel.
Cuento cada tiempo de ataque, cada duración de este, 1, 2, 3, me pongo de pie y corro hacia donde está el collar con todas mis fuerzas algo roza mi pierna, pero el dolor no me detiene, caigo, mas bien ruedo, pero el collar está más que lejos de mis manos, Seth arroga una bola de fuego hacia a mí, cierro los ojos, pero Noah detiene el impacto con una barrera creada por sus poderes.
—¿Qué hay de nuevo? —Me dice Noah, sonriéndome.
—Nada, aquí casual salvando el mundo —Le complemento mientras me levanto.
La felicidad de todos al verme viva se nota en sus rostros, ahora no seré la única Zombie, me reúno con ellos, compartiendo la delantera con Samuel.
—TU QUE PIENSAS HACER, NI SIQUIERA TIENES PODERES —me dice Leslie, mientras se ríe aparatosamente, cada vez me caía mas mal que la vez anterior.
—CON O SIN ELLOS, YO SOY SEJMET, DIOSA MADRE— levanto mi mirada mirando a Seth a los ojos —Y NOSOTROS TE VAMOS A DETENER SETH.
Leslie se ríe, pero Seth ya no parece tan confiado como antes, lanza bolas de fuego y arena al mismo tiempo, está desesperado, lo hace y lanza pequeños gruñidos, entonces lo entiendo, él debe de tener todos los objetos.
—¿Qué haremos?— me pregunta Owen, tomándome del brazo como bienvenida.
—Necesito que él tenga todos los objetos — le digo mientras pongo en la mochila, todos los que me van dando.
—Hemos luchado para que no los tenga y ahora sí ¿A qué estamos jugando? — Se encuentra molesto James.
—¿Confían en mí? —Les pregunto a todos, ellos me miran confusos, pero saben que cada cosa que hago tiene una razón de ser.
—Siempre — me dice James, resignado.
—Chicos, ya no vamos a poder más —Dice Noah, los veo, y es cierto, Malek y Malak, están agotados, Amira está herida, Anthony está cansado, no pueden más, una escena desgarradora para mi, ver como ellos están así, los demás apenas lo noto, también están cansados y llenos de tierra, mezclados con sangre y sudor.
—Reunámonos todos— Les digo, haciéndoles señas.
—Adeline, vamos a morir si lo hacemos — y entonces por fin lo entienden, las veces anteriores no funcionaron, porque solo fuimos uno de nosotros, todos debíamos de hacer un sacrificio o en este caso ser el sacrificio.
Les trato de sonreír, y ellos hacen igual nos reunimos, y la cuenta de 3 dejamos de hacer nuestro mayor esfuerzo para que esto no se propague, nos tomamos de la mano y poco a poco se roba la luz de mis amigos, un recuerdo golpea mi mente y lo recito en voz alta.
"¡Ponte de pie, oh Seth, bienamado de Ra!
¡Permanece en tu lugar en la nave de Ra!Él ha recibido su corazón como justificación.Tú derrotas a los enemigos de Ra todos los días"
El tiempo se detiene una luz blanca sale de los objetos, estos han vuelto a ser como antes, una luz se estrella contra el cielo, borrando todo lo malo que antes había, todo se purifica y los gritos desgarradores de Seth predominan, veo como poco a poco se va desintegrando, acompañado de una luz blanca y una luz amarilla, que luego de las luces de mis amigos que van al cielo, simplemente algo difícil de ver, me cubro con un mano, mientras el aire se arremolina a mis lados, envolviéndose, los grito seguían, pero cada vez eran menos fuertes, hasta que un hilo de voz se hace escuchar, y la calma se hace llegar.
Mientras tanto Leslie, va transformándose en muchas cosas, en todas sus reencarnaciones anteriores, y termina siendo una cucaracha que huye, espero que alguien la pise.
Miro a mis amigos, que sonríen, estábamos en el piso sin podernos mover, no me podía levantar, aunque lo gritos de mi madre a los lejos me llamara, me trato de levantar pero el sueño, nos va ganando, todo lo malo ha terminado, mi cuerpo se encuentra cansado, tomo la mano de Dylan quien me la sujeta.
—Dyl... Ganamos...—Le digo mientras cierro los ojos.
—Si... lo se...— me dice en voz baja.
Mientras me dejo caer en los brazos de Morfeo, sin importar que sea deidad de otra religión, otra vez me dejaba caer, estaba feliz de ganar, entre ojos semi abiertos, veo a mi madre, quien me habla.
—Adeline, amor despierta por favor —su cara estaba llena de tierra —Dylan tu también abre los ojos, o ya no te dejare entrar —Estaba llorando —Ni se les ocurra dormirse a ninguno, Arthur llama a una ambulancia.
—Mercy, este chico ya no respira! —Grita alarmado Arthur pero ya no puedo escuchar mas... ya no puedo con nada más...