꧁dipsomanía꧂

Capítulo 28

𝓒𝓪𝓹í𝓽𝓾𝓵𝓸 28

𝒫é𝓉𝒶𝓁𝑜𝓈 𝑒𝓃 𝑒𝓁 𝑒𝓈𝓉𝒶𝓃𝓆𝓊𝑒

______________! Gal ¡_____________
 

Desperté con un ligero dolor de cabeza. Acostado en el piso de la sala con una cobija cubriendo todo mi cuerpo, los zapatos estaban a un costado mío. Vi hacia la derecha y la encontré durmiendo de costado, estaba despeinada y con el maquillaje algo corrido. Me asusté, pero instantáneamente noté mi camisa en perfecto estado y mi pantalón sin la correa. Moví la cobija para salir de ahí. Fui directo a la cocina para poder beber un vaso de agua, ahí vi que Ángel estaba tomando algo del refrigerador.

–Solo tienes cosas aburridas aquí– comentó él– ¿no tienes crema de maní? – 

Lo miré cruzado de brazos apoyándome en el mesón detrás de él

–¿Qué? – preguntó levantando una ceja 

–Te apropiaste de mi cuarto– respondí con enojo

–Bueno, era muy tarde para que nos fuéramos a casa ¿no crees? – siguió moviendo los frascos perfectamente ordenados de la refrigeradora

 –Tuve que dormir en la sala– refuté

–Y bien acompañado– bromeó soltando una risita

–No seas tarado– acaricié mi entrecejo

–Es que me dio pena. Vi que CC estaba acostada en el sofá y tu en la alfombra…– se excusó

–¿Y? – 

–Y bueno, no hay nada que un pequeño empujón, para que cayera a tu lado, no arreglara– sonrió de lado

–Pudiste llevarla a su cuarto ¿sabes? – 

–Bueno no me pareció la mejor opción…– tomó un cuchillo para untar mermelada en el pan– y los cubrí con una cobija ¿de que te quejas? –

–Que considerado– dije con sarcasmo

–De nada– cerró la puerta del refri y fue hacia las escaleras dando un buen mordisco a su comida

–¿A dónde vas? – pregunté acercándome a él

–Emmmm arriba ¿no ves? – señaló con su dedo índice al tumbado

–Eso lo sé, pero ¿A hacer qué? Mas te vale que desocupes mi cuarto, quiero bañarme– amenacé

–Si como sea. Tengo que vestirme– abrió sus manos para que viera que solo llevaba la camiseta y sus boxers– nos vamos enseguida–

–MÁS VALE QUE CAMBIES MIS SÁBANAS– grité apoyándome en el pasamanos de las gradas mientras veía como subía

–Si aja– movió su mano

Suspiré y regresé a ponerme mis zapatos. Me daba mucha pena levantar a CC, pero tampoco quería que todos bajaran y la vieran ahí. Moví un poco su hombro para que se despertara, al abrir los ojos solo pudo emitir un pequeño gritito del susto que fue callado por sus manos.

–Perdón. Buenos días– se levantó de la alfombra y empezó a recoger todo con desesperación

–Buenos días– respondí mientras la ayudaba

–Lamento haberme quedado aquí– dijo mientras ponía los cojines en los mueves y los planchaba con las manos

–No te preocupes–

–Aun es ¿de noche? – preguntó viendo la oscuridad a través de las ventanas.

–No, son las seis de la mañana– doblé la cobija y la puse en el cuarto de lavado 

–Bueno…creo que es mejor que prepare el desayuno– se dirigió a la cocina 

–No, ya lo van a hacer ellos después– le obstruí el paso– puedes ir a dormir si quieres–

Ella me miró con confusión, pero se encogió de hombros y sin decir más bajó las escaleras. Yo por mi parte, tomé una aspirina, me cambié de ropa después de darme un merecido baño y desayuné con los demás.

 

Todos fueron bajaron todas sus maletas para guardarlas en el auto, se despidieron de CC y los llevé al aeropuerto. Nos abrazamos y no paraban de agitar sus manos en forma de despedida a la par que se perdían de mi vista al llegar más arriba en las escaleras eléctricas.

Cuando regresé Ángel y Miranda se habían ido. CC también se fue a una tienda cercana, me dejó una nota en la puerta de calle.

Se siente como todos los años ahora…

Desolado 

 

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Año nuevo fue normal, Judith nos cocinó y nos acompaño en toda la velada. Ángel y Miranda no nos acompañaron por la cena familiar a la que habían sido invitados de parte de los padres de Mirada. CC quemó el pollo que íbamos a comer y puso tomates a la ensalada, no fue una celebración particularmente buena. 

Recibí fotos de mi mamá en una especie de feria artesanal India. Edison con su hija Sofía jugando en la nieve. Hazel abrazando a sus pequeños hijos en una rueda moscovita con fuegos artificiales de fondo. Roxan y Vivian en una selfie con el palacio de Buckingham de fondo.

Yo envié una foto sencilla este año, Judith tomó la foto en el parque con un montón de palomas de fondo y CC intentando darles de comer.

 

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 Había dejado el trabajo muy bien organizado por si algo se presentaba en mi ausencia. En mi casa quedamos los cuatro, quitando los adornos navideños porque Judith ya se había ido. El árbol dio un poco de problema, pero este, junto con las cajas lleva de los adornos, quedaron guardados en el ático hasta el próximo año.

 

En el avión no estábamos en el orden que nos habían designado, primero CC a la ventana alado de Miranda, Ángel y junto al corredor estaba yo. 

–La comida del avión es asquerosa– Ángel cerró la bolsa con la hamburguesa que había pedido y la dejó en la mesa plegable frente a él

–No seas tonto, puedes comerla después…– Miranda lo regañaba tomando la funda y guardándolo en su equipaje de mano

–En el aire o en tierra va a seguir sabiendo asquerosa– contestó mi amigo

–Eres un caso perdido…– 

CC estaba con la cara pegada al vidrio del avión, las nubes moviéndose alrededor del avión le resultaba divertido de ver supongo. Solo despegaba la vista de la ventana para conversar con Miranda y reírse con poco.

Yo había viajado ya tantas veces que me limité a escuchar música con audífonos para distraerme.

 

 



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En el texto hay: millonario, vida dura, burdel

Editado: 19.05.2024

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