꧁dipsomanía꧂

Capítulo 29

𝓒𝓪𝓹í𝓽𝓾𝓵𝓸 29

ℒ𝑜𝓈 𝒷𝓇𝒾𝓁𝓁𝑜𝓈 𝓆𝓊𝑒 𝒶𝒹𝑜𝓇𝓃𝒶𝓃 𝓁𝒶 𝒶𝓇𝑒𝓃𝒶 

_____________! CC ¡_______________

 

El hotel tenía muchos pisos, nos hospedamos en uno de los más altos y por el balcón se podía ver el mar y la playa llena de personas tomando el sol y jugando en la orilla con el agua salada. Había dos suits por lo que después de una gran discusión acordamos que yo estaría con Miranda en la A403 mientras que Gal y Ángel estarían en la B403.

Al entrar, el piso estaba alfombrado, una pequeña cocina y la sala de estar donde Miranda dejó mis maletas y las de ella junto a la mesa de centro. Un balcón con bonitas cortinas azules que combinaban con las paredes blancas, dos camas bastante grandes y anchas para dormir y el baño con vidrio que estaba muy limpio.

–Creo que ya deberíamos dormir– dijo Miranda

–Aun es temprano– refuté 

–Pero mañana Gal tiene una reunión a la que debemos acompañarlo y tu serás la única que podrá arreglar el espacio para poder hacer la fiesta– 

–¿Y con qué se supone que lo arreglaré si no tenemos nada? – 

Iba a decir algo, pero mejor se limitó a sacar dinero de su cartera y dirigirse a la puerta

–Tú ganas, vamos– abrió la puerta invitándome a salir

 


 

Salimos del hotel, había un ambiente cálido y fresco, era fácil respirar al ver el cielo oscuro que era obstruido por altas palmeras. Pasamos por un local muy grande, ahí vendían artículos de fantasía y decoraciones para fiestas.

–El anterior año decoramos su casa con carteles de pepa pig– me contó Miranda

–¿Le gusta esa caricatura? – pregunté 

–No, de hecho, la detesta. Siempre dice que es algo perturbador ver que un cerdo tenga dos pares de ojos a los lados de su cara– río un poco– Pero es una costumbre que agarramos con Ángel– 

–¿Decorar su cumpleaños con cosas sin sentido? – levanté una ceja

–Exacto– chasqueó los dedos 

En la tienda había muchas cosas, entre serpentinas, piñatas, pasteles, carteles y disfraces. Yo tomé una mascara de payaso para probármela a lo que Miranda sonrió tomándome una foto; más parecía que habíamos ido allá a molestar que a comprar cosas para la mini fiesta.

–Mírame CC…– ella tomó un cuchillo de juguete y se lo clavó en el estómago mientras que hacía sonidos falsos de agonía

–Tú mira esto– dije mientras ponía una soga en mi cuello y la alzaba para dar a entender que me estaba “ahorcando”.

Empezamos a reír y el empleado de la tienda solo nos veía con confusión. Al final paseamos por toda la tienda con el carrito de compras vacío.

–No se me ocurre una temática para este año– bufó mi amiga

–¿Alguna vez le hicieron la fiesta de Sherk? – pregunté al ver el pastel en el mostrador con burro en él

–Ahora que lo dices…no, nunca lo hemos hecho– abrió los ojos y me mostro una sonrisa 

Tomamos todos los artículos de la película que se nos pasó enfrente: una pequeña piñata rellena de dulces de marcas que ni dios conoce, un pastel para cuatro personas, una vela de 29 años, unas serpentinas, y un cartel de sherk que tenia el mensaje de “Feliz cumpleaños amiguito”. 

Todo muy infantil la verdad, parecían decoraciones que compraría la madre de un niño de 10 años. Pagamos y salimos rápido para volver al hotel.

Tomamos una ruta diferente, cerca de la playa había diferentes establecimientos a la intemperie con gente bailando cumbias o música costeña, comida cocinándose en grandes parillas y hombres haciendo muchos cocteles coloridos.

–¿Qué es esto? – pregunté a Miranda ante el espectáculo que nos rodeaba

–Es muy común en la costa, todas las noches es así– contestó animada mientras movía los hombros al ritmo de la música fuerte que se escuchaba

–Hola señoritas ¿Gustarían pasar? – un señor nos detuvo a medio camino mostrándonos el menú del restaurante para el que trabajaba

–¿Qué dices? – Miranda ojeo el pedazo de papel emplasticado 

–Por mi está bien– contesté 

El señor nos consiguió una mesa en la orilla de la playa, podíamos quitarnos los zapatos para poner los pies en el suelo donde la cálida arena nos abrigaría. Tomamos un par de batidos y compartimos un helado, la pista de baile que había en el establecimiento daba mucha emoción al lugar.

Las luces de colores vívidos invadían el ambiente animándote a bailar. Miranda me extendió la mano para pararme e ir a la pista de baile.

–Madame ¿Me concedería esta pieza? – hizo un acento francés algo extraño a lo que reí y me levanté para seguirla

Nos quedamos cerca de la mesa para cuidar las bolsas con las cosas que compramos a la par que bailábamos. La canción que sonaba en el momento tenía un ritmo animado y todas las parejas de baile movían las caderas exageradamente, intenté hacerlo, pero solo conseguí que mi amiga riera.

–Pareces un pavo en apareamiento– bromeó y puso sus manos en mis caderas para ayudarme con el movimiento 

–Y ahora solo haces esto…– se alejó para poder verla bien, alzó sus manos y dio una vuelta muy perfecta– es fácil ¿ves? –

–Sería más fácil su no tuviera la columna de una anciana de 80 años– me quejé 

Ella solo río acerándose a mi para seguir bailando

 

 

Desperté algo tarde, todos ya se habían ido. Vi mi celular y las 10:30 estaban marcada en la pantalla. Deslicé para ver un mensaje que me había llegado.


|Miranda – 8: 27

CC, nos vemos en la noche. Por favor decora la suit de Gal. Bsos

 

Me desperecé y ordené un poco mi cabello mientras veía las fotos que tomé la noche anterior. Nosotras sonriendo con las luces iluminando nuestro rostro, comiendo el helado y con las máscaras de la tienda de fantasía. Me animé y contesté su mensaje 

 

|CC10:36



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En el texto hay: millonario, vida dura, burdel

Editado: 19.05.2024

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