꧁dipsomanía꧂

Capítulo 40

𝓒𝓪𝓹í𝓽𝓾𝓵𝓸 40

ℰ𝓁 𝓆𝓊𝑒 𝒷𝓊𝓈𝒸𝒶, 𝑒𝓃𝒸𝓊𝑒𝓃𝓉𝓇𝒶 

__________! Gal ¡__________

 

CC había salido muy temprano el día de hoy, me quedé solo en casa sin nada que hacer. Y no podía evitar preocuparme por que me dijo: “No me espere para cenar” sonriendo. ¿Cómo no iba a preocuparme? Si ni siquiera me dijo a donde iría con Miranda. 

Que pesadilla, estos días ha estado muy distante. La noto estresada, espero que Cock no le esté cargando trabajo excesivo solo por ser una novata.

Miraba la chimenea eléctrica debajo del televisor, este reproducía una película que no me molesté en ver. Arti se quedó dormido en mi regazo, por lo que no emití ningún sonido para evitar alarmarlo; acariciaba su lomo con extremo cuidado y delicadeza.

Eran cerca de las nueve de la noche y puede escuchar a mi celular vibrar. Un mensaje

Lo tomé con rapidez abalanzándome sobre el aparato. Podría ser de CC.

Pero no.

 

|Rose Grace21:03 pm

Buenas noches Gal, espero que haya recibido el informe del contratista.

 

Suspiré. Algo decepcionante, pero Rose necesitaba una respuesta.

|Gal Walker21:04 pm

Si Rose ya lo recibí, gracias 

|Rose Grace21:04 pm

De acuerdo. Buenas noches arquitecto.

 

No sé por qué esta chica sigue siendo tan formal conmigo, nos conocemos hace mucho tiempo y le tengo mucha confianza. Es linda su manera de hablar con otros y demás, pero conmigo es como si me tuviera miedo…

El sonido de una llave al entrar en la cerradura llamó mi atención. Me levanté sin pensarlo haciendo que el cachorro cayera a la alfombra de la sala. Lo levanté de inmediato al escuchar el quejido que produjo.

Los ojos negros me miraron con cierta confusión.

–Buenas noches Gal. No creí que me esperaría hasta tan tarde…– cerró la puerta demás de ella

Yo solo podía ver el lindo vestido de noche que traía puesto y los tacones negros bajos estilizando su figura. De lejos podía oler el perfume dulce que llevaba.

–Fuiste… ¿a un evento? – incliné la cabeza 

–Salí con Mario Cock– respondió sincera

Auch. Creo que fue demasiada sinceridad con poco tino de su parte. No podía hacer nada así que solo sonreí.

–¿Te divertiste? – pregunté en un tono serio por demás involuntario

–Si, mucho…Mario es mi amigo y fuimos al restaurante nuevo de la zona…– me sonrió con dulzura

Una parte de mí, le dolía que no me haya avisado antes, pero la otra se confortaba con solo ver su rostro. Suspiré y me acerqué para acariciar su cabello apenas.

Se tensó ante mi tacto, pero en un segundo ya estaba relajada, el sonrojo de sus mejillas la hacían ver tierna. Y eso era lo único que necesitaba saber, que al menos se divirtió esta noche. Aunque no haya sido conmigo.

–Me da gusto saber que la pasaste bien…debes de estar cansada– continué 

–No en realidad– cerró por un momento los ojos– ¿hay premezcla en la alacena? – preguntó con entusiasmo

–Si…– 

Vi cómo se dirigió a la cocina, quitándose los tacones al paso. Recorría la cocina descalza buscando el material que necesitaba.

–¿Segura que quieres hacer un pastel ahora? – pregunté mientras me ponía el delantal

–Si, creo que mañana le enviaré una porción a Amber, si no le molesta– 

–Para nada– anudé su delantal y nos pusimos frente al mesón para empezar– Estás muy contenta ¿Pasó algo especial? – 

–N-no…para nada– negó con la cabeza mientras leía las instrucciones del empaque 

–Si tú lo dices…– me encogí de hombros

El cachorro paseaba entre nuestras piernas dando algunas mordidas a nuestros tobillos con frecuencia. La rutina era la misma: Yo hago la mezcla y CC decora. Así funcionaban las cosas. Y aunque es repetitivo, lo poco frecuente que ocurre y lo especial que se siente ponen una sonrisa en mi rostro.

 

Una vez puesto el molde en el horno, tocaba esperar una hora. CC estaba sentada en el mesón y yo apoyado sobre este, jugueteaba con sus dedos esperando a que el tiempo concluyera.

–¿No quieres ver una película? – pregunté para romper la espera 

–¿Sherk? – regresó a verme 

–Es decir…– ay que vergüenza– la que tú quieras– reí con pena.

–Bueno…nunca vi el final…– sonrió 

La ayudé a bajar y encendí el televisor para poder la película. Adelanté la reproducción hasta donde se quedó la última vez, no lo había olvidado. Fue la primera interacción real que tuvimos. 

Me apoyé sobre el espaldar el sofá mientras ella se recostó en este. Ponía mucha atención a los detalles insignificantes del filme. A veces comentaba algo, pero se detenía para reír.

No voy a mentir, me daban vergüenza mis gustos.  Pero con ella…CC era como un libro nuevo, un horizonte abierto con posibilidades infinitas, nunca daba un criterio en concreto si no sabía bien del tema. Ejemplo: Miranda le sugirió que vea la primera película de Crepúsculo a ver cómo le parecía, ella se vio la saga entera; mi amiga se emocionó porque pensó que le gustó, pero en realidad CC odió la saga completa.

Y sin contar el hecho de que está por demás dispuesta a escuchar distintos puntos de vista. Aunque siempre termina defendiendo su argumento principal si no la convences. Es como si estuviera en el parque con un gran letrero de: “Change my mind”

Una carcajada salió de ella al ver como los mosqueteros aparecían…No noté que Arti había dejado mi mano llena de babas por sus lamidas

–Esto es revolucionario…– comentó enderezándose en el asiento 

No dije nada porque solo quería verla.

Enserio que no tenía gusto por algún sonido 

Hasta que escuché tu risa



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En el texto hay: millonario, vida dura, burdel

Editado: 19.05.2024

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