Directiva

4 - Shin - 2

Shin estaba sentado contra una pared escuchando de fondo la discusión de sus amigos mientras veía con atención una imagen congelada de su prometida, recordando el calor de sus caricias y sintiendo que necesitaba volver a ella lo más rápido posible. Kacper se sentó a su lado luego de correr su cola hacia un lado. Shin había notado que solo los niños jugaban con sus colas y él era el único adulto que había visto haciendo eso. Su amigo solo estaba mirando a Alara con mucho respeto, aprendiendo un poco de la imagen.
“¿Alara es una jedi?” Preguntó con curiosidad.
“Es una gran jedi, a ellos… los entrenan para controlar sus emociones y no tener apegos innecesarios. Ella siempre ha tenido un gigantesco corazón, siempre se ha preocupado por todos en la Orden y ha sufrido por ello.” Dijo sonriente Shin. “Gracias por apoyarme, Kacper. No deberías haberlo hecho.”
“No te preocupes, Shin. Ya te he contado un poco de nuestras políticas, ellos se preocupan mucho por nuestra supervivencia, pero… A mí me gustaría que nuestros hijos puedan vivir bajo la caricia de la luz natural.” Dijo con seriedad Kacper. “No quiero presionarte, pero estoy seguro de que tu misión va a cambiar nuestras vidas.”
“No lo sé, Kacper. Estaba mirando a mi Alara pensando en lo que escuchamos de tu ancestro.” Dijo al aire Shin. “Como se habían llevado a los Druidas y los Brujos, pero no a los demás…”
“Lo único que tienen en común es la magia…” Dijo sin cuidado su amigo.
“Exactamente… Todo está relacionado y estoy cerca de la respuesta. No voy a esperar mucho por ustedes.” Dijo con seriedad Shin.
“Lo sé, gracias por no hacer un escándalo…” Dijo apenado Kacper. “Mi esposa está segura de ayudarte, no es fácil hacerla cambiar de opinión.”
“Eso he notado…” Dijo al aire Shin. “No quiero presionarlos o ponerlos en peligro, Kacper.”
“Nosotros queremos ayudarte, Shin.” Dijo con energía Kacper. “Me encantaría ver ese lugar con mis propios ojos.”
Shin se puso de pie de un salto para apagar su holo y acercarse a Keyfour. Su mecánico amigo estaba analizando un mural de cerca.
“Keyfour, “¿Puedes hacer que Kacper escuche mi comunicador?” Preguntó mirando de cerca la imagen de un druida llamando a la lluvia.
Keyfour se acercó a Kacper para conectarse a su computadora de muñeca.
“No voy a permitir que me sigan a ese lugar, Kacper.” Dijo pensante Shin. “Ustedes conocerán la superficie, pero yo soy el que tiene a la Fuerza de su lado. Lo que pasó en este lugar es aberrante y recién estoy entendiendo lo que siento.”
“He aprendido a respetar tus decisiones, Shin.” Dijo Kacper mientras miraba su computadora. “¿Crees que puedas… arreglar esto?”
“Esa es mi intención, pero no lo sé… Es la primera vez que la galaxia ha visto una… muerte como esta, la Fuerza puede corromperse, desviarse y hasta aplacarse, pero matarla es algo que nunca he visto.” Dijo pensante Shin. “Lo bueno es que su existencia prueba incorrecta algunas hipótesis que he leído o escuchado de los fundadores de los Grises. Ellos creían que la vida era una propiedad emergente de la Fuerza y su existencia prueba que eso no es cierto.”
“Ya veo…” Dijo pensante Kacper. “Nosotros creemos que la magia es una propiedad de la naturaleza.”
“Yo estoy cercano a esa idea también.” Dijo al aire Shin mientras Myśliwy se acercaba a ellos.
“No sé cómo arreglan sus problemas en casa, pero no me gustaría estar en tus botas, Kacper.” Dijo pensante el cazador.
“Es una de sus cualidades.” Respondió contento el escriba. “Mi maestro ha resultado ser más conservador de lo que recordaba.”
“Solo ha cambiado sus ideales con lo que ha vivido.” Respondió sin cuidado Shin. “Suele pasarle a la mayoría de las personas por lo que visto en la galaxia. Pocos tienen el coraje para cambiar el mundo que los rodea, así que terminan moldeándose a sus alrededores.”
Władysława se acercó con decisión a su esposo para mirar al humano con fijación.
“Shin, nosotros te escoltaremos hasta la superficie.” Dijo con seguridad. “Me han prohibido llevarte más lejos que la superficie.”
“No necesito mucho más, Władysława. Gracias por elegir ayudarme.” Respondió con humidad Shin. “¿Estamos lejos?”
Władysława miró a Myśliwy.
“No, de hecho…” Dijo al aire.
“Estamos debajo de dónde solía estar nuestro guardián.” Dijo con seriedad el explorador. “La salida más cercana está a un par de estaciones hacia el norte.”
“¿Debajo?” Preguntó con seriedad Shin. “Eso explica porque no puedo resistir el eco…”
Mściwój se detuvo a su lado mientras que Ksawery se marchaba hacia la sala que había detrás de ellos. El anciano estaba mirando a Keyfour con mucho detenimiento.
“¿Qué es lo que sientes?” Preguntó en voz alta.
“Nada, pero paulatinamente un eco atraviesa la galaxia… El centro está en este lugar por lo que he aprendido.” Dijo pensante Shin. “Trae recuerdos y visiones del pasado, con ellos he aprendido sobre ustedes antes de conocerlos y… no lo sé, creo que a la Fuerza ya trae poco y mi mente los completa con lo que sé ahora gracias a ustedes.”
“Algunos druidas de antaño solían predecir el futuro y recordar el pasado…” Dijo pensante el anciano.
“Ah, trucos de la Fuerza, Archidruida. Yo no solía tener ese tipo de habilidades hasta que sentí este eco en la distancia. Ahora toco cualquier cosa y puedo ver las marcas de la Fuerza en él, en este lugar funciona de maneras peculiares de todas maneras, solo veo… sombras y detalles, susurros y silencios.”
“No me gusta lo que quieren hacer, pero… tengan cuidado, me gustaría poder hablar más tiempo con el visitante de las estrellas.” Dijo con seriedad el enon.
“Necesito volver a casa…” Dijo apenado Shin. “Lamentablemente necesito terminar mi misión y buscar una manera de volver.”
“¿No te preocupa eso?” Preguntó sorprendida la cazadora.
“No mucho, por lo que he visto deberían tener naves en algún lugar.” Dijo pensante Shin. “Lo difícil es abrir la compuerta de la Joya.”
“Una nave…” Dijo asombrado Kacper. “¿Cómo está la usaste para llegar?”
“Estaba destruida, no solo estaba en un mal estado, sino que teníamos fallas mecánicas por la batalla en la Joya.” Dijo al aire Shin. “Conseguiré algo en la ciudad… ¿No ven naves con frecuencia?”
“No, una de vez en cuando.” Dijo al aire Myśliwy. “Usualmente están construyendo algo en la periferia de la ciudad.”
“Siempre llevan vigas o esas planchas de metal.” Aportó Władysława.
“Esos deben ser vehículos normales, veremos…” Dijo pensante Shin.
Keyfour sabía que iban a encontrar una manera de volver a casa.
“Kacper, prepararé el viaje. Tal vez quieras llevarlo a casa.” Dijo pensante la exploradora.
“Ahora mismo, creo que Shin necesita caminar un poco. Yo me encargo del almuerzo.” Respondió contento el escriba.
“Gracias.” Dijo la cazadora para marcharse junto su compañero.
Shin necesitaba volver con su prometida y no sabía cuanto más iba a poder suprimir al monstruo que llevaba dentro.



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Editado: 27.11.2023

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