Disappear | Libro #1 (saga Disappear)

Capítulo veintiocho

Capítulo 28

"¿Qué haces aquí?"

 

― ¿Me extrañaste?

― ¡Claro que si! Creí que nunca llamarías de nuevo. ¿Qué fue lo que te mantuvo tan ocupado como para no poder llamar a tu mejor amiga? ― él rió.

―Lo siento, estuve haciendo algunas cosas por Meghan.

―Meghan... ah, ¿Cómo está ella?

―Mal, ella de verdad deseaba esa beca.

―Travis, yo... de verdad lo siento, no sabía que...

―No te preocupes, no ha sido tu culpa. Tú solo intentabas ayudar. Pero ya conoces a la señora Eva.

―No entiendo como la mamá de Meghan puede pensar de esa manera.

―Yo tampoco, por eso intento ayudarla.

― ¿Cómo?

― ¿Recuerdas la película que hice sobre Meghan para el instituto?

―Sí, ¿Qué hay con eso?

―Intentaré hablar con el rector de Fashion Institute of New York. Meghan tiene talento y merece estudiar allí.

―Eso es muy lindo de tu parte Travis.

―Espero que funcione... y tú, ¿Cómo estás? Falta muy poco para que estés de regreso. ¿Emocionada?

―Meh.

― ¿Meh?

―No me malinterpretes, obviamente quiero salir de esta porquería y volver a verte, pero... Adam...

―Ya entiendo, no quieres verlo, ¿Es eso?

― ¡No! ¡Claro que quiero verlo! Mi punto es, no creo que el quiera verme a mi.

― ¿Por qué dices eso?

―No ha llamado desde que viajé a Florida, así que supongo no quiere saber nada sobre mi.

―Dale tiempo, Bea.

― ¿Más tiempo? Tuvo siete meses para pensar y no ha hecho ni una jodida llamada, tampoco he recibido una puta carta de su parte. Es un maldito cobarde.

―Lo mejor será que hables con él personalmente cuando regreses a California. Deben aclarar las cosas. Cuando fue a buscarte para su primera cita, pude notar la tonta mirada que tenía con solo verte, se nota que está enamorado de ti, y recuerda que los sentimientos no cambian de la noche a la mañana.

―Pero si pueden cambiar en siete meses, estúpido. ― Travis rió.

―No seas violenta conmigo, Blake. Yo no tengo la culpa de que el chico no recuerde la increíble persona que eres. Es un idiota si no lucha por ti. Tú mereces todas las estrellas, yo bajaría la luna por ti, eres mi pequeña hermana y sé lo valiosa que eres. ― solté un suspiro, sonriendo.

―Te hecho de menos, Travis...

―Y yo a ti, pequeña Bea. Recuerda que estaré esperando tu regreso con ansias. Debo colgar, te amo, boba.

―Y yo a ti, idiota. ― sonreí finalizando la llamada.

 

***


Las últimas semanas han pasado como burro en desierto, no puedo creer que el maldito séptimo mes aún no acabe. Alexa y Summer ya habían logrado salir de este lugar, y yo aún seguía aquí. Hace unos días conocí a mis nuevas compañeras, Gina Woods y Lily Thompson.

Ahora Connor acompañaba mi tarde en el jardín hablandome de sus últimas vacaciones con su familia en México antes de que sus padres se separaran.

- ¿Hablas en serio? - pregunté entre risas. Él simplemente asintió y soltó una carcajada. - ¿Cómo es que tu hermana nunca se enteró?

-Andy estaba en un campamento de verano, además nunca volvió a preguntar sobre su teléfono.

- ¿Es en serio? ¿Pero cómo? Es decir, no entiendo nada. ¿Cómo sucedió?

-Es que tomé su teléfono pensando que era el mío.

-Eso lo sé, pero no entiendo como el teléfono llegó a dar a la piscina.

-Dejé el teléfono en una de las sillas del área de la piscina, cuando regresé a buscarlo no lo encontraba en ninguna parte, tomé la toalla y tiré de ella haciendo que el teléfono saliera volando y cayera al agua.

- ¿Cómo te diste cuenta de que no era tu teléfono sino el de tu hermana menor?

-Esa historia da más risa, cuando regresamos a Londres, mamá había encontrado mi teléfono en la cocina, Andy dijo que se le había quedado su teléfono en México, ahí fue cuando me di cuenta de que el teléfono dañado era el de Andy.

-Pobre niña, ¿No se molestó?

-Ni siquiera se enteró, fui muy cuidadoso con todo. Mamá le obsequió uno nuevo por su cumpleaños, pero nunca se enteró que la verdadera razón era porque yo había dañado su teléfono anterior.

- ¿Qué es lo que ella piensa que sucedió?

-Ella solo piensa que olvidó el teléfono en el hotel, además todos salimos ganando, ella tiene un teléfono nuevo, no me mató por dañar el anterior y aprendió a ser más ordenada. - reí nuevamente. -Cambiando de tema, te queda menos de un mes en Florida.

-Así es.

-Estoy orgulloso de ti, es decir, solo mírate, no eres la misma chica que no quería entrar a rehabilitación, la misma chica malhumorada que no me quiso decir su nombre o la chica que tomó mi mano como una niña pequeña porque tenía miedo de entrar.

-Créeme, si no te hubieses quedado conmigo hubiese enloquecido. Gracias.

-No hay de qué, estaré encantado de ayudarte siempre que lo necesites, ahora si me disculpas debo irme, se hace tarde.

- ¿Tan rápido?

-Bea, llevo una hora aquí. - rió.

-Está bien, ¿Te veré mañana?

- ¿Lo dudas? -sonrió y dejó un beso en mi frente para luego alejarse.

Decidí quedarme un rato más en el jardín antes de regresar a la habitación, pero sentí la presencia de alguien detrás de mi. Me levanté con una sonrisa divertida en mi rostro sabiendo que Connor había olvidado algo, siempre lo hacía. O quizá dejaba algo a propósito sólo para regresar y quedarse unos minutos más conmigo.

Mi sonrisa se desvaneció al voltear y darme cuenta que frente a mi no estaba Connor... sino Liam.

-Liam... ¿Qué haces aquí?

Estaba sorprendida de tenerlo frente a mi, desde que llegué a Florida no había recibido ni una sola llamada de su parte. ¿Por qué ahora venía a visitarme?

-Lamento no haberte llamado antes... creí que estarías mejor si no lo hacía, supuse que te recuperarias más rápido sin mis distracciones.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.