Capitulo Veintidós “ Elizabet”

Denis

Escuché algunos ruidos provenientes de la misma habitación mientras dormía, o intentaba hacerlo por los ruidos. Con los ojos aún cerrados intente encontrar el cuerpo de Aike con mis manos.

Pero cuando lo hice abrí los ojos lentamente, me di la vuelta para observarla y en vez de ella solamente al lado mío estaba Aaron con un hilo de saliva saliendo de su labio. Retire rápidamente mi mano de su cintura, para luego dirigir mi mirada a la ventana y me pareció más raro que aike no esté en la cama cuando aún es de noche.

Espere unos minutos a qué seguramente volviera del baño pero al no hacerlo empeze a empujar a Aaron para que se despierte.

Al no despertarse con los empujones que le estaba dando, agarre el té frío que estaba a un lado de la cama y se lo tire encima. Abrió los ojos deprisa totalmente asustado y al ver que yo se lo había tirado le sonreí.

-¡¿Porque mierda me mojaste?!- me senté y aún observandolo solté una pequeña risa, está si era una buena forma de comenzar el puto día.

-¿Viste a Aike?- levantó demasiado las cejas, estaba por reírme de nuevo cuando se levantó de la cama demasiado rápido.

-¡¿Me estas haciendo una puta broma?!- observo el reloj unos segundos y luego de nuevo a mi -¡Son las cuatro de la mañana y tú me levantas porque aike no esta!- si lo decían así sonaba medio tonto, pero dadas las situaciones hice lo mejor...

Me levanté de la cama y sentí como la mirada de Aaron estaba clavada en mi, tome una remera que estaba en el suelo y se la tire al rostro.

-Cambiate, vamos a buscarla.- me obsevo fijamente mientras que se ponía la remera.

-¿Dónde vamos a buscarla, genio?- eleve levemente mi labio, yo conocía a mi nena más que a mi mismo. La conocía más que cualquier persona en este mundo, y si ella no estába con Aaron ni con Aymar, estaba en nuestro puente.

Hasta que luego, la imagen de Elizabet estando encima de mi causó que una oleada de vomito saliera de mi cuerpo, seguro fue un mal sueño, seguro él te es tan solo eso...

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Aike

Mi pecho sube y baja constantemente por mi respiración, mis manos me tiemblan y los ojos me pesan.

Me encontraba mirando al mismo punto oscuro por el del que se había marchado Seth, la verdad jamás me había gustado caminar por ahí sola, eso si recuerdo, siempre sentí que alguien me observaba dentro de la oscuridad, y siempre optaba por correr o volver a mi auto.

Ya que necesitaba repuestas sobre el paradero de Aymar, no me asuste al ver cómo las luces de su auto se acercaban más a mi hasta frenar a unos metros. la verdad me dolió que no se despidiera o que no dejara una puta carta... pero no es momento de pensar en nadie, me acaban de confirmar en mi puta cara que todo eso sí pasó, y yo aquí.

La verdad estaba nerviosa por verlo a Tyler a los ojos, después de todo lo sucedido en la plaza, creí que esa sería la última vez que lo observaria, pero como siempre tratándose de Tyler estaba equivocada...

Estaba ingresando a su auto, cuando entré lo ví a el con la mirada en el cielo y las manos en el volante. Fue ahí cuando me di cuenta que estaba observando las estrellas con demasiada consentracion...

Me senté recta aún lado de el para observar las estrellas juntos como solíamos hacerlo antes...

-Las estrellas brillan como si aún hubiera esperanza, ¿No creés?- dije con un nudo en la garganta, aún recordando todo lo sucedido hace algunos minutos, la forma en la que me desperté en aquel lugar, Seth...

-Siempre la hubo princesa...- lo observé y el continuaba con la vista en esta. -Aunque aún llega el punto en que las cosas no tienen la misma importancia- lo tome de la mano y giro lentamente su rostro hacia mi,  y fue en ese momento cuando logré ver sus ojos cristalizados.

-Las estrellas no pueden brillar sin oscuridad. Tu eres mi luz como yo soy la tuya Tyler- me observo a los ojos y luego retiro despacio su mano de la mía.

-miramos las mismas estrellas pero vemos cosas tan diferentes princesa, tu vez esperanza y yo te veo a ti siempre. No se que hiciste conmigo pero cada cosa que veo estás tú ahí, siempre. Desde pequeños entraste en mi mente como un parásito, comiéndome poco a poco, hasta que solamente quedaste tu.-

Sentí como mis lágrimas comenzaron a caer y me acerque a el rápidamente para abrazarlo, lo tome en mis brazos algo fuerte para que el no pudiera despegarnos y antes que se negara.

Sentí como esa parte que faltaba estába volviendo a su lugar. Me tomo fuerte en sus brazos, mientras que yo derramaba algunas lágrimas en su remera negra.

Nos quedamos unos minutos abrazados hasta que sentí que tenía que confesar todo antes que sea demasiado tarde.

-Te extraño Tyler, te necesito...- nos separó para poder ver mi rostro, dejó un beso en mi frente para luego mirarme los ojos.

- Yo jamás deje de hacerlo princesa, jamás. Ni tampoco cuando creí que estaban muertos- me obsevo unos instante para luego retroceder, lo observé anonadada hasta que continuo hablando -¿Sobre qué necesitas hablar?- por un segundo me olvide a lo que había ido a hacer, ya que estaba tan perdida en sus ojos...

Pensé en las miles de respuestas que tengo en mis manos, pero decidí preguntar por la que más lastima a mis alrededores.

-Sobre Aymar- apenas termine de nombrar la note algo raro en sus ojos, seguramente preocupación ya que casi nunca hablábamos de ella.

-¿Que sucede con ella?- me acerque para poner una mano en su hombro y acariciarlo gentilmente.