Disaster

Capítulo treinta y tres “Estamos ardiendo”

Desconocido...


 

La vida te enseña que las personas te lastiman, mienten y en especial te traicionan.


 

Nicholas me prometió ser su mujer, pero siempre que hacia algo por el, no le importaba, tan solo se centraba en la mentira de Aike...


 

Me traicionó al prometerme muchas cosas, y cuando me dejó sola, me prometi que no me iba a quedar de brazos cruzados, le voy a dar dónde más le duele.


 

No es su hermano Tyler, tampoco su madrina Angelina, es Aike... El piensa que ella es igual que el, que son el mismo demonio, tiene una obsesión que nunca antes ví, que el tenía por una persona.


 

Y yo se la quitaré, la voy a lastimar como el hizo conmigo. No sé si el cree que estoy con vida, pero espero que así sea, llegaré entre la sombras para lastimarlo.


 

No es casualidad todo lo que está sucediendo, el cree que cada uno de nosotros estamos jugando su juego, pero nunca fue de el y menos de Aike...


 

Cuando el reloj marque que me toca jugar a mi Nicholas, te juro que me vas a odiar... Yo siempre escuché cada plan de el, y así me hice, el mismo mounstro que el, pero más astuto.


 

Ahora el amor no interfiere en mi camino, pero de el si. No tiene a nadie con quien lastimarme ahora, pero el lo tiene, Nicholas tiene a lo más preciado en sus manos, pero lo aplastare sin piedad.


 

Lo ayude en cada momento, para escapar del psiquiátrico, esconder el cuerpo que aike mato, perseguirla, hasta lo ayude a secuestrarla... Pero una vez que el la tuvo el sus manos me dejó aún lado, como si yo no fuera nada...


 

Y no dejaré que me vuelva a utilizar nadie más... A partir de ahora, el se arrodillara pidiéndome piedad.


 

Siempre fui tu mayor problema Nicholas, ahora que tu me hiciste así, lo pagarás. Cuidala, porque en la primera que la descuidas ella no saldrá con vida.


 

Mientras ordenaba cada movimiento a partir de ahora, solo pensaba en Nicholas.


 

No es mi problema si naciste así o eras producto de una crianza equivocada. Lo que se es que destruyes vidas y eso no cambiara. Me engañaste haciéndome creer que eras una buena persona cuando eras todo lo contrario.


 

Cuando te diste cuenta que había caído en tu trampa, me usaste, me torturaste con juegos mentales y me hiciste a un lado.


 

Sobreviví a todo eso. Pero ahora es tu turno de sufrir...


 

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Aike


 

Ya nadie puede arreglar todo mi daño, todos me decían débil, pero ahora ya no lo quiero ser.


 

Al lado de Nicholás me siento poderosa, y cuando lo besé, tan solo estaba extendiendo mi tiempo con el...


 

Mientras esperaba en la puerta de nuestra casa, el no estaba a mi lado, ya no tenía la necesitas de tenerme en sus mano para que no me escape. Y eso en cierto sentido me alegra.


 

Me da a entender que en el momento que me canse de vivir está mentira me puedo largar.


 

Mientras miraba cómo Mike y Tyler sacaban el cuerpo de Ambrose de el auto me enfoque en la nieve... Nunca antes me había gustado mucho por los malos momentos que había vivido en esta estación del año, pero ahora se veía divino ante mis ojos.


 

Pero mi vista paso por unas huellas que marcaban el camino hacia el bosque, sin darle importancia cuando ya estábamos todos juntos ingresamos a la casa.


 

Sin mirarlos me dirigí a mi habitación para sacarme el vestido, pero mi atención volvió al cuadro de Nicholás, cuando lo ví por primera vez, creí que yo era el angel siendo arrastrado.


 

Pero ahora no, al igual que el, nosotros somos los demonios...


 

-¿Te gusta angel?- me susurro Nicholás detrás mío.


 

-Es perfecto- dije mientras me giraba para poder verlo mejor. -Alguien me contó que me pintaste...-


 

-¿Quien si se puede saber?- me preguntó acorralandome contra la pared.


 

-Es un secreto bonito. Pero si quieres me lo puedes enseñar-


 

Sin responderme me sonrió y dejo un beso en mis labios para luego tomar mi mano y llevarme por otro pasillo.


 

Estábamos pasando por el comedor y ví a Mike con Tyler hablando, pero cuando el me vio, se paró enojado viniendo hacia nosotros.


 

-¿Que piensas que estás haciendo?- dijo Nicholás mirándolo -Creo que teníamos un acuerdo, ¿no es así?- Mike se acercó detrás tomándolo del brazo y subieron las escaleras.


 

-¿Un acuerdo?- dije concentrando mi atención en Nicholás.


 

-Es un secreto angel.- dijo para luego seguir caminando en dirección a otra sección que nunca antes había visto.


 

Todo se veía tan oscuro, y estar de la mano de un demonio en un lugar como este, es algo único...


 

Cruzamos una puerta y al entrar todo estaba oscuro, cuando Nicholas soltó mi mano tan solo éramos yo y la oscuridad de la habitación. No tuve miedo al instante, pero cuando pasaron algunos minutos mi corazón comenzó a latir frenéticamente.


 

-Listo, Nicholás, no es divertido.- dije muy asustada y hasta temblando.


 

-Tranquila angel... estoy aquí- dijo susurrando desde algún lado de esa puta habitación.


 

-Por favor, ven conmigo.- dije rogándole, no me gustaba hacerlo, pero la oscuridad siempre fue algo que nunca me agrado.


 

Sentí como unos brazos me rodeaban la cintura y al sentír el perfume de Nicholás el miedo se marchó. Apoye mi espalda en su pecho al igual que mi cabeza suspirando.


 

El dejo algunos besos en mi cuello causándome escalofríos.


 

-¿Por qué hiciste eso?- dije tomando más sus brazos, ya que seguíamos a oscuras.




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