Disfrutando el dulce néctar de tus labios

Capitulo XVI

Robert

Hoy ha sido un día indiscutiblemente el peor de toda mi vida, he tenido que arreglar todos los errores cometidos por mi nueva Secretaria Neymar Sáenz, en la entrevista no se veía tan torpe como lo es ahora, ¿Que hare? no me gustaría despedirla el primer día de trabajo, además de ser una joven amable y educada, se ve que se esfuerza por aprender.

Escucho ruidos provenientes de afuera de la oficina, miro mi reloj y ya es tarde, es la 1:00pm, “creo que algo importante se me ha olvidado” pienso, reviso las carpetas en mi escritorio, mis correos han sido enviados correctamente y he firmado los documentos necesarios, así que todo está en orden. Veo que la puerta de mi oficina se abre, pero no entra nadie, me acerco hasta la puerta y no me gusta lo que veo.

Natalia quiere abofetear a mi secretaria, me enfada que sea tan ruda y déspota con las personas que no conoce, ni siquiera les da la oportunidad de conocerles solo confía en su intuición.

-Vienes llegando y ya creas problemas con la nueva secretaria, podrías por favor ser amable—me mira confundida. 

-Creo que estas malinterpretando las cosas— veo como se relaja y busca a nuestra hija, quien sale corriendo a mis brazos.

-Mi precioso tesoro ¿Ya has almorzado?—niega y me molesta aún más que Nat sea tan descuidada y no la ha llevado a almorzar antes de venir a causar pleitos innecesarios— ¿Cómo es posible que no lleves a almorzar a mi pequeña? debe tener mucha hambre, ¿Verdad mi amor?— asiente sin mirarme, parece que le molesta algo.

-Cariño ¿Quieres ir a comer algo?— asiente mirando a su madre.

-¿Que pasa Azucena, porque no hablas?— le hablo con cariño y niega, intento mirar su carita pero me abraza fuerte.

-Los espero abajo—dice Nat ignorando todo, parece que esta incomoda por la situación.

La veo subir al ascensor y le doy un beso a mi pequeña Azucena.

-Lo siento señorita Sáenz, mi esposa es algo molesta a veces, pero si la conoce bien es todo un amor— le explico.

-No se preocupe Señor, no sabía que era su esposa, ni que estaba casado—sonríe apenada.

-Puede ir a almorzar, iré con mi familia, nos veremos más tarde—me asiente, voy con mi pequeña en busca de mi saco y llaves del auto.

Cuando bajo con una pequeña animadísima me doy cuenta lo molesta que esta mi esposa al verla salir sin esperarnos, la amo pero a veces su actitud me enloquece, siento que debí obligarle a pedirle disculpa a Neymar así podría mejorar un poco su forma de ser. Sé que sale muy poco, que no tiene tiempo para ella por estar siempre al pendiente de nosotros, es por eso que le convencí de tener el día libre hoy, por otra parte para que tuviera tiempo de ir al Médico, ya que se ha sentido mareada y con dolores de cabeza.

Me despido de la Recepcionista, de algunos empleados y salgo, la veo guardar su celular y esperar frente al auto, me acerco y la tomo de la cintura, voltea y me sonríe sin ánimo.

-¿A dónde quieren ir mis hermosas a comer?— pregunto.

-¡¡Sorpréndenos papi!!— dice mi pequeña saltando. 

-Bien, sube al auto— le ayudo a subir al auto y volteo a mirar a mi hermosa dama, en ocasiones me siento posesivo cuando veo como los empleados la miran— ¿te sientes mejor?— asiente sin decir una palabra— parece que no me dirigirás la palabra preciosa— la tomo del cuello dándole un casto beso en los labios— tendremos que hablar seriamente de lo que paso en la oficina— me mira a los ojos.

-Cuando gustes— responde sin ganas.

Vamos al Restaurante cercano y estuvimos conversando de todo lo que hizo nuestra hija y su idea de tener un hermanito, me molesta demasiado que su madre le siga la corriente en todo, no es momento de tener un bebé, odio la idea de compartirlas, sonare egoísta, pero tener un bebe ahora tomaría toda la atención y cuidado solo para él. Nos despedimos en la empresa y llego a mi oficina sin saludar a nadie, ignoro totalmente a mi secretaria, tengo tanto en que pensar.

Pasan unas horas y termino de organizar los documentos, me siento agotado. Escucho que tocan la puerta digo un "adelante", abren la puerta y veo la hora en reloj, ya casi es la hora de salida, dejare todo hasta aquí para ir a casa a arreglar las cosas con mi hermosa Nat, no quiero que este molesta conmigo.

-Quería saber si necesitaba algo señor— dice mi secretaria.

-No necesito nada señorita, si quiere puede terminar de organizar las cosas en su escritorio y retirarse a su casa— me levanto y tomo el saco, antes de colocármelo siento unos brazos rodear mi cintura.

-Gracias por ayudarme señor, no tengo idea de cómo pagárselo, de verdad necesito este empleo y estoy muy agradecida con usted— intento separarla dándome la vuelta pero es un grave error, me abraza a su cuerpo tiernamente.

-No es nada señorita, sé que el primer día es algo difícil, mejorara con la practica— se separa un poco, me mira a los ojos y sonríe de una manera muy sexy, mueve sus piernas y caemos en mi silla ya que estamos cerca del escritorio.




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