Dispuesta A Escapar Del Amor

CAPITULO 4

 

Cuando llegamos al auto mi mente seguía confusa; ese hombre me ponía nerviosa y no sabía por qué; mi hermana me lanzaba una mirada picara sabiendo que ese tipo me había descolocado.

-Te sientes mejor-pregunto Javier, seguía enfadado, no entendía sus razones, era yo quien había resultado herida, pero el enfado monumental se lo llevaba él.

-Estoy bien, me duele un poco, pero nada más, no es para tanto, el niño no quiso lastimarme, fue un accidente-dije tratando de que mi hermano cambie de humor.

-Y si hubiera sido peor, y si te caías, te podías haber lesionado peor la pierna- replico molesto

-Pero eso no sucedió, así que porque darle vueltas- refunfuñe enojada, de verdad que no entendía su actitud.

-Si párale Javier, además el guapetón estaba ahí para salvarla-dijo Sandra-tan fuerte que se veía y además médico, un partidazo, Javier de donde conoces al otro tipo.

-Rodrigo es abogado, estamos llevando el caso del señor Fonseca, además de otros, siempre coincidimos en los juzgados-dijo Javi todo ceñudo- el otro tipo su hermano, es la primera vez que lo conozco, he oído de él, pero nada interesante

-Medico de que especialidad será-pregunte para mí misma, pero ellos me oyeron

-Y eso que importa si no vamos a volver a verlo- acoto Javier

-Suenas celoso hermanito-le pico Sandra para hacerle rabiar

-No lo estoy, simplemente pienso que ese tipo se estaba tomando mucha confianza-dijo-además Cassie recién termino con Kyle no le metas ideas Sandra que te conozco

-UFF Cassie está sola, y ese guapetón estaba interesado, si hasta su número le dio, así que conocerlo no le cuesta nada- dijo- además un médico en la familia no caería mal-y se fue riendo con Mateo a su auto.

Cuando llegamos a casa subí a mi habitación a descansar, no podía dejar de pensar en ese hombre y en el hormigueo que sentí cuando lo mire, me perturbaba, ere un hombre muy guapo con esos azules como el cielo, su pelo castaño, uhh mejor era parar en eso, un hombre como él no se fijaría en una tullida como yo, claro que no.

-Holi, pensando en Sebastian-dijo Sandra entrando a mi habitación-por qué no lo llamas y le dices que tienes un terrible dolor de cabeza, de repente te hace una visita, claro está, que sería una visita médica, pero aprovechas-se carcajeo

-No estaba pensando en eso-mentí-solo en el dolor de cabeza que en realidad si tengo, no voy a llamarlo, no tengo nada que hablar con él.

-Vamos Cassie, es un tipo guapo, necesitas salir y conocer, además el parecía muy interesado en ti, creo que vi chispas salir de ustedes- dijo muy resulta a querer convencerme, pero jamás en vida haría eso.

-Basta Sandra vas hacer que mi jaqueca aumente, no estoy interesada en salir con nadie, Javier tiene razón hace poco termine con Kyle, así que no.

-Si Javier aplicara lo que aconsejara seria fabuloso, sabes que solo lo dice porque es muy protector contigo.

-No me interesa ese tipo, no estoy necesitada, además míralo, crees en realidad que yo le interesaría cuando se entere que soy una tullida, estoy segura que acostumbra salir con mujeres muy hermosas

-Tu cojera no es impedimento para nada, además se habrá dado cuenta …

-No se dio cuenta de nada-replique molesta

-Vale está bien-bufo-no voy a seguir insistiendo en eso, pero sí en que necesitas salir Cassie no puedes estar metida solo en el trabajo, piénsalo- dijo yéndose.

Claro que él no se dio cuenta, me encargué en todo momento de eso, era mejor olvidar ese encuentro, no me servía para nada seguir pensando en ello, solo hacía que mi jaqueca empeorara, así que me dispuse tomar una siesta.

Un mes después lo volví a ver, estábamos mi madre, Sandra y yo almorzando en un restaurante muy conocido de la zona, él entro acompañado por dos hombres más y una espectacular mujer que no dejada de mirarlo y admirarlo pensé, cuando nuestras miradas se encontraron volví a sentir esa conexión que en vez de alegrarme me ponía de los nervios, una y otra vez después de que se fue, me preguntaba qué era lo me sucedía con ese tipo.

Estamos con mi familia celebrando mi cumple o más bien nuestro cumpleaños, porque Javier siempre me lo recalcaba era nuestra pequeña broma de celebración, estamos cenando, cuando sentí esa pequeña electricidad en el cuerpo que me avisaba ...que él estaba aquí ...,




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