CAPITULO 5

SEBASTIAN

Llegaba tarde a la cena con mi familia, estábamos celebrando que mi hermanita desde la próxima semana empezaba a trabajar en el mismo hospital que yo, sería bueno tenerla conmigo, así que entre apurado por que llegaba con veinte minutos de retraso, cuando entre al restaurante, el mozo me dirigió a la mesa y espere paciente los reclamos de mi madre.

-Cariño llegas muy tarde, lo bueno es que tú si llegaste, no como Rodrigo que tuvo que cancelar por algo del trabajo-dijo mi madre haciendo su mueca característica de enfado.

-Lo siento, es que tuve un paciente de último momento cuando casi había terminado el turno-conteste-Hermanita felicidades, encantando de tenerte conmigo en el trabajo, ya le comuniqué a mis compañeros y están deseando contar contigo en sus turnos-dije abrazándola.

-Gracias Sebas, espero que todo vaya de maravillas, mañana tengo que pasar por ahí para firmar contrato-dijo emocionada Adriana.

-Todo te va ir muy bien pequeña- la animo mi padre.

-Ahora vamos a pedir, que ya rato esperamos-dijo mama

Estamos cenando y charlando del nuevo proyecto de papa cuando la vi, no estaba seguro de si era ella, porque otra persona me tapaba la visión, pero de pronto la pude ver claramente sonriendo, parecía que estaban celebrando el cumpleaños de alguien porque en medio de la mesa había una hermosa torta.

-Que miras con tanta atención-susurro Adrina y volteo la mirada hacia donde la tenía enfocada yo-Uhh ya veo, creo que es la misma chica del Mirador verdad, esa que llamo tu atención

-Que cuchichean ustedes dos-dijo mama

-Nada

-Ahí está la chica del Mirador con su familia creo-volteo a mirarme y continuo-están celebrando un cumpleaños por lo que veo ¿de quién ser?

Yo también tenía esa curiosidad, se veía muy hermosa esa noche con un brillo distinto a felicidad, no como aquella noche bajo la lluvia en donde la pude ver desesperada y tan sola, cuando el mozo se acercó a la mesa para ver si todo estaba bien no pude evitar preguntarle.

-Disculpa, en la mesa de al fondo en donde están celebrando, sabe de quién es el cumpleaños-el mozo me miro y continúe-es que a la mujer que va de Morado la conozco, pero no quiero interrumpir su momento.

-Pues el cumpleaños es de la señorita que usted señalo y del caballero a su costado-señalo-si desean algo más.

-Si-dije-podría llevar a la mesa de la señorita el mejor vino de la casa por favor.

El mozo asintió y se fue, ese pequeño regalo me costó las miradas asombradas de mi familia.

-Es un pequeño obsequio para compensar lo que sucedió-replique ganándome otra vez miradas asombradas de mi madre y hermana principalmente; pude ver el asombro en su cara cuando el mozo se acercó, su mirada se conectó con la mía, levante mi copa como señal de felicitación, se sonrojo y aparto la mirada; la observe en todo momento hasta que terminamos de cenar y nos levantamos para irnos, pero antes de eso.

-Espérenme un momento-dije apartándome, solo escuche a mi madre decir este chico está loco, yo mismo lo creía así, cuando me acerque a la mesa donde estaba ella.

-Buenas noches, hola Cassi ...Casandra-dije por la mirada acusatoria de su hermano-solo quería acercarme a saludar y felicitarlos; y saber cómo estabas.

-Hola-contesto ella sonrojándose-gracias por el vino, no tuviste que hacerlo, pero de igual manera gracias.

Nos quedamos mirando, no sé qué tenía esa mujer, era muy hermosa, pero siempre estaba rodeado de mujeres así.

-Si gracias, ahora vamos a seguir celebrando en FAMILIA-acoto su hermano tratando de que me fuera, la verdad es que no entendía porque era desagradable conmigo, ella se sonrojo y le lanzo una mirada furiosa, igual o peor que la otra joven; resignándome me despedí.

-Bueno espero que sigan disfrutando, buenas noches –por ultimo dije -felices 25 Cassie.

Y me fui, me hubiera gustado ver la cara de ese tipo cuando dije Cassie, no lo hice para molestarlo solo porque quería en realidad hacerlo, su nombre en mis labios sonaba muy, pero muy bien.

CASANDRA

Cuando lo vi, cenando con su familia, jamás imagine que muestras miradas conectarían, jamás imagine su pequeño regalo, jamás imagine que se acercaría a saludar no lo espere, estaba tan nerviosa teniéndolo delante de mí, sentía como enrojecía y me cohibí más, no racione hasta que sentí una pequeña patada debajo de la mesa, que me hizo darme cuenta que él había hablado, solo atine a decir hola, no sabía que más decir aparte de agradecerle; nos quedamos mirándonos y ese momento lo sentí eterno, hasta que escuche al pesado de mi hermano y le mande una mirada asesina, igual que Sandra lo hizo, y después escuche el jadeo de Javier y supuse que también se había ganado una patada.

Cuando se despidió con un Felices 25 Cassie, mi corazón se alboroto, despejando ese sentimiento de felicidad por el de un miedo atroz, mi corazón reconocía lo que empecé a sentir, pero mi mente tomando batalla lo negó, era mejor no hacerse ideas románticas, ni pintarse cuento de hadas, ese amor que describían para mí no estaba hecho, de eso estaba segura, sino sentí eso por el hombre con el que estuve dos años, un desconocido no lo iba a lograr de la noche a la mañana.