-Se ha portado muy bien con nosotros y tú has sido en todo momento mal educada-dijo Sandra – No sé qué te molesta tanto.
-Fui muy educada hasta que se metió en algo que no le importa – conteste molesta, ella solo me miro enojada y regreso con Mateo. Pasamos toda la noche en espera, hasta que por fin se presentó el médico para decirnos que todo había salido bien.
Después de cinco días internada mi abuela estaba recuperándose satisfactoriamente, en todo el tiempo que iba a visitarla me lo había cruzado unas tres veces, siempre trataba de no coincidir o chocar con él, por más que mi familia intentaba juntarnos, se habían convertido en todos unos cupidos, especialmente Sandra, pero él que más me sorprendió fue Javier, quien lo hubiera creído, mi abuela era la otra celestina siempre aduladora con él, y el muy cínico se complacía de ello.
-Hola señorita Cassandra, escabulléndote – dijo a mi espalda la persona a la que espere no cruzármela hoy – vas a tener que disfrutar un rato de mi compañía porque vamos al mismo destino.
-No estoy escabulléndome, solo estoy apresurada – conteste enojada - ¿Qué vas hacer a la habitación de MI abuela?, si tú no eres su medico
-Amanda me invito a charlar con ella, nos hemos vuelto muy amigos, es una dama encantadora.
-Si como no – dije entre dientes.
Después de eso no volvimos a hablarnos, hasta llegar a la habitación, ahí estaban mi hermana y Mateo de visita.
-Hola como se encuentra mi paciente favorita – dijo el embaucador acercándose a abrazarla.
-Hola hijo – dijo mi abuela – gracias por las hermosas rosas, tu siempre me consientes.
-Rosas hermosas, para una dama aún más hermosa – dijo el adulador acercándose al ramo de rosas más curioso que había visto en mi vida.
- ¿Porque azules, blancas y verdes? No había colores más alegres – pregunte sarcásticamente, mi hermana y abuela me miraron enojadas y Mateo hacia todo lo posible para contener la sonrisa.
- Cassie, el muchacho ha sido tan amable de regalarme estas bellas rosas, para que tu vengas a ….
-Déjala Amanda, te voy a explicar porque Cassandra, todas las rosas tienen significado como sabrás, por ello elegí esos colores; blanco por su pronta recuperación, azul porque crea un ambiente de paz y verde porque es el inicio de una relación de amistad; una persona me dijo una vez que las rosas no se deben dar por dar, sino que tienen que tener un mensaje porque para eso fueron hechas – dijo lo último con melancolía, estaba casi segura de que estaba recordando a alguien.
-Que hermoso fue lo que dijiste muchacho – dijo la abuela con lágrimas en los ojos – las rosas siempre son símbolo de todo.
Las rosas...
Símbolo sublime de los te amo,
de los te quiero
Pétalos delicados pétalos
que cuando caen marchitos
se estremece el alma
y los llora el cielo.
Cuando termino de recitarlo todos nos quedamos mirándolo, era lo más bonito que había escuchado, sabia de rosas y poemas ¡Que no sabía este hombre!
-No me miren asi, es un poema que me agrada mucho de Héctor Adolfo Sánchez, deben buscarlo, bueno me tengo que retirar, tengo que seguir mi turno.
-Es verdad, debes tener mucho trabajo, no te quitamos el tiempo
-CASSIE – me molesto Sandra
-Nos vemos Amanda, más tarde te visito de nuevo – y se fue.
-Te pasas Cassie, que te ha hecho el hombre para que seas tan tosca
-Nada, pero no entiendo que hace por aquí a cada momento, acaso no tiene otros pacientes, últimamente lo veo por todos lados y eso me desespera, regreso más tarde mejor – dije molesta – y voy a traerte unas hermosas rosas de verdad.
Estaba enojado, ese hombre me desesperaba, no sé qué rayos pretendía mi familia, no entendían que no necesitaba a alguien ahora en mi vida, él era perfecto, pero no para mí, que haría yo con un hombre como él, seguro que estaba rodeado de mujeres inteligentes y muy bellas que no estaban impedidas de nada. Al estar alrededor de él me daba esperanzas de encontrar ese amor del que todos hablan, pero la realidad era otra y era mejor mantener las cosas claras. Cuando regresé por la tarde a visitar a la abuela me encontré a mi familia al completo y a él por supuesto.
-Hola –dije mirándolo con indiferencia, era mejor que aprendiera a comportarme.
-Hola Casandra, hermosas rosas
-Sí, son preciosas, este si es de verdad un ramo muy hermoso
-Cassie, para con eso querida y ven con tu abuela – camine directo a ella, para apapacharla.
-Tengo noticias nuevas para la familia – dije emocionada y esperando que él captara la indirecta.
-Cuenta, necesitamos noticias nuevas, el universo lo sabe – dijo Sandra y me quede mirando a Sebastian para que se largará, al ver que seguía parado y nadie lo sacaba
-Como dije es solo la familia, ¿no tienes más pacientes que te necesiten?, necesito estar a solas con mi familia.