CASSANDRA
Después de la tarde maravillosa de ayer, mi mente todavía estaba recordando esos momentos con Sebastian; cuando regresamos y nos unimos al grupo no faltaron las bromas de parte de todos, incluido del chinche de mi hermano, quien diría que estaba feliz si entre Sebas y yo iniciáramos una relación; cuando se lo pregunte directamente en el trayecto a casa se mostró a favor de ello; cuando le pregunte porque decía eso ahora; me contesto que era un tipo listo y había pasado la prueba asi que no le importaría si estábamos juntos; que se alegraría por mí. Después de ello comenzó el interrogatorio de Sandra solo para que dejara de molestar le conté que el fin de semana saldríamos a cenar, pero eso solo logro incrementar su curiosidad.
-Cassie va salir desnuda en la siguiente portada ¿verdad Cassie? -dijo Sandra
-Si. Claro –conteste rápidamente, a lo que fuera que pregunto Sandra, mi mente definitivamente estaba en otro lado, cuando todos en la sala de reunión se carcajearon, salí de mi nube platónica - ¿Qué? Porque se ríen asi
-Porque acabas de aceptar salir desnuda en la próxima portada – dijo Sandra
- ¿Qué? ¡QUE! –todos volvieron a reírse –yo en ningún momento he aceptado eso, ni que estuviera loca.
-Pues lo acabas de aceptar querida-dijo mi madre-estaba claro que no estabas prestando atención a la reunión, asi que Sandra te lo pregunto y como estas tan despistada dijiste que sí –al ver mi cara estupefacta-aunque está claro que es solo una broma, estoy segura que si hubiera sido cualquier otra pregunta hubieras dicho lo mismo.
-Comprensión, por favor con mi querida hermana - dijo risueña - todavía su mente se quedó en el fin de semana delicioso que paso.
-Lo siento –dije sonrojándome –estaba analizando otra cosa y me perdí en ello.
- ¿Qué analizabas con tanta concentración? – dijo Lucero mirándome fijamente-cuéntanos
-Nada importante, por favor sigamos
-Pero que sucedió el fin de semana, ya me entro curiosidad –dijo Catherine
-Por favor chicas terminemos de una vez con la agenda de hoy, y después pueden reunirse a conversar de ello –dijo mi madre poniendo fin al interrogatorio; en el fondo esta agradecida por ello, le lance una mirada de agradecimiento.
Estaba ansiosa por terminar la semana, por fin después de tantos años estaba esperando algo diferente que hacer aparte de pasármela en casa encerrada, Sandra sabía que estaba emocionada por ello, y estaba emocionada por mi cambio repentino; desde el dia en la playa Sebastian y yo hablábamos casi todos los días, volvió a enviarme un hermoso ramo de rosas rosadas, todas en la oficina tenían curiosidad por saber de él, pero preferí no decirles nada, sabía que están resentidas por eso un poco, pero me iba a guardar esto para mí, si esto no funcionaba no quería ver sus caras de lastima dirigidas asi mí.
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Por fin mañana saldría con él; cuando termine la jornada suspire aliviada y encamine a la salida con mi hermana y mi madre, cuando me percate que me había olvidado el celular en la oficina.
-Tengo que volver, olvide el celular – dije haciendo una mueca
-Avanza que muero por llegar a casa – dijo Sandra apoyándose sobre el auto
Apure el paso hacia mi oficina, lo más que podía, cuando encontré el celular suspiré aliviada, estaba por el pasillo cuando oí unos murmullos, eran voces apagadas pequeños susurros.
-Lo pueden creer – dijo la voz de una mujer que no logre reconocer – esa coja atrapo a alguien
-No pensé que lo fuera a lograr, después de su ultimo novio, todos sabíamos que ese tipo le ponía los cuernos con su asistente – dijo otra persona – quien será ahora el desafortunado.
-Seguro que es igual al otro, poca cosa – dijo otra vez esa mujer – sino cómo crees que lo atrapo
-Lo que es seguro es que no corrió detrás de él – dijo otra mujer, desatando la risa de los demás.
Asi que estaban hablando de mí, o más bien burlándose, esa voz de mujer no lo reconocía muy bien, asi que supuse que era la nueva chica de contabilidad, la rabia hervía en mí; estaba a punto de salir y que lo lo dijeran en la cara cuando oí.
-Basta – dijo Catherine – tiene derecho a enamorarse de quien ella quiera muchachos; debemos apoyarla cuando el idiota con quien este la deje; ella es muy débil y un poco tonta en lo referente a hombres, seguro que ahora mismo está ilusionada; pero cuando aterrice va estar destrozada, parece que Sandra lo conoce, pero ella no es capaz de advertirle porque también tiene pena de ella, seguro que al tipo le parece interesante; pero seamos sinceros ¿qué hombre quisiera tener como mujer a una con un problema de cojera? Ninguno pues.
-Que buena amiga que eras Catherine – dijo Liza la chica de recepción, sarcásticamente
-Es la verdad pues, hay que ser realista – dijo nuevamente – yo soy una buena amiga, estaré aquí consintiéndola cuando el tipo la deje tirada.
Mi propia amiga estaba esperando que fracasara, de los demás lo pasaba porque no me conocían, pero de Catherine que había sido amiga mía desde el instituto dolía horrores; atine a salir sin que me vieran, de un solo golpe me habían quitado las esperanzas de todo; cuando llegue hasta mi madre y Sandra; solo subí al auto apresurada, entre más rápido me alejara de este edificio esperaba alejarme de igual modo de esas horrendas palabras clavadas en mi mente. No dije nada en todo el trayecto, aunque ellas me miraban con curiosidad, ninguna me presionó para contar lo que pasaba, seguro esperaban que yo misma les contara lo que me ocurría.
-Estas bien -pregunto Sandra cuando llegamos a casa – estas un poco rara desde que salimos de la oficina ¿ocurrió algo?
-Nada, solo me dio un dolor de cabeza terrible, asi que voy a descansar
-Espera, no te acuerdas que iríamos de compras, por un vestido nuevo para tu cita de mañana
-No es necesario, tengo muchos vestidos, ahora de verdad este dolor de cabeza es terrible, asi que voy a descansar
No le dije que no era necesario porque definitivamente no iba a salir con Sebastian, sino se pondría como loca; todos esperaban ya recogen mi corazón roto antes que empezara algo; pues no les daría el gusto de verme destruida, eso jamás: Sebastian era maravilloso, pero no era para mí definitivamente, esperaba que mañana se sintiera desilusionado y dolido para que no volviera a buscarme jamás.
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Al dia siguiente el celular no dejaba de timbrar, era como la décima llamada de Sebastian, asi que decidí apagar el móvil; pensé que con el mensaje que le envié sería suficiente; pero por lo visto quería explicaciones que no estaba dispuesta a dar.
- ¿Se puede saber porque no estas lista para tu cita con Sebastian?
-Obvio; porque no voy a ir
-Pues Sebastian está preguntando por ti – cuando la mire pasmada pensando que estaría en la casa – no está en la casa, pero me llamo para preguntarme y me dijo que había recibido el mensaje más estúpido de su vida ¿Qué le enviaste al hombre que está trepando por las paredes de impaciencia?
-Aquí lo único estúpido es él – me miro arqueando sus cejas de forma inquisitiva – es la verdad, solo le dije que no quería salir con él; seguro que a su egometro no le gusto que lo deje plantado.
-Egometro, tu sí que te pasaste el metro y más – dijo apuntándome con el dedo cuando iba a interrumpir. – ahora silencio y escúchame; primero le dices al hombre que SI; después te pasas toda la semana en las nubes; cállate y déjame terminar; ahora que NO, el hombre no un juguete para que estés rifándote el SI o NO; ahora quiero saber qué idea loca te paso por ese cerebro atrofiado, para cambiar de decisión; porque hasta ayer por la tarde estabas impaciente por la cita de hoy.
-Solo me di cuenta que no quería nada con él, y si aceptaba ir hoy él podría confundir las cosas; cuando yo no quiero nada, eso es todo.
-Muy bien miénteme a mí, pero no te mientas a ti misma, no sé qué pensamiento loco te invadió ayer, pero espero que no te arrepientas más tarde – dijo saliendo puerta afuera enojada.