SEBASTIAN
Todo habia sido surrealista, temprano habia conversado con Cassie y todo estaba bien hasta ese momento. Salía de una operación cuando Claudio me comunico que Cassie estaba en emergencias. Habia corrido el maldito hospital con un miedo atroz en el pecho. Cuando la habia visto en la camilla con sangre en su ropa temí lo peor. Avise a la familia de Cassie y no tardaron mucho en aparecer como estampida. Al revisarla me percate que la sangre no emanaba de ella sino del infeliz, solo el shock la tenia inconsciente.
Claudio era quien atendía al imbécil, yo lo hubiera matado. Cassie habia despertado hace un instante gritando, solo un fuerte calmante la tranquilizo. Ahora dormía tranquilamente.
-¿Cómo esta mi hija?-pregunto Clara asustada; al verme salir de la habitación.
-ella no esta herida – dije para tranquilizar a todos.
-¿Qué demonios paso?- pregunto Javier
-no lo se; Cassie estaba inconsciente cuando llegó y ese tipo estaba herido.
-¿Kyle esta aquí? – pregunto sorprendida Sandra.
-si, parece ser que Cassie le clavo el cuchillo en el pecho – dije suponiendo.
-demonios – maldijo Javier – ese hijo de puta intento hacerle daño, voy a matarlo.
-¿A dónde vas tonto? – dijo Sandra al ver que Javier avanzaba hacia la salida – no te metas en problemas, ahora Cassie nos necesita, quieres terminar arrestado.
-basta Javier- dijo Alexander – vamos a ver a tu hermana.
-Ahora esta dormida – dije suspirando- esta sedada; hace un momento un oficial apareció; logre que se fuera pero quiere hablar con ella cuando despierte.
- maldición , maldición – repetía ofuscado Javier.
-entremos -dije ingresando a la habitación. Cassie parecía una muñeca ahí dormida.
-Hola – saludo mi hermana a todos – ella esta bien Sebastian.
-mantenla sedada; necesita descansar – dije preocupado.
-solo lo necesario – contesto
- Llama al trio; necesito hablar con ellos – y con eso se retiro.
-habia olvidado que Adriana trabajaba aquí – dijo Sandra para llenar el silencio; los padres de Cassie no dejaban de mirarla con la preocupación gravada en sus rostros. Sus abuelos se sentaron junto a su cama. Cada uno se perdió en sus pensamientos. El golpe en la puerta sobresalto a todos.
-adelante -dije. La cabeza de Juanca asomo y después asomaron Vale y Rodri.
-buenas tardes – dijeron los tres a la misma vez.
-doctor nos mando a llamar – pregunto Valeria. Ella era la más seria del grupo.
-hoy no voy a poder continuar con el trabajo- ellos miraron a la cama, chasque los dedos en su delante para que volvieran a prestarme atención – Valeria encárgate de la revisión de los pacientes de hoy, si surge algo pídele orientación al doctor Olivares. Juancarlos estas a disposición del doctor Araujo. Y Rodrigo necesito que busques al doctor Zapata y averigües como esta el paciente que esta atendiendo.
-solo es por hoy verdad – pregunto Valeria – es que el doctor Olivares es …
-Sera por el tiempo que yo decida Valeria; si tienes algún problema con el doctor Olivares conversa con él – dije zanjando; no se que problemas tenían esos dos – nada de intervenir solos, entendieron. No quiero quejas. No quiero problemas. Hacen lo que se les indica. No quiero que se hagan los héroes; escuchan, observan y aprenden. Voy a recibir informes sobre el desempeño de cada uno; él que mejor lo haga va entrar a quirófano .
- No le vamos a fallar – contesto Juancarlos. Era el más alegre y confiado del grupo.
-eso espero – dije desanimado; tener residentes libres siempre era un caos – más vale que no maten a nadie porque no pienso responder por ustedes ante la junta. Ahora retírense.
Los tres salieron raudamente despues de dar otra mirada a Cassie.
- Eres un jefe cojonudo – dijo Javier – quien lo diría.
- Que estricto – dijo Sandra
- Tengo que serlo, la ultima vez que los deje solos le dijeron a un paciente que se estaba muriendo porque cambiaron los informes médicos.
- ¿Qué? – dijo incrédulo Javier
- Son un caso – conteste. Fue lo ultimo que se dijo en la habitación; nos quedamos en silencio. Quería estar a lado de Cassie; pero entendía que sus padres y abuelos velaran su sueño. La llegada de Rodrigo termino con el silencio.
- Doctor; el paciente se encuentra estable, la herida no es de profundidad y no hirió ningún órgano, en un par de días se recuperará.
- Bien – dije – apoya al doctor zapata; despues que se fuera; Javier exploto.
- Así que él imbécil esta estable – dijo irritado. No continuo porque Cassie esta despertando; agitándose en la cama. Me acerque a ella y la llame dulcemente por su nombre. Sus ojos estaban llenos de terror cuando los abrió. Verla sufrir me hizo sentir un dolor inimaginable. Cassie tambaleaba mi mundo tan rápidamente desde que la conocí. Pregunto espantada por su ex. Se tranquilizo cuando le informamos que estaba bien. Despues de un momento dos oficiales se presentaron para interrogarla. Me quede en silencio escuchándola. Ese oficial era un maldito con cada pregunta, Cassie lucia más alterada. Su llanto; la desesperación en su voz, me mataban lentamente. Se refugiaba en Javier cuando era yo quien quería tenerla en sus brazos. Escuchar a su padre hicieron que una furia desconocida para mi creciera en mi pecho. Habia intuido el pasado de Cassie pero la confirmación de mis sospechas quemaba.
El infierno por el que habia pasado me hacia amarla más, comprenderla más, era valiente y fuerte; y quería siempre protegerla. Habia el temor que el ex la acusará. Seria el fin de ese malnacido. Cassie seguía muy alterada; lloro en los brazos de Javier hasta que el sueño la venció.
- Voy hablar con Kyle – anunció Javier.
- No vayas a empeorar la situación – intervino Sandra.
- Voy contigo – anuncie decidido; iba con él o iba por mi cuenta; pero hablaría con ese tipo.
- Voy con ustedes – intervino Mateo – no vayan a matarlo.
- Que gracioso – respondió Javier mosqueado – ganas no me faltan, pero me conformo con que desaparezca de la vida de mi hermana para siempre.
Enrumbamos a la habitación de ese tipo. Entramos sin avisar; estaba conversando con su hermano. Un hermano que se suponía estaba fuera de la ciudad. El infeliz habia engañado a Cassie.
-así que no estabas de viaje – dijo sarcásticamente Javier- me lo olía. Mentiste a mi hermana.
-llegue esta mañana – dijo el hermano
-que casualidad – contesté; Kyle dirigió su mirada a mi.
-¿Qué hacen aquí? – pregunto
- Cassie no se encuentra bien – menciono Javier - espero que te alejes y no le causes más problemas.
-¿Qué le cause problemas? – dijo indignado ese miserable – mira lo que me hizo. No la ataque.
-Sabes por lo que pasa mi hermana . Estaba asustada, fue un accidente; espero que esto termine aquí. Cassie no necesita más problemas.
-mantente lejos de ella – dije duramente – no quiero verte cerca de ella nunca más.
- eso lo decide Cassie, no tú – respondió enojado.
-Mantente alejado por tu bien – dijo Javier.
-¿estas amenazándolo? – intervino el hermano
-Tómalo como una advertencia – dijo Javier – una amigable advertencia.
-no me van a alejar de ella – dijo – Cassie es mía.
Cuando lo escuche quise matarlo; camine amenazadoramente, pero Mateo me sujeto del brazo.
-no caigas en su provocación – dijo Mateo – si te acercas a Cassie te las vas a ver con nosotros y te juro que no nos quieres de enemigos.
Salimos de ahí mas cabreados; por lo menos yo quería estamparlo un rato. Cuando llegamos a la habitación Cassie seguía durmiendo. Nos tranquilizo la llegada del oficial informándonos que Kyle no iba a levantar una denuncia en su contra. Cuando Cassie despertó huía de mi mirada. Prestaba atención a su familia pero me ignoraba.
-¡quiero regresar a casa! ¡estoy bien! No estoy herida quiero regresar.
-seria mejor que te quedaras hasta mañana – conteste.
-¡quiero irme!¡no quiero seguir aquí!
-Esta bien Cassie – dije preocupado – voy arreglar todo para el alta.
Salí de la habitación apesumbrado, Cassie esta enojada y el punto de su enojo era yo. Se mostraba fría, no me miraba. Se estaba alejando, se iba de mis manos rápidamente. Cuando regrese con los papeles del alta, ella ya estaba lista para irse.
-Ehh te esperamos fuera hermana – dijo Sandra llevando a toda su familia; dejándonos solos.
-cariño – comencé a decir al acercarme a ella para abrazarla.
-Sebastian – dijo duramente – necesito estar sola; necesito pensar, lo siento; pero lo único que quiero es estar sola.
-Cassie – comencé a decir pero me vi interrumpido por ella.
-necesito estar sola – dijo mirándome fijamente por primera vez- adiós Sebastian
La deje irse sin discutir; le daría su espacio su tiempo; despues iría por ella.
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CASSANDRA
Tenia miedo de mi misma. Quería silenciar a mi mente, pero ni dormida podía lograrlo, las pesadillas, los recuerdos regresaban en la oscuridad para atormentarme.
Una y otra vez recordaba lo sucedido; ahora con más profundidad con más ahínco lo sucedido hace años. ¿un acontecimiento puede cambiar tu vida para siempre? Pues SI. Nada fue lo mismo desde entonces. El miedo en mi pecho era real, vivía en mi devorando mis sueños buenos. Vivir mecánicamente era lo único que lo hacia pasable, el tiempo pasaba pero no se llevaba esos dolorosos recuerdos. Ahora no solo el miedo me embargaba; la culpa era ahora la culpable de mi insomnio. Hice daño ha alguien; lo lastime; lastime a Kyle. Sentimientos horribles me llenaban el pecho, me sentía tan perdida. Mi familia estaba preocupada pero no quería pensar en ellos; no quería pensar en nada. Sumergí mi vida en un profundo silencio, sentada cerca de la ventana contemple la lluvia.
-¿hasta cuando va ha seguir esto? – la voz de Javier me sobresalto; no lo habia oído entrar. Voltee a verlo; ahí estaban mis hermanos. Habían venido antes cada uno por su lado dándome mil consejos; hoy presentaban un frente unido; seguí contemplando la lluvia no quería pelear, no quería discutir.
-Vamos Cass; no puedes mirar esa ventana eternamente – dijo Sandra
-con lo terca que es – dijo Javier – puede que lo haga
-te necesitamos en el trabajo – dijo mi hermana – la editorial esta en caos.
-joder – maldijo Javi - ¿no piensas hablar? Ahh. Nos tienes preocupados.
-Sebastian vino hoy – dijo Sandra – le informamos que dormías. No creo que nos allá creído pero acepto y se fue; dijo que regresaría.
-ríndete Sandra; Cassie no va hablar – dijo apenado – dejémosla sola… por ahora.
Sebastian era al que menos quería ver. No quería hablar ni ver a nadie. El silencio y la soledad se instalaron en mi vida; vivía mi propia realidad mientras el mundo seguía sin parar un instante.
-Hola Cassie – dijo Sandra días despues entrando a mi habitación – por si te has olvidado me caso en unas semanas y quería saber si aún tengo madrina.