Dispuesta A Escapar Del Amor

CAPITULO 28

SEBASTIAN 
-Te llevo a casa. 
Ella se limpia sus lagrimas y me mira sonriendo. 
-¡yo te llevo a ti!, estas un poco tomado. 
-¡tienes razón!- miro por ultima vez a Cassie antes de subir al auto. 
En el trayecto ninguno habla por un momento, Ella me mira disimuladamente mientras conduce. 
-¿así que sabias sobre el nuevo trabajo de Cassandra?  
-Si 
Sonríe mientras detiene el auto frente al semáforo.  
-vine aquí pensando que no sabias nada. 
Aproveche en mirarla fijamente  
-hace un momento hablabas de querer avergonzar a Cassie. 
-solamente quería grabarla y enseñarte el video, para que te decepciones de ella ¡te juro que no planeaba nada siniestro! 
-pues no estoy ni decepcionado ni avergonzado de Cassie, ella esta haciendo lo que le gusta ¡esta feliz!. 
Me mira de reojo mientras sonríe.  
-¿que sucede entre los dos? ¿porque no están juntos?  
-¿de verdad quieres saberlo? 
-de repente te pueda dar un buen consejo. 
La miro mientras nos reíamos 
-¿no es raro conversar de mi relación con Cassandra contigo? 
-¡rarísimo! 
-¡e incomodo! 
Al poco llegamos a mi departamento  
-¿vas a estar bien? 
-si, gracias Sebastian por todo 
-nos vemos mañana 
-nos vemos 
La observe irse, que raro era todo, hace años esa mujer era mi todo y lo que sentí por ella ahora empequeñecía a lado de mis sentimientos por Cassie. 
---------------------------------------------------------------------------------
CASSANDRA 
Al salir jamás pensé encontrar a Ella y Sebastian juntos, era obvio que ella no se encontraba bien.  
Sebastian le hablaba dulcemente y la apaciguaba, los imagine así hace años, conformaban una bonita pareja, ¿así fueron ellos juntos? y me pregunte ¿lo habia empujado a los brazos de Ella? 
-¡Cassie! - el grito de Adriana me saco de mis pensamientos.  
Al acércarme al grupo me sorprendo de encontrar a mi madre junto a mi abu y Katherine ¿que hacia la madre de Sebastian aquí?; enrojecí de pronto al percatarme que ella habia presenciado todo, ¡vio como me burlaba de su hijo!. 
-Hola Cassie 
- eh hola Katherine - ella me habia pedido llamarla por su nombre y no señora. 
-¡cantas muy bien! - me mira risueña, no sabia donde meterme de la vergüenza que sentía.  
-gracias - conteste abochornada. 
-ahora entiendo porque tienes tan embelesado a mi hijo, eres una mujer muy especial, ¡aunque eso ya lo sabia! 
Enrojecí más, no sabia donde mirar, Fabian llamo mi atención cuando me guiño el ojo. 
-las tranquilitas son las que más dolor de cabeza dan - dice mirándome. 
-muy buena actuación esta noche - felicita Manuel. 
-deslumbrante ¡me has sorprendido! - añade Rodrigo  
-tú amigo esta esperándote - señala Katherine, volteo y veo a Kyle recostado sobre el auto; me sonrojo como un farol, jamás me habia sentido tan abochornada. 
-Uhmm no es un amigo - ella eleva una ceja y me mira suspicaz - es decir, es mi amigo pero no del tipo que ustedes piensan.  
-¿Y mi hijo también es ahora tu amigo? 
-si, creo - contesto desencajada - pero no del tipo de amigo que ustedes piensan 
-¿y que tipo de amigo es? - pregunta mi abuela, dejándome en blanco - esta juventud de ahora tiene toda clase de amigos, antes un amigo era eso ¡un amigo! ¡sí que saben complicarse más la vida! 
Todos me miran interrogantes y me siento presionada a contestar, aunque no sé qué rayos decir. 
- un amigo especial - después de decirlo me arrepiento inmediatamente 
-Uy de esos que llamas cuando queréis follar 
-¡claro que no! ¡no esa clase de amigos! - miro enojada a Fabián. 
- habéis dicho amigo especial, eso es equivalente a un follamigos. 
-¡claro que no!  
-¡claro que si! - Fabián estaba disfrutando molestarme - ¡y mañana cuando le cuente a Sebastián va a flipar el hombre! 
- va a estar dolido - interviene Manuel siguiéndole el juego 
- no hay nada peor que llevarlo a la zona de amigos - dice Fabián sonriendo 
- ahora Sebastián es el amigo de todas - señala riendo Manuel - ¡y dos son sus ex! 
-¡amigo de sus ex! ¡que putada! 
-Ey chicos dejad de molestarla - interviene Adriana  
-son unos pillos - dice Katherine que los mira con cariño. 
-son unos ...unos..unos - comienzo a decir furiosa. 
-unos guapos e irresistibles - ayuda Manuel - ¡eso ya lo sabemos! 
-¡vamos palomita tu puedes! - alienta Fabian. 
-¡no soy palomita! 
- tienes un carácter fuerte y a la vez muy escondido, ahora entiendo porque mi amigo ha perdido el norte por ti - dice Fabian serio - si dejas que Ella se lo quede ¡voy a ir por ti! 
-¡vamos a ir por ti! ¡eres más fácil de molestar! - añade Manuel 
Y con eso se despiden y se van. 
- ellos cuatro son muy unidos - dice Katherine viéndolos irse - por lo visto piensan igual que yo, ¡eres perfecta para mi hijo!, ¡deberíamos organizar algo juntas! 
-claro - contesto por inercia  
-Katherine te espero en mi celebración - dice mamá, ella estaba organizando una fiesta para celebrar un año más de casada, 28 años junto a mi padre y seguían tan enamorados.  
- ahí estaré, ahora es momento de ir a casa. 
- vamos Adri - dice Rodrigo, se despiden y se van  
-Vámonos - dice Javier - vamos Cassie  
-yo voy con kyle - contesto y Javier me mira serio - me ha estado esperando todo este tiempo, no puedo decirle ahora que se vaya solo. 
-¡ya esta mayorcito! 
-adiós Javier - suspira cansado pero no discute. 
------------------------------------------------------------------------------
SEBASTIAN 
Al día siguiente al llegar al torneo de ajedrez me encuentro con Javier, me mira serio y se cruza de brazos. 
- Estás molesto por lo de ayer, pero tenía que defender a Ella y no me voy a disculpar por preocuparme por una amiga, AMIGA  
- lo entiendo - dice dejándome sorprendido - si Ella fuera mi hermana me gustaría pensar que tiene a alguien de su lado, y si dices que solo es una amiga ¡te creo! ¡pero como me estés mintiendo te vas a arrepentir!, ahora te toca convencer a Cassie. 
-¿ vas a seguir apoyándome? 
-si, y el plan de hoy es que vengas en la tarde a esta dirección - me alcanza un papel con los datos y cuando lo leo me sorprendo - ¿este no es uno de esos barrios peligrosos? ¿Para qué me quieres ahí? 
- porque mi hermanita no ha tenido mejor idea que meterse ahí - dice exasperado - hemos tratado de convencerla de buscarse otro lugar, pero no quiera recibir ni un centavo de nadie, he investigado la zona y no es tan malo, créeme sino, ni mi padre ni yo dejaríamos que ponga un pie en ese lugar, vamos a dejarla tranquila por ahora, después voy a presionarla para que busque otro lugar. 
-no me gusta que este sola 
-pues bienvenido al club - contesta mirando su reloj - tengo que irme, almuerzo familiar ya sabes, pásate como a las 4 y tráete a tus amigos, necesitamos cargadores. 
Cuando le conté a los demás, aceptaron inmediatamente y aquí estábamos ahora, mirando el pequeño edificio. Entendía porque a Cassie le gustaba el lugar, en la parte principal del edificio había una pequeña librería café muy acogedora. 
Al subir dudé en tocar por un momento y Fabián se me adelantó. 
-¡la paciencia no va conmigo! 
Javier es quien nos recibe 
- el carro de la mudanza está por llegar - dice mientras pasamos -  ¡llegaron los refuerzos!  
Grita Javier, Mateo sale de un cuarto y las mujeres de otra habitación. 
-¿que hacen aquí? - pregunta Cassie al vernos, luce sorprendida y cabreada. 
Lleva puesto un vestido y va descalza. 
- vienen a ayudar - responde Javier  
-No necesitamos ayuda - contesta tercamente mientras saludamos a Sandra, Clara y Amanda. 
-¡en serio! ¡yo creo que si! ¡apuesto a que solo un cuadro pesa más que tú! 
Cassie mira indignada a Fabian. 
-¡yo no pienso hacerlo solo! - dice Javier y Cassie mira esperanzada a Mateo 
-solo soy un hombre ¡no soy hulk! - contesta 
-¡solo son unas cuantas cajas! 
Su madre se aclara la garganta antes de intervenir. 
-cariño, puede que haya un poco más de cosas - dice cautelosamente, Cassie la mira sospechosamente - como un par de muebles y algún que otro artefacto. 
-¡mamá dije que no quería nada! ¡y cuando dije nada es nada! 
-eh niña solo dijiste que no gastáramos, ni compráramos nada - intervino Amanda - ¡y no lo hicimos! 
- ¿entonces de dónde sacaron las cosas? - pregunta curioso Javier 
-Pues de casa - contesta Sandra riendo  
-¡desvalijaron la casa! - grita Cassie 
-pues agradece, cuando me fui ni un cuadro me dieron - dice Javier mirando indignado a su madre. 
- pues no querías nada nuevo, así que compramos lo nuevo para nosotras y te obsequiamos lo viejo - interviene Amanda -así todo solucionado  
Todos reímos pero a Cassie no le da gracia, paro de reír cuando nuestras miradas conectan; ¡estaba claro que no me quería aquí!. El timbre del celular de Javier nos saca de nuestro pequeño mundo. 
-¡ el carro de la mudanza está aquí! 
- Déjame ayudarte, anoche mencionaste que somos amigos ¿no? pues eso hacen los amigos ¡ayudar! - Cassie mira a Fabián cuando menciono lo de ser amigos, pues sí, Fabián me contó lo que paso anoche cuando me fui. 
-Uhmm después continúan - interviene Mateo - avancemos antes que nos gane la noche  
Y así nos ponemos manos a la obra, una hora después no terminábamos,  principalmente porque Cassie se volvía quisquillosa con sus cosas. Si asentábamos las cajas con fuerza estaba ahí como soldado para regañarnos. 
-¡no que eran unas cuantas cajas!- se queja Manuel  
-¡joder casi me mato en las escaleras! - Claudio llega cojeando.
-¿qué mierda traes aquí? ¡piedras! - dice indignado Fabián, dejando caer la caja de golpe  
-Ey que son mis libros - regaña Cassie  
-¡pues no se van a hacer nada! ¡son libros! y ahora pregunta por qué lo sé ¡porque tengo un montón de ellos! y en perspectiva mi columna es más importante. 
Mientras los cuatro descansábamos un rato, Mateo y Javier suben un pequeño escritorio  
-¡se me hizo eterno! - exclama Mateo sentándose en el suelo junto a nosotros. Javier estaba igual de agotado.  
- solo es un pequeño tramo de escaleras - dice Cassie ganándose seis miradas enojadas  
-¿Qué tienes en todas estas cajas? - pregunta Javier - ¡pesan como el demonio! 
-libros - contesta mientras empieza a desempacar  
-libros - repite Manuel - ¿es que piensas hacerle competencia a la librería de abajo? 
-solo son unos cuantos - contesta sacando algunos libros.  
Fabián se levanta de golpe y se acerca a la caja sacando un cuento infantil. 
-¡No jodas! ¿sigues leyendo esos cuentos? ¡a tu edad se leen novelas eróticas mujer! - Cassie le quita el libro enojada  
-son de cuando era niña - y vuelve a guardar el libro en la caja 
- ¿y los guardas hasta ahora? - la mira incrédulo - ¡seguro que hasta la ropa de sus muñecas aún conserva!  
Cassie se sonroja y Fabián ríe  
-¡huye amigo! ¡huye!   
-deja de molestarla - intervengo mientras me levanto. Cassie me mira antes de contestarle a Fabián. 
-son los recuerdo de mi infancia, además son libros de colección y un regalo de mis padres, ¡los voy a conservar toda mi vida!,  los recuerdos se deben conservar  
-Pues solo si son buenos - responde Fabián - créeme los malos no los quieres recordar ¡aunque creo que lo sabes!  
No soy el único que lo mira interrogante cuando se acerca a la ventana; mis amigos también se preguntan ¿qué se esconde detrás del siempre alegre Fabián? 
El papá de Cassie nos saca del silencio  
-bajen falta el último mueble, con cuatro de ustedes lo hacemos - y se va esperando que le sigamos  
-Pues que vayan Javier, que es el hermano; Mateo, que es el cuñado ¡ya sabéis la familia es lo primero! - dice Fabián sentándose junto a Manuel - Sebastián que es el amigo especial ... 
Me río sin poder evitarlo y Cassie se sonroja; Fabián mira entre Manuel y Claudio evaluándolos  
-va Claudio  
-vaya gracias - contesta sarcásticamente - ¿y cómo lo decidiste?  
-porque tus padres tienen más posibilidades de salvarte la espalda ¡ya sabes por si te mandas por las escaleras!, no digo que tú no Manuel pero tus padres no tienen un puto hospital. 
Claudio lo mira enojado y se acercó peligrosamente, lo detengo antes de que cometa una estupidez. 
-¡solo es broma hombre! - levanta las manos - ¡ya conoces mi humor negro! 
Claudio no contesta y baja, miro interrogante a Fabian y él solo niega con la cabeza;  decido bajar y conversar con ellos luego. 
Después de subir el último mueble, descansamos mientras Cassie iba de un lado a otro, aparecía una niña pequeña alegrándose por cada cosa que sacaba de sus cajas. 
- ¿habéis visto una caja pequeña? - pregunta en general - ¡no la encuentro por ningún lado!  
-por ahí debe estar - contesta Javier, sin atismo de querer ayudarle a buscar. 
La observo rebuscar por todos lados  
-¡y si se han olvidado!  
-en el carro no ha quedado ni un cartón - responde su papá  
-¡pero no la encuentro! - y vuelve a buscarla desesperada  
-¡es que tenéis oro ahí guardado! - dice Manuel  
-¡Ay lo encontré! - dice arrodillada en el suelo - ¡esta en medio de estas cajas! 
Estaba rodeada por las cajas de libros,  se tenía que quitar las tres primeras para poder cogerlo  
-¡Ayúdenme a sacarlo!  
Todos la miramos y ninguno se levanta a ayudarla  
- ¡bien! ¡lo sacaré yo sola! - anuncia mientras intenta mover la caja, de la que no mueve ni un centímetro. 
Verla esforzarse sin resultado hace que a pesar de mi cansancio me pare a ayudarla. Me acerco y la miro, antes de alzar la primera caja, ella se aparta a un lado. Cuando termino de sacar las dos restantes, recoge la caja, dice gracias y se va a su habitación. 
- ahora me intriga saber qué tiene en esa caja - me dice Fabián cuando vuelvo a sentarme a su lado  
-te quedarás con las ganas  
-Pues tú también - susurra y no me pierdo la insinuación que hace el capullo. 
-Pues a diferencia de ti ¡yo sí voy a saber su contenido! y no me voy a quedar con las ganas, en ningún sentido  
-capullo - contesta riendo  
-no más que tú - mientras nos reímos Cassie sale de su habitación  
-voy a pedir pizzas - anuncia  
-Pues es lo mínimo, después de hacernos trabajar como esclavos - responde Fabián Luego de cenar, Mateo y Sandra son los primeros en irse seguidos de sus padres y abuelos 
Cassie se despide de nosotros y se mete en su habitación, dejándonos  con Javier -voy a quedarme, necesito hablar con ella . Javier asiente y se va con mis amigos. 
Me quedo parado un momento analizando, si entrar en su habitación seria buena idea, lo mejor era hacer ruido o  simplemente llamarla, antes de decidirme por mis opciones, Cassie sale de su cuarto y se sorprende al verme, sus ojos buscan a los demás, me mira antes de tomar aire e exhalar fuertemente. 
-¿porque no te has ido? 
-necesitamos hablar en privado 
-ya hablamos ¿recuerdas? 
- esa eras tú, tomando el control y jugando un jueguecito mental conmigo, acepto que me he comporte como un capullo, pero tú también hiciste tu parte  
-vaya si así quieres comenzar ¡échame la culpa!  
Me acerco más a ella  
-que no funcionara es por error de los dos 
-Oh pensé que todo era por mi culpa - responde sarcásticamente - ¡eso me hiciste creer!  
-¡Claro que no! ¡yo jamás dije eso! 
- Pues siempre son tus miedos Cassie, tus dudas, tus pesadillas … - comienza imitándome burlonamente  
-¡basta Cassandra! - me mira asombrada, era la primera vez que levantaba la voz y la llamaba Cassandra, desde los primeros días que nos conocimos. Respiré profundamente para tratar de controlarme  
-necesitamos tranquilizarnos  
-¡tú necesitas tranquilizarte! y si es posible ¡fuera de mi casa!  
-no me voy a ir hasta que aclaremos todo 
-¿qué tenemos que aclarar?, para mí todo está claro, eres un gilipollas que se cree que tiene el derecho de decidir por mí y que además anda de buen samaritano con su ex 
-solo quería lo mejor para ti. 
- pues soy lo suficientemente grandecita para saber lo que es mejor o peor para mí, por ejemplo ahora sé que lo mejor es que te largues, antes de que te estampe algo  
-¿estás furiosa por eso o porque ayer fui un buen samaritano con Ella y no te seguí el juego con tus dedicatorias?, preciosa - dije para molestarla, estaba tan cerca de ella que podía sentir su aliento y su furia. 
-¡eres un imbécil! 
- y tú una gatita celosa - intenta manotearme, pero la detengo a tiempo - no no ... no... a guardar esas garras  
-¡serás imbécil! ¡suéltame!  
-no hasta que esté seguro de mi integridad - río al mirarla echar chispas, estaba toda sonrojada y furiosa; y solo tenía ganas de besarla. La volteo sorpresivamente y la acojo en mis brazos  
-¡suéltame! 
-eres un pequeño vendaval a tomar en cuenta cuando está celosa  
-no estoy celosa - dice lentamente 
- ahora dilo sin apretar los dientes - intenta soltarse pero solo logra encajar su cuerpo más cerca. Al seguir moviéndose encajo mi erección en su centro. 
-¡joder Cassie deja de moverte! - suplico 
-----------------------------------------------------------------------------
CASSANDRA 
Ni siquiera me percato de lo que sigo haciendo hasta que me suelta las muñecas y me toma de las caderas. Enrojecí, inconscientemente me había estado restregando en su erección , me quedo mortalmente quieta hasta que siento su aliento en mi cuello. 
-solo hay una mujer que me vuelve loco y ... eres tú. 
Me da vuelta en sus brazos y me mira fijamente antes de besarme y me pierdo en ello. Lo había extrañado, cada momento a su lado fue especial, ni siquiera podía explicarlo, solo lo sentí en mi ser, ¿qué sentido tenía pelear? 
-Envuelve tus piernas en mi cintura cariño - y lo hago ¿como rayos lo logré? ¡ni yo lo sabía!, reacciono al sentir la fría superficie en mi trasero. 
-esta encimera necesita que la bauticen - dice sonriendo mientras me despoja del vestido.  
- Sebastián - gimo cuando su boca toma posesión de un pecho. 
- te necesito de la forma que sea, ¡te necesito esta noche! - simplemente me dejo llevar porque es exactamente lo que quiero, estar en sus brazos. Intento quitarle el polo pero me es imposible, me acuesta y me quita la ropa interior; me siento expuesta pero a la vez muy deseada cuando acomoda mis pies en la encimera, se quita el polo mostrando su buen estado físico ¿cuándo sacaba tiempo para ir al gym? ¡no me interesaba!, solo poner mis manos sobre él SI. 
- quieta cariño, solo disfruta - dice encajando mis piernas en sus brazos y puedo sentir su aliento -porque yo lo voy a disfrutar 
Me pierdo en lo que me hace sentir, en el placer, en sus ojos, hasta que explotó y pierdo el conocimiento. 
Cuando reacciono estoy en mi cama mientras él termina de desvestirse  
-los calzoncillos, ¡quítatelos! - el voltea sorprendido  
-Y yo pensando que reaccionarías mañana  
-pues no tienes tanta suerte ¡quítatelos! nunca me dejas mirar - el ríe y se lo quita sin pudor alguno. 
-puedes mirar y jugar todo lo que quieras cariño ¡soy todo tuyo! 
Lo miro y me entra al temor, una cosa era ser avezada y lograr lo que quieres pero ¿una vez que lo tienes qué haces? ahí estaba yo, todo el valor se me fue y enrojecí. Quería ser seductora y atrevida ahora parecía un tomate de la roja que estaba, el ríe y se mete en la cama. Me mira y se acerca a besarme en la punta de la nariz. 
- las niñas traviesas como tú no deberían pedir un juguete que aún no pueden manejar - dice con una sonrisa descarada. 
- o puede ser que tu juguetito no me impresionó tanto - el ríe y se aparta  
-Sí que sabes herirme cariño, en todo mi orgullo varonil - y sigue riéndose hasta que tomó valor y cojo su pene; gime fuertemente, no esperaba ese movimiento  
-Cassie es mejor que paremos ahora, sabes que aún no estás lista ... - cuando mi mano intenta tomar su anchura vuelve a gemir y coloca su mano sobre la mía intentando apartarla, por inercia aprieto más y suelta un gemido más fuerte -¡joder! 
- Enséñame a complacerte - él me mira fijamente - ¡sabes que quieres enseñarme! 
Me inclino sobre él y causó el efecto que quería, cuando no deja de mirar mis pechos, me inclino para besarlo pero él me sorprende y en un movimiento me tiene debajo de él. 
- esta noche estás demasiado traviesa - dice en mi oído  
-y eso te encanta - nos besamos desesperadamente  
-¡vamos a ver que tan bien obedeces! 
-¡o qué tan buen profesor eres! - digo descaradamente  
-Ven aquí - dice levantándose y lo veo recorrer la habitación con la mirada, hasta que se mueve y coge mi toalla, que luego tira al suelo. Una vez que salgo de la cama me pongo nerviosa, me acercó y me besa. 
-arrodíllate - hago lo que me dice lentamente hasta que tengo su erección frente mío, me muerdo los labios inconscientemente provocando un gemido en él. 
-cariño - dice con la voz ronca mientras me coge del pelo - abre la boca 
Obedezco rápidamente y el gime al primer contacto  
-confía en mí, utiliza solo la lengua - él quería tratarme como una muñeca delicada pero ahora estaba lista para más. 
---------------------------------------------------------------------------
SEBASTIAN 
Ella estaba volviéndome loco, su lengua rodeando la amplia cabeza de mi pene me descolocó, sin pretenderlo apreté más su pelo y ella se quejó, solo me mira con esos ojos inocentes. Su boca era mi tormento y mi cielo a la vez. Ella sujeta mi pene tan fuerte y se lo mete en la boca intentando llevarlo hasta la base e instintivamente empujo más. 
-¡joder cariño! - mirarla con la boca llena de mi pene me hace perder el control, con las manos en su pelo la guio haciendo que cada vez tome más, podía sentir que estaba a punto de correrme pero era tan hijo de puta que quería hacerlo en su boca. 
Eché la cabeza atrás y disfruté de los últimos momentos, solo se podía oír mis jadeos, esto era el cielo. 
-cariño voy a correrme - me mira - te lo vas a tragar todo, ¿eso es lo que quieres? 
Enrojeció sin poder evitarlo, Cassie tenía ese fuego en sus ojos igual que la inocencia, y eso era una mezcla muy poderosa para un simple mortal. Cuando el placer tomó el control me corro con un gruñido de profunda satisfacción, Cassie solo gimió al tragárselo todo, después de volver a respirar tranquilamente y tomar el control, la miro aun arrodillada con los labios hinchados y la mirada vidriosa, no era el único que había disfrutado inmensamente de la experiencia, la ayudo a ponerse de pie y la beso. 
- Eres la mejor alumna del mundo - sonrío - y te mereces un premio  
La volví a la cama y disfruté de la vista, sus pechos eran tan tentadores, tener todo ese pelo castaño extendido sobre la almohada,  tenerla radiante y necesitada era el paraíso; y cuando me coloque entre sus largas piernas abiertas que me daban la bienvenida ¡podía morir feliz con solo eso! 
A la mañana siguiente cuando desperté Cassie dormía plácidamente, nuestras piernas estaban entrelazadas y encajaban perfectamente. La luz de la mañana recién se deslumbraba, estaba acostumbrado a levantarme temprano y mi pasatiempo favorito era observarla, no había pesadillas a la vista, solo una sonrisa.  
Recordar lo de anoche hizo que mi erección despertara en todo su esplendor, tenía que empezar a contar y enfriar mi mente, pero ¿cómo lograrlo si Cassie suspiraba entre sueños?, mis manos por inercia fueron a sus pechos que encajaban perfectos en mis manos, Cassie solo suspiraba satisfactoriamente y empujó su pequeño trasero a mi erección. 
Tenía dos opciones, darme la ducha más fría de mi vida o disfrutar de ella. Encaje su pierna más arriba sobre la mía dejando su coño expuesto a mis dedos, cuando la acaricie estaba húmeda, metí un dedo dulcemente, moví el pulgar sobre su clítoris, haciendo que se mojase más, rítmicamente jugué con su coño, pude sentir el momento exacto que despertó, se tenso por un momento y luego gimió. 
- Buenos días preciosa - dije en su oído mientras besaba su cuello. Cada vez se ponía más húmeda, retire el dedo y ella se quejó, pero volví con dos y volvió a tensar  
-Dios mío - gimió echando para atrás la cabeza, la bese no pude evitarlo. 
Retiro los dedos y encajo tres, ella se tensa y gime fuertemente, pero estaba tan húmeda que fue fácil recibir mis dedos  
-eso es cariño - dije abriéndola más - ahora mírame 
Volví a sacar los dedos y mientras me miraba los introduje lentamente, podía ver cómo estaba perdida en la excitación, la folle rítmicamente hasta que se puso rígida y se corrió con un grito. La besé tragándome sus gemidos. Retire los dedos lentamente y los llevé a la boca, enrojeció más mientras recuperaba el sentido. 
La beso por última vez antes de levantarme y darme esa larga ducha fría. Al salir la encuentro mirando por la ventana, se había cambiado y cuando voltea, sonrió. Llevaba puesto un polo con el estampado de un perrito sacando la lengua adorablemente. 
- luces tan adorablemente inocente cariño - enrojeció y me acerqué a ella. A la luz del día había vuelto la tímida Cassie. La senté en mi regazo y aspire su aroma 
-Sebastián - dice nerviosamente apretando sus manos - ¿a dónde vamos a partir de ahora? 
Sus ojos mostraban vulnerabilidad y lo odié, la tome del mentón y la beso 
-¡te quiero Cassie!, tengo 30 años y eres la única mujer que me hace pensar en corazones y flores... me haces decir las cosas más cursos del mundo... y también tengo miedo cariño... miedo de perderte -Cassie sonríe y me besa 
-Te quiero tonto - dice sonriendo - pero si vuelves a tomar una decisión por mí ¡voy a darte tu merecido!  
Rio sin poder evitarlo, ¡si que era una fierecilla!. Comienzo a recorrer su cuerpo y ella enrojece más, algo en su mirada me dice que está recordando lo de anoche, se muerde los labios seductoramente, trato fuertemente de aclarar mis jodidos pensamientos  
-necesitamos reglas  
-eso dijiste la vez pasada  
-no llegamos a establecerlas - contesto ya más calmado y en control de mis pensamientos. 
Ella me mira pensativamente y se levanta, la observo rebuscar hasta que encuentra un pack de notas. 
- vamos a escribirlas - la miro divertido - ¿que? todo lo escrito es más seguro y sirve como prueba  
-¡como tú órdenes preciosa! ¡ahora ven aquí! - cuando la vuelvo a tener en mis brazos, la beso ¡era tan adorable! 
-¿y la primera regla sería? 
-que confíes en mí siempre  
-Ey eso no -  me mira y frunce el ceño - ¡tampoco voy a creer en todo lo que me digas tan fácilmente! 
-vas a ser dura de convencer  
-soy la hija y hermana de dos abogados, no me dejo convencer fácilmente, ¡tendremos que negociar!  
-¡me pones cuando te haces la dura!  
-Sebastián - regaña 
- qué tal si la primera regla es ... sin mentiras  
-¡me parece bien!, lo segundo: respeto ... a las decisiones del otro  
-estupendo ¿y la tercera? 
-sinceridad ...ser sincero con lo que sentimos y la última ... fidelidad  
Nos miramos durante un instante y asentimos, de pronto la alarma suena fuertemente  
-¡maldición! ¿qué hora es? - pregunto  
-son las 8:30 a.m  
-¡maldición se me hizo tarde! - Cassie ríe al verme vestir apresuradamente - ¡eres una mala influencia que lo sepas! desde que estoy contigo siempre llego a las justas o tarde. 
-No es mi culpa que te entretengas tanto para salir  
-¡eres tú y esos vestiditos lo que me entretienen y me desconcentra! ¡no fijas que no lo sabes!  
-Uy uy tardón - dice saliendo de la habitación entre risas, termino de alistarme y salgo. 
La encuentro rebuscando una caja y no puedo evitar resistirme a palmearle el trasero. 
-Ey - dice levantándose, la beso sin darle tiempo de decir nada más  
-¡te voy a extrañar como loco!  
-¡siempre lo dices! 
-nos vemos cariño - después de un par de besos más, me bota riendo de su departamento. 
Al llegar al hospital no puedo disimular mi excelente humor, ni mis internos traicioneros pueden lograr malograrme la mañana.  
- Así que Cassie te perdonó lo gilipollas - Fabián y su sentido del humor ni me inmutan 
-se le nota a legua - dice Manuel - lo asquerosamente feliz que está  
-¡vaya no sabía que mi felicidad les molestaba! 
-eso no nos molesta, que lo presumas SI - contesta Claudio, recogiendo los informes médicos 
-no hay cirugías esta mañana - señala Manuel y se cruza de brazos - no hay emergencias tampoco ¡todo está muy tranquilo! 
-¡eso está bien! 
-No, eso no está bien - contesta Fabián - cuando todo está tranquilo es sinónimo a una próxima desgracia  
Claudio asiente de acuerdo.  
-¿Averiguaste que tenía Cassie en la caja? - pregunta Fabián  
-¿qué caja? - no recordaba de qué caja hablaba  
-Cassie te jodió el cerebro 
-ey imbécil, ¡respeta!  
Los demás se ríen hasta que llega Adriana corriendo agitadamente  
-¿qué demonios te pasa? - pregunto cuándo mira como loca de izquierda a derecha  
-me escondo - responde poniéndose detrás de Fabián  
-¿de quién si se puede saber? - pregunta Manuel  
-de Melmel - contesta  
-¿ahora qué hiciste? - cuestiona Claudio, Adriana sale detrás de Fabián y lo encara - ¡esta vez yo soy la víctima! 
- ¡por supuesto! - responde sarcásticamente Claudio, antes que Adriana lo mande al diablo interviene Fabián  
-¿qué ha pasado Adri? 
-Puede que haya golpeado a un paciente  
Los cuatro la miramos horrorizados  
-¡Cómo que puede ser! ¿lo hiciste o no? - pregunto enojado, ¡esto era el colmo!  
-Adri - presiona Fabián - ¿qué pasó? 
-Melmel me asignó el paciente hace tres días y lo he soportado hasta hoy, ¡el imbécil es un mañoso Fabián!, ¡me ha tocado el trasero más veces de las que puedo contar! y en todo ese tiempo he cerrado el pico y he seguido con mi trabajo  
-¿Y qué fue diferente hoy? - pregunta cautelosamente  
-que me ha sobado el culo y por más que le dije que parara ¡se ha reído!, entonces decidí colocarle la vía y largarme de ahí, pero el imbécil aprovechó que estaba inclinada para intentar meter sus manos y tocarme las tetas - su voz había ido subiendo de volumen a cada instante. 
-Y le pegaste - terminé por ella  
-¡Claro que lo golpeé! ¡que agradezca que fue un simple golpe por mí lo hubiera noqueado!, también le grité su vida pero se armó un escándalo cuando otros pacientes me escucharon. 
Adri lucía abatida y la abracé, la entendía pero el problema era, ¿la junta lo entendería? lo dudaba.  
-Jamás en mi vida me he sentido tan asqueada Sebastián - noté que estaba llorando - podría entender a ese hombre si fuera un viejito pero el imbécil tiene 54 años y es otro que como la mujer no se lo levanta tiene que ... 
-¡maldición Adri calla!  
-¡pero es la verdad! 
Manuel se ríe y Adri lo fulmina con la mirada  
-¿te parece gracioso que pierda mi trabajo?  
-¡Claro que no! , simplemente que a pesar de todo sigues siendo tan ...tú  - contesta  
-voy a perder mi trabajo por un hombre con el pene chiquito y la mano larga  
-¡Adriana! - exclamamos todos; y Adri rompe a llorar nuevamente  
-ey enana - Fabián le seca las lágrimas - deja de llorar e ideemos un plan 
-¿plan? 
-sí, esos que armas siempre para salirte con la tuya. 
-Pues no tengo ninguno  
-Pues yo sí  
-¿en serio? - pregunto dudosamente  
-¡claro!, puede que estés ante un novio cabreado, más que eso, absolutamente cabreado porque un imbécil se ha querido aprovechar de su novia, y va a ser absolutamente todo lo posible para saber lo que pasó, como por ejemplo revisar las cámaras  
-pero no hay cámaras en las habitaciones - dice Manuel 
-y no eres su novio - añade Claudio 
-pues, el imbécil no sabe que no hay cámaras y la junta no sabe que Adri no es mi novia, así que solo queda convencer al imbécil que le resultaría peor si pone una queja, y a la junta no le conviene enfadar a uno de sus médicos que le va a traer mucho dinero con la investigación que está a nada de salir, y que tiene loco a las revistas científicas y al colegio médico en general. 
- ¿harías eso por mí? 
-eres la única que me regala galletas y me consigue citas decentes  
-gracias, gracias - exclama Adriana abrazándolo, Fabián solo pone los ojos en blanco. 
-¡ey que el plan aún no ha resultado!  
-¡Eres el mejor! 
-vamos a hablar con ese imbécil  
-vamos - dice Adri pero se detiene - no esperes que con esto, te presente a Elisa  
-¿por qué demonios no? 
-¡solo va detrás de tu dinero Fabián! 
-pues yo voy por su cuerpo así que el trato es justo  
-¡serás imbécil! -  Adrián avanza con él golpeándolo  
-¡basta enana! 
-¡no soy enana! ¡tú eres muy alto!  
-¿y? ¡eso no deja de lado que seas enana! 
Y así se van discutiendo por el pasillo  
-Adri es un caso serio - dice Manuel -¡y Fabián también!. 
Esperaba que el plan de Fabián resultara, si no iba a convertirse en un problema mayor. Intento comunicarme con Cassie pero no contesta, después de atender a los pacientes, estaba en el pasillo cuando Adri llega corriendo nuevamente. 
-¡tienes que venir a ver esto! ¡es una tragedia!  
-¿qué demonios pasa? - preguntó siguiéndola  
-hubo un terremoto en una provincia cercana, hay muchos heridos, el hospital de la zona no se da abasto, escuché que van a mandar un equipo de ayuda 
Vi las imágenes y el desastre era enorme. 
-¡por eso jamás me gusta la calma en el hospital! - dice Fabián  
Nuestro jefe se acerca y anuncia que un equipo ira a la zona, Claudio y yo nos miramos, éramos los únicos que habíamos vividos experiencias similares, teníamos que ir. Ella también se lanza de voluntaria, saldríamos esta misma tarde. Llamó a Cassie y por fin me contesta, le cuento lo que pasa y me entiende  
-solo promete que te vas a cuidar 
- ¡por supuesto cariño! ¡tengo mil razones para volver a casa! 
 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.