Dispuesta A Escapar Del Amor

CAPITULO 31

CASSANDRA

Los primeros rayos del sol entraban bañando la habitación, sonreí al recordar la noche tan especial que había compartido con el hombre que había inquietado mi alma, aun podía sentirlo en cada parte de mí, sentí su suave respiración y me acurruque más cerca saboreando la plenitud del momento; mis dedos picaban por recorrerlo entero una y otra vez, Sebastián era un hombre muy atractivo y ahora era todo mío, sonaba tan posesiva.

Me incorpore para observarlo, lucia tan angelical ahí y me tome mi momento para deleitarme de él, por lo visto lo había agotado … sonreí al pensarlo, le robe un beso y me levante de la cama, me sonroje al ver la ropa esparcida por el suelo, junte todo, me di un pequeño baño y en silencio abandone la habitación.

La casa estaba en silencio, un increíble silencio, sali al jardín y vi como algunos trabajadores juntaban sillas y cosas del evento supervisados por Ana, que más que una empleada era parte de la familia; ya que llevaba años con nosotros desde que eras unos críos.

-anoche desapareciste de la fiesta – la voz de Sandra a mi lado me sobresalto – o más bien desaparecieron, tienes que agradecerme que impedí a Javier buscarte y ¿tienes algo que contarme pillina?

Voltee sonriendo y ganándome una mirada de ¡ya lo sé todo!, haciéndome la interesante no conteste nada e ingrese a casa, Sandra me siguió hasta la cocina con mil preguntas.

- pero que taimada eres, yo te cuento todo

- no todo – dije mirándola, mientras repasaba mi facha mañanera. Comencé a prepararme mi dosis de cafeína y pensé que seguramente Sebastián tendría hambre al despertarse, no solo se había perdido la fiesta sino también la cena.

- pues esperaba que me lo contaras tú, pero como no empiezas de desembuchar, comenzaré yo … ¡pero que buen trasero tiene nuestro querido doctorcito! ¡lo dejaste agotado querida, duerme tan en paz!

- ¡Sandra! – grite escandalizada y completamente pillada

- fui a buscarte con muy buenas intenciones para que lo sepas – decía mientras se movía por la cocina buscando que comer – en plan hermana buena onda, pensé que después de lo que paso anoche necesitábamos hablar, pero ya veo que nuestro querido doctor tuvo un mejor plan y te hizo olvidar todo.

- Sandra anoche fue maravilloso más que eso … él me hace sentir … es que …no sé cómo explicarlo …

- no necesitas explicarlo, se lo que quieres decir … pero ahora a lo importante ¿te corriste?

- ¡Sandra! – volví a gritar escandalizada para después las dos romper en carcajadas

Y así nos encontró nuestra madre, riéndonos como un par de locas

- buenos días – saludo robándose mi taza de café.

- ¿y papá? – pregunto Sandra

- aun dormido, lo deje agotado

Las tres nos miramos pícaramente y rompimos a reír, después llego Nadia toda somnolienta que al mirarnos preguntó si nos entrabamos bien.

- más que bien mi niña, hoy hemos descubierto que tenemos más resistencia.

- ¿más resistencia? ¿resistencia en qué? – al verla sin idea de nada, comenzamos a reírnos, entendió solo cuando Sandra comenzó a hacer las señales más obscenas. Me levante a preparar más café, cuando llegaron mi abu y la mamá de Sebastián; al rato llego Adriana de lo más risueña

- ¿y los demás? – pregunto vaciando hasta la última gota de café

- agotados – respondieron al unisonó mi madre y Sandra y rompí a reír igual que las demás.

-la fiesta fue demasiado para ellos, todos están aún en cama y ya son las diez de la mañana – dice Sandra asomándose por la puerta – no hay rastro de ellos, sola las mujeres estamos despabiladas.

Adriana por fin entendió la insinuación y comenzó a reírse a carcajadas hasta que su madre le interrumpió

- y a todo esto ¿dónde está Fabian, Adri?

- ohh… él esta dormido, fue un viaje largo y después la fiesta, anoche cayo rendido

Nos quedamos mirándola sospechosamente todas.

- ehh no es lo que piensan, fue el viaje quien lo agoto, yo y él nada que ver, dormimos juntos y solo dormimos, no haríamos eso aquí en casa ajena – su madre la miro atentamente – y ni en otra casa, nosotros nunca …ya sabes

- para ya hija, no es necesario tanta negación o sino si voy a creer que paso algo de tanto que lo niegas.

- nada de nada – una mirada de su madre le apresuro a decir - mejor me callo.

- ¿y Sebastián? – pregunto Katherine mirándome pícaramente – no lo vi desde que desapareció de la fiesta.

- esta dormido – dije empezando a sonrojarme

- y no solo el viaje lo agoto – insinuó Sandra, quería patearle, pero estaba lejos para hacerlo sin que me vieran, comenzaron a reírse mientras podía sentir el puto sonrojo de mi cara, como odiaba sonrojarme joder.

- ehh niña que los fuegos artificiales fueron en todas partes.

Estuvimos un buen rato conversando, riéndonos, Katherine era muy maja, me encantaba que mi madre y ellas fueran amigas, su familia encajaba perfectamente con la mía, sonreí feliz.



#33524 en Novela romántica
#5560 en Chick lit

En el texto hay: romance, amor, juvenil y drama

Editado: 03.11.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.