Distancia

6 - Shin – 3

Shin y Lira seguían a Athos en la distancia. Lira estaba bordeando el rango de visión de su hermano mientras Shin caminaba por el centro de la calle sin que nadie se percatara de su presencia. Athos estaba siguiendo a una persona encapuchada por el mercado, iba caminando entre la gente, fundiéndose entre los puestos. El encapuchado tenía un gigantesco sombrero que estaba recubierto por una capa de brillante metal. Shin escondió a Lira con cuidado entre dos puestos para recibir un abrazo de la jedi, que escondió la cabeza entre su pecho. El perseguido pasó frente a ellos sin prestarles atención para luego meterse en una taberna. Athos se quedó vigilando en la distancia.
“Hueles bien…” Dijo jocosa Lira mientras empujaba a Shin para mirar a su hermano en la distancia. “¿Qué opinas del perseguidor?
“Estoy más preocupado por tu hermano.” Dijo con seriedad Shin mientras sentía a Lira apoyarse contra él.
“Su habilidad para encontrar objetivos es excelente, Shin.” Dijo sonriente Lira. “Ese debe ser uno de esos mercenarios. Me imagino que debe ser la mujer con tatuajes. Un androide no tiene nada para hacer en una taberna.”
“No sirvo para nada…” Dijo ofuscado Shin.
“Yo no me preocuparía demasiado…” Dijo despreocupada Lira. “Athos hace esto con Kysho, con Lak y con Aola…” Agregó mirando de cerca a Shin. “Ya había asumido que iba a hacer lo mismo contigo.”
“¿Qué está esperando?” Preguntó preocupado Shin.
“Que se mueva… supongo.” Dijo pensante Lira.
“Podría salir por el otro lado del edificio...” Dijo pensante Shin.
“Puede que esté pensando en que hacer…” Dijo divertida Lira revisaba a Shin. “Podrías conseguirle algo a tu maestra mientras estamos en el mercado.”
“Más tarde.” Dijo distraído Shin mientras veía pasar a un grupo de robots liderados por un mecánico.
“Ah, eres un padawan muy atento…” Dijo jocosa Lira.
“Eres una jedi muy… particular, Lira.” Dijo con seriedad Shin.
“Voy a tomar eso como un halago.” Dijo divertida la jedi. “No creo que vaya hacer nada más que observar… ¿Cómo es que estoy tan bien oculta?”
“Estoy usando la técnica de mi maestra para ocultarte.” Dijo con seriedad Shin.
“¿Cómo tu maestra?” Preguntó sorprendida Lira.
“Ella puede hacerlo con grupos de personas, yo apenas puedo sostenerme a mí.” Dijo pensante Shin. “Solo te oculté por unos instantes.”
“Ya veo… Tú no eres lo que yo llamaría sigiloso.” Dijo divertida Lira.
Shin estaba encantado con la personalidad de Lira.
“¿Qué?” Dijo divertida Lira mientras miraba a los ojos del jedi.
“Me gusta trabajar contigo…” Dijo pensante Shin.
“Lo sé.” Respondió contenta Lira. “Yo me siento igual… Una lástima que estés enamorado de tu maestra.”
Lira notó a Shin tragarse sus palabras para saltar hacia el medio del camino y hacer un ademán con su mano, como si estuviera trayendo algo con una cuerda. Athos rodó por el piso para que un poderoso disparo destruya por completo el puesto que estaba usando de escondite. La gente empezó a correr por todas partes mientras el joven se ponía de pie. Los tres escucharon algo aterrizar sobre uno de los techos que los rodeaban. Por la puerta de la taberna salió el encapuchado mientras alguien más aterrizaba frente a ellos. Los tres estaban vestidos de la misma manera y cuando sus capas cayeron develaron al mismo androide. QI-07 era un modelo de androide y no un simple robot. El que había salido de la taberna llevaba dos blasters. El que estaba en el techo un rifle y el que tenían enfrente llevaba un bastón. Shin volvió a arrastrar a Athos hacia ellos para hacerlo esquivar una red que salió disparada del pecho del androide del techo. El jedi lo miró con desaprobación mientras se ponía de pie a su lado. Los disparos no se hicieron esperar. Lira vio a Shin correr hacia el centro de la calle repeliendo todos los ataques. Notó que debía haber estado entrenando ya que no estaba esquivando como siempre hacía. Seguido, se percató de que un grupo de gente había quedado encerrada detrás de él. Con solo una mirada, Lira le dio un mensaje a su hermano. Ambos corrieron hacia la gente a toda velocidad mientras Shin distraía a los enemigos. Los disparos habían acorralado a las personas contra la pared de la taberna y no había lugar para salir. Shin no iba a moverse hasta que la gente estuviera fuera de peligro. Athos cerró los ojos frente al paredón mientras concentraba la Fuerza en sus manos, mientras tanto, ella desviaba los pocos disparos que escapaban al bloqueo del Shin. Athos empujó hacia adelante para que la pared de ladrillos explote frente a él. La gente se metió por la abertura para pasar a la calle que estaba detrás. Athos y Lira vieron a Shin saltar hacia un lado mientras esquivaba los golpes del androide del bastón. Su arma ahora crepitaba con electricidad violeta. El androide del techo cambió de ubicación preparar su siguiente ataque mientras que el de los blasters nunca había dejado de disparar. Lira levantó un pesado motor que había en uno de los puestos para arrojárselo al androide de los blasters mientras Athos saltaba hacia los techos. Shin chocó su sable con el bastón para mover a su hermano en la distancia, salvándolo del disparo del francotirador. Lira podía sentir la frustración de su hermano en el aire, pero estaba más preocupada por Shin, que había recibido un golpe del electrificado bastón. Humeando, se recuperó del golpe de un salto para seguir peleando con su adversario. Ella tomó la iniciativa y levantó cada una de las piedras que había en el suelo para bombardear al androide de los blasters. Las piedras fueron como una tormenta de granizo que resonó por todo el mercado mientras corría hacia su enemigo. Su sable chocó contra un extraño escudo de energía que protegía sus brazos, tuvo que hacer una pirueta para esquivar el lanzallamas oculto en el antebrazo de su enemigo que terminó quemando todo lo que había detrás de ella. Su azulado sable rebotaba contra los antebrazos del robot que parecía tener experiencia peleando con espadachinas como ella. Mientras tanto, Athos corría hacia el francotirador, que, a diferencia de él, volaba con sus jets de techo en techo. Con golpe de mirada buscó algo que podía serle útil. Notó algo parecido a una bañadera en la distancia. Con un gesto de su mano mientras saltaba hacia adelante, el objeto terminó detrás del androide, recibiendo un golpazo que lo desestabilizó por completo. El jedi saltó frontalmente mientras su sable cortaba el rifle de su oponente, que cambió de postura rápidamente mientras dos cuchillas aparecían desde un compartimento en sus antebrazos. Su túnica y pecho sintieron su filo mientras se movía para esquivar el ataque. El androide empezó a atacarlo sin parar con mecánicos y precisos movimientos. Athos solo pudo defenderse de la tormenta de ataques mientras buscaba algo para usar a su favor. No quería que Shin lo volviera a salvar, así que iba a terminar la pelea lo más rápido posible. Giró hacia un lado para lanzar un golpe lateral mientras las cuchillas del robot golpeaban hacia el frente. Su sable debe haber tocado algo importante, ya que uno de sus brazos dejó de moverse. Usó su telequinesis para lanzarle una silla para luego volver a atacar. Su sable de color ámbar se trabó con la cuchilla restante del androide. Había caído en la trampa. Athos vio como el brazo desactivado se volvía a mover hacia él. La cuchilla iba hacia su abdomen. Lo último que iba a recordar era la silueta del robot en la distancia.



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En el texto hay: aventura y romance, starwars, star wars

Editado: 22.02.2023

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