Distancia Cero

Capítulo 5

Pov Tiana

Han pasado dos semanas desde que vivo con la banda masculina de ídolos del momento: X–WAY. Seung últimamente está haciendo el papel de hermano mayor celoso.

Estoy siempre muy cerca de los chicos del grupo y hemos entablado una gran confianza y amistad y esto lo "pone en alerta" como él dice. Yo sigo pensando que son celos pero a veces es mejor no discutir con él.

Me había levantado tarde y estaba preparando unas tostadas y huevos. Mientras escuchaba música y me movía al ritmo, sentí como alguien tocó mi hombro y me volteé para ver a Daehyun.

—Buenos días Dae —Le sonreí mientras me quitaba los audífonos y el devolvió la sonrisa.

—Buenos días osita —Me saludó y yo rodé mis ojos, divertida.

—¿Quieres que prepare algunos para ti? —dije volviendo a concentrarme en freír los huevos.

—No, gracias. Ya desayuné.

Se hizo silencio, él me miraba atentamente recostado de la mesa, le miré curiosa.

—¿Necesitas decirme algo? —negó con la cabeza—. ¿Entonces por qué me miras así?

—Estás hermosa, bueno...siempre lo estás —pasó su mano por su cabello cabello hacia atrás en gesto coqueto.

Sí se veía increíble, pero no caería.

Le miré con una ceja levantada.

—¿Qué quieres? —Él volvió a negar, le sonreí de medio lado—. No te daré un adelanto.

—Yo no iba a pedir eso —dijo con un fingido tono de ofensa mientras cerraba los ojos, hizo una pausa para luego mirarme—, pero ya que sacaste el tema...no puedes decirme solo un poco.

Se escuchó la voz de Kwang que entraba a la cocina.

—No le digas Tiny —Le pasó un brazo sobre los hombros a Daehyun—. No te dejes persuadir por este tonto.

—¿Tonto? —El aludido rió—. Hace unos días trataste de entrar a su computadora y...

—Shhh, quedamos en que era un secreto —respondió Kwan poniendo su dedo índice sobre sus labios en señal de silencio.

Todo este revuelo era porque hoy publicaré mi libro número catorce titulado: " Bajo la lluvia".. El plan era haberlo publicado una semana atrás, pero hubo algunos problemas con la edición y tuvimos que posponerlo.

—Me preguntaba de quien era la apuesta foto borrosa que captó mi cámara antiladrones.

—Pues si era de Dae la computadora lo hubiese detectado como un virus —Se burló Kwan mientras se apartaba de él.

—¡Oye! —reclamó el menor.

—Además, solo quería ver cuál era el fondo de pantalla —Se justificó—, es todo, yo nunca profanaría el trabajo de nuestra linda, amable, graciosa, talentosa...¿ya dije linda?

—Tampoco te daré un adelanto Kwan —reí mientras ponía mi desayuno en un plato.

—Eres mala —dijo haciendo pucheros.

—¿Quieres que te prepare algo? —Le propuse obteniendo una gran sonrisa de su parte.

—Eres la mejor, eso no se pregunta —Se sentó a la mesa mientras se frotaba las manos.

—Ya descubrió su debilidad —Daehyun sujetó el puente de su nariz mientras le tomaba paciencia.

Negué ligeramente con la cabeza mientras tomaba dos huevos más del refrigerador. En eso entró a la cocina Ryan junto a Seung.

—Te ves muy linda hoy Tiny —dijo mi representante mientras se acercaba.

—No daré adelantos a nadie —avisé.

Todos suspiraron, llevaban pidiendo adelantos desde hacía días pero el CEO me tenía prohibido dar adelantos a alguien, ni siquiera a ellos.

—No sigan con esto —Les aconsejó Ryan.

—No te hagas, tú también querías un adelanto —Le respondió Kwan.

—Espera, ¿él sigue sus libros? —Dae parecía confundido.

Kwan se carcajeó.

—Dices eso porque no has visto su teléfono. Está en todos sus grupos y el canal oficial de sus noticias, tiene guardado absolutamente todos sus libros digitales.

—¡Oye! ¡¿Cuándo revisaste mi teléfono?! —preguntó el pelinegro enojado.

—Tú lo dejaste abierto cuando lo olvidaste en mi habitación mientras me pedías unos materiales, yo solo le eché un vistazo —Se explicó.

El atracado digitalmente hizo ademán de atraparlo y Kwan corrió tras de mí escapando de él.

—No deberías esconderte tras de una chica —Ryan aún intentaba alcanzarlo mientras a mí me tomaban de escudo humano.

El líder le sacó la lengua.

—Todos seguimos sus libros, hasta Dae y eso es un milagro porque no le gusta leer. No sé por qué lo ocultas.

—Deja de enfadarlo, no pongas en peligro tu vida —pedí y todos rieron—, además, me alegra que le gusten mis libros —Le sonreí a Ryan—. Gracias por seguirlos.

Él dejó de tratar de atrapar a su líder y se separó de nosotros, desviando su mirada.

—No deberías darme las gracias, tus libros realmente son buenos y fruto de tu talento —Una pequeña sonrisa se asomó a sus labios—. Por cierto, muy buenas escenas, muy explícitas.

Y mientras los colores se me subían al rostro él se marchó sin mirar atrás.

«Que no halla leído el BL. Que no halla leído el BL.»

Supliqué en mi interior una y otra vez.

—Creo que todavía no ha leído "La decisión de ser yo". —comentó Seung algo divertido.

—Yo tampoco —rió Kwan—. Cuando lo haga y vea que él es el pasivo va a explotar.

Sentí como los colores se me subían al rostro. Dae se carcajeó de lo lindo.

—Deja que lea como le damos como cajón que no cierra en un monasterio.

Yo me agaché, ahogando en mi garganta un gritito desesperado.

Seung se acercó a mí, dando dos palmadas en mi espalda.

—¿De qué color quieres tú ataúd?

Eso solo aumentó mi desesperación.

«Estoy muerta.»

(...)

La noche había caído y me hallaba en el gran teatro de Seúl. La presentación del libro comenzó y luego de que Seung acabara con el discurso comenzaron a entrevistarlo. Yo estaba tras todos los reporteros y en medio del gran tumulto que esperaban oír la entrevista.

Hubieron muchos que preguntaron sobre el retraso de la publicación a lo que mi representante lo justificó con un bloqueo de escritor.

—Pero eso nunca le había ocurrido y siempre ha sido muy puntual con las fechas de entrega. ¿Qué cree que está pasando? —cuestionó uno de los periodistas.




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