Distancia Cero

Capítulo 9

Pov. Tiana

Seung y yo pasábamos un buen rato en el palacio Gyeongbokgung, luego de visitar este lugar fuimos a Bukcheon Hanok Village, unas calles con casas antiguas, me encantaban las arquitecturas de estas.

Entramos a un restaurante donde almorzamos, luego de estar llenos salimos de estas calles.

—Bien, ahora vayamos a...

— Seung —Le interrumpí—. Ya son casi las dos, debemos volver temprano.

—¿Para qué? —preguntó confundido.

—Prometí que ayudaría con algo, y tú también lo harás —Le dije con determinación a arrastrarlo conmigo.

—Pensé que hoy solo seríamos tú y yo —mencionó serio.

—Vamos Hooey —Le di un pequeño beso en la mejilla—. Sabes que lo prometido es deuda, además, aún tenemos mucho tiempo.

—Odio cuando me llamas por mi apodo para suavizarme.

Le sonreí.

—Lo sé, pero funciona. Vamos —Le tomé de la mano guiándolo entre la multitud.

(...)

«¿Cómo terminé prestándome para esto?»

Pensé al ver mi habitación llena de paquetes y cajas cuando el recuerdo me llegó como una bofetada.

—¿Y dónde colocaremos todo? Él lo podría encontrar antes de que organicemos —preguntó Seung mirando la multitud de cajas.

—Pongámoslo en la habitación de Tiana —sugirió Kwan.

—¡¿Qué?! Esperen un momento, yo no he dicho que sí —protesté.

—Es una buena idea, ninguno de nosotros entramos a tu cuarto —miré de manera poco alegre al líder por su comentario.

—No lo creo.

Kwan rió nervioso.

—Ya te dije que sólo quería ver el fondo de pantalla.

—¿De qué hablan? —Seung cuestionó, algo confundido y molesto.

—No te preocupes por eso —suspiré—. De acuerdo, supongo que no podrían llenar mi habitación.

—Claro que no, solo pondremos algunas cosas hasta mañana, y tú serás la distracción —Kwan me señaló, emocionado con el plan.

Bajé la cabeza con un sentido suspiro cuando una jaqueca me sacó de mis recuerdos.

«Ah sí, ya me acordé.»

Me asomé al balcón de la habitación, miré hacia abajo y vi a Ryan, caminaba al parecer sin rumbo fijo.

No lo pensé mucho ante de bajar hasta dónde él caminaba y le di alcance. Estaba escuchando música, le quité uno de los audífonos y él volteó, yo le miré con una amplia sonrisa.

—¿Qué haces? —volvió a colocarse el auricular y siguió caminando, ignorando mi presencia.

—¡Oye! —exclamé pero pareció no oírme.
Me puse en frente de él y este quitó la música, mirándome algo exasperado.

—¿Qué quieres? —parecía molesto.

—¿Estás enojado conmigo? —pregunté.

—No tengo motivos para estarlo —Me rodeó y siguió caminando, yo le seguí.

—Pues parece que sí lo estás, además, ¿dónde estuviste todo el día? Te necesitábamos aquí —Me quejé.

—Solo fui a caminar un rato —Se encogió de hombros aún sin mirarme.

—Pues tu "rato" se tardó más de lo normal —reclamé.

—¿Y qué importa donde estuve? —Bien, obtuve su mirada, no de la manera que me gustaría pero la obtuve—. No necesito el permiso de nadie para salir.

—A mí sí me importa, estaba preocupada. Te llamé varias veces pero no contestaste —perdí su mirada de nuevo.

—Estoy seguro de que Seung no te dejó aburrirte lo suficiente como para que te preocuparas por mí. Hablando de eso, ¿cómo te fue tu cita?

—¿Cita? ¿De qué hablas? —estaba confundida.

—Y ahora te haces la inocente, creo que disfrutarse mucho con tu amigo hoy —quedé atónita ante sus palabras.

—Espera, estas insinuando que estoy saliendo con Seung —fruncí mi ceño—. ¿Pero qué te pasa?

—Pensé que estaban saliendo —Se encogió de hombros.

—Y sí, salimos, pero no de manera romántica —Le tomé de la mano deteniéndolo y haciendo que me mirara—. ¿Quién dijo que me gustaba Seung?

—¿No te gusta?

De verdad odiaba cuando en las discusiones me respondían con otra pregunta.

—Claro que no, yo...

—Pero puedes besarlo públicamente o tomarlo de la mano —Me interrumpió.

—¡¿Y qué?! ¡Ahora mismo te estoy tomando de la mano a ti! —Se percató de que aún le sostenía de la mano, su mirada sorprendida bajó a mi agarre y le solté—. En mi país acercamientos como un beso en la mejilla, o tomarse de la mano para guiar a otro, roces involuntarios, esas cosas no significan nada del otro mundo y... —Me percaté de algo importante y lo observé con sorpresa—. ¿Cómo supiste que besé a Seung en la mejilla?

“En ese momento no supe el porqué de tu comportamiento…hasta que el mismo comenzó a surgir en mí”

—Pues...yo —desvió su mirada—. Iba buscando algo de comer y casualmente los vi.

—Eso es...

En ese momento alguien me interrumpió, volteé y vi a Daehyun.

—¿Qué traman ustedes dos?

—Nada, es que hoy compré un boleto para una película que darán mañana en un cine y me regalaron uno a parte —expliqué—. Estaba invitando a Ryan pero no puede venir y pensaba preguntarte a ti ahora, aunque creo que tú también debes estar ocupado —hice un puchero triste.

El pelinegro me miró con el ceño fruncido pero gracias a Dios no dijo nada.

—No te preocupes, gastaremos esos boletos juntos —aseguró Dae para luego giñarme un ojo, Ryan resopló.

—¿Enserio? ¡Me alegra! Es a las diez. —informé.

—De acuerdo —Se acercó hasta revolver mi cabello—. Entraré primero, no tarden mucho afuera.

Le vi alejarse de nosotros y suspiré aliviada, el plan estaba en marcha.

—¿Y todo eso? —preguntó el pelinegro a mi lado.

—Digamos que en el plan yo soy la distracción —Le observé, molesta—, y no quiero que vuelvas a decir lo de citas con Seung —sacudí la cabeza de un lado a otro—. No puedo ni imaginarlo —Le miré curiosa—. Ah, Dae me comentó que me querías decir algo, ¿qué era?

—Oh, eso, bueno...terminé de leer tu libro, me gustó mucho. Solo quería darte mi opinión —Se había puesto un tanto tímido y sentí mi enfado desvanecerse.

Sonreí, alagada.

—Me alegra escucharlo, me hace feliz que te haya gustado —estiré un poco mis brazos—. Bueno, debo entrar. Buenas noches —Me alejé de él.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.