Distancia entre dos mundos (ae 2)

VIII.

El esperado día para la ciudad de Draugr había llegado, todos estaban preparados con sus elegantes vestidos. Las extendidas ferias habían vendido desde la mañana, los aledaños de Osiris empezaban a llegar para empezar la semana de celebración del aniversario dorado. Los bailarines y las bandas musicales estaban preparadas para la celebración que empezaria en unas horas.

-El desfile empezará en media hora, ¿estamos todos listos? -Hablo apresurada.

-¡Será un festín! -expresó Felix con entusiasmo.

-Este moño me queda de pelos -sonrió Cosme mientras se miraba en el espejo con una mirada coqueta.

-Yo solo veo un diminuto árbol de navidad -se burló.

-Tu no cambias tu aspecto sombrío, con esos trajes vinotintos que te hacen ver como una jalea -reprocho.

Felix y Cosme siguieron discutiendo sobre sus trajes distinguidos que solo usaban para la celebración del aniversario del rey. 

Saanvi hizo una mueca y una mirada de tristeza apareció en su rostro cuando miro a la chica pelirroja con su mirada triste y perdida. Koemi llevaba su cabello recogido en una coleta alta, con un elegante vestido verde que llegaba hasta sus tobillos y que se ajustaba muy bien a su delgado cuerpo. Saanvi alzó un poco su vestido plateado y fue hasta ella tocando su hombro en forma de consuelo.

-Es hora -susurro con una media sonrisa. Koemi asintió y caminó hasta la salida -Agar nos espera -anuncio a los que seguían discutiendo, los cuales siguieron a la loba y la elfa, sin cerrar su boca mientras fruncía su ceño.

El desfile empezó junto con el sonido de las trompetas y los tambores. Primero iba la familia real, la cual solo las conformaba Neron y su madre; en segundo lugar, el rey de Mermaids, Poseidon y sus cinco esposas; en tercer lugar, el resto de la realeza, archiduques, duques, príncipes y princesas, infantes, marques, condes, vizcondes y barones de todo Osiris; y por último bailarines y bandas musicales. El pueblo de Osiris recibia con felicidad y aplausos a la realeza cuando pasaban frente a sus ojos camino al Castillo Oscuro.

-Querida, sonríe un poco -susurro Saanvi a Koemi.

Ella pasó su mirada a Agar, quien tenía un semblante serio y distante. Soltó un suspiro sin darse cuenta que sus ojos se habían aguado.

La noche había llegado. Los pueblerinos de Osiris bailaban y bebían vino, gustosos de la celebración, mientras la realeza los observaba desde el balcón del Castillo oscuro con grandes banquetes, disfrutando de sus charlas matutinas. Koemi supuso que por la posición de la luna, eran cerca de las diez de noche, su lugar parecía muy callado al estar rodeada de Saanvi y Agar, ella arrastró su silla hacia atrás para salir, pero antes que lo hiciera escucho la voz de Agar.

-¿Te irás? -dijo sin dejar de mirar al frente.

-Si -respondió por lo bajo.

Agar hizo puño sus manos y asintió levemente -no olvides llevar el pequeño cofre.

Koemi hizo una línea entre sus labios y luego los relamió, soltando un pequeño suspiro, se paró de la mesa -Es inevitable el destino que nos depara.

-Es lo mejor para los dos -dijo cortante -La única forma de salvarlos es separándose.

-Hoy es nuestra última noche, volveré a medianoche a casa -Agar trago saliva.

 -Vuelve a salvo -susurró.

Koemi se despidió y se retiró. Salió de Draugr con pasos apresurados y se dirigió al soto de Dokkalfar en busca de Siwon, entrando a la cueva de Mitsure con su rostro que mostraba preocupación.

-Estás aquí -sonrió el arcángel en cuanto la miro entrar, pero esta se borro al ver su rostro -¿Sucede algo? Te ves cansada.

Koemi negó enseguida y se lanzó a abrazarlo, queriendo derramar lágrimas sobre su hombro pero se resistió -¿Pasa algo? -ella negó enseguida sin soltarlo, luego se alejó de él con sus ojos aguados, bajó su mirada mordiendo su labio inferior y luego la alzó formando en sus labios la sonrisa más grande que pudo fingir.

-Todo está muy bien -mintió -estoy feliz de poder verte. Traje un regalo para ti.

-Yo también tengo algo para ti -se alejo de ella.

-Espera -lo detuvo, sacó el cofre -Este collar es algo especial. Le pedí a Agar que lo hiciera para mi.

Koemi pasó sus manos alrededor del cuello de Siwon abrochando el collar. Él la miró curioso, era un collar delgado y plateado, con un dije de una media luna y arriba de ella estaban tres pequeñas esferas. Koemi lo miró con tristeza y luego tomó su barbilla para acerca sus labios y besarlo. Las esferas se iluminaron como luceros y la luna se pintó de azul, ella se alejó y sonrió al ver el dije.

-Así se comunicaran nuestras almas, la luna tendrá que pintarse de azul, sabrás que soy yo.

Siwon frunció su ceño enseguida -¿por qué? Algo sucede, ¿verdad?

-No estoy segura, solo… -de repente el cuerpo de Carel cayó dentro de la cueva, estaba lastimado y tenía una mirada de arrepentimiento. Ellos se sorprendieron.

-¡Que se lo coma el gran zorro si miento! ¡Oculta algo aquí! -Dos guardias reales entraron enseguida. El pánico se apoderó de Koemi cuando los miro -Koemi -susurro la elfa que los acompañaba, la cara de Dalia palideció. 




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