Distancia entre dos mundos (ae 2)

XX.

-Me imagino que la duquesa sabía la conexión que tenía con el señor Everett -cruzó sus manos ante la mirada segura de la mujer.

-No hay duda que usted sabe lo mismo que mis hijos y yo sabemos -respondió cortante y fría -aunque aun no tengo claro, el porque mi difunto esposo dejó que Felix fuese entrenado por usted.

-Everett siempre se caracterizó por ser un hombre de familia prestigiosa, bastante diligente, responsable y duro consigo mismo y con los demás -ella asintió en aprobación -pero pocos saben que en su infancia y parte de su adolescencia fue un chico bastante curioso y rebelde.

-¿Acaso está describiendo a Felix? -interrumpió Cian.

-Exacto, Felix es igual que su padre, su curiosidad y rebeldía los llevo a otro mundo -sonrió.

-¿Otro mundo? Hablas de los humanos -Agar negó enseguida.

-¿Acaso alguien conoce la historia detrás del nombre del Roble? -Cian y su madre se miraron confundidos.

-Habla de Asttor, ¿verdad? -alzó una de sus cejas.

-Así que conoces la historia -sonrió.

-Para empezar, Everett siempre confió en mí -ella soltó un suspiro -conozco la historia muy bien, pero nunca me dijo quién estaba detrás de ello -soltó una sonrisa burlona -pero si me hablo algo acerca de las gemelas Angel, Naomi y Kristen. Supuse que tenías algo que ver con esto cuando él dejó que Felix fuera parte de los recolectores.

Agar soltó un suspiró y asintió -Naomi y Kristen son quienes mantienen vivo Blamon, son diosas de naturaleza.

Axa asintió sin duda, si Asttor había sido un dios de la naturaleza hace muchos años atrás, no era imposible que existieran dos capullos con la misma posición, pero ¿Quién era la madre de aquellas? Axa no quiso darle importancia a eso, tampoco estaba interesada en las gemelas, su curiosidad estaba plantada en la repentina visita de Agar y no lograba leer cuál era su intención al estar en su hogar. Leer la mente de Agar había sido una de las más complicadas y cerradas, solo una vez logró leer su mente, cuando quería que Felix se uniera a los galenos después de la muerte de Everett, así mismo se enteró cuando afectado se sentía su hijo por ello, ya que nunca se expresó esos sentimientos, aunque estaba segura que Agar lo hizo con intención de que ella lo supiera.

-Si esperas que ocultemos el secreto, pues lo hemos hecho por años -comentó Cian -o ¿acaso existe desconfianza entre nosotros? -inclinó su cuerpo un poco hacia él con una mirada amenazante que no inmutó ni un poco al fauno.

Agar ignoró su pregunta -estoy seguro que ustedes han llevado una larga y sincera amistad con la familia real, incluso después de la muerte de su esposo y el antiguo rey. Cian y Neron crecieron juntos y se quieren como hermanos.

-¿A dónde quiere llegar con eso? -Cian parecía incómodo.

-En caso de que algo le sucediera al rey, tu estas nombrado a tomar su lugar.

-¿Acaso cree que queremos el trono? ¿Piensa que traicionamos al Rey? -frunció su ceño.

-No. Se que son los segundos al mando de Osiris después del Rey, pero, ¿cuál es su verdadera intención? 

Cian apretó sus manos con fuerza y rechina sus dientes, que está pretendiendo decirles el viejo fauno, se sentía insultado y no iba a permitir ese trato en su propia casa. Pero su madre habló en su mente, le pidió que se tranquilizara, según ella las palabras del fauno no traían amenaza alguna.

-Proteger nuestro pueblo ha sido siempre nuestro propósito, queremos apaciguar la guerra que ha habido desde siglos-las palabras de Axa salieron con tal sinceridad -hemos enviado muchos comunicados al rey de Kepler para tener acuerdos, pero nunca tenemos respuesta.

-Cian realiza las cartas y son entregadas al rey para que las envíe a Kepler,  ¿verdad? - Ellos asintieron, no hacía falta preguntar como lo sabía, estaban seguros que Felix lo mantendría informado -sabe cuidar muy bien sus pensamientos -soltó una sonrisa burlona.

-¿A que se refiere? -frunció su ceño.

-Tu madre lee en Neron solo lo que él quiere que lea -Axa se irguió más de lo normal sin apartar la mirada del fauno -estoy seguro que el rey nunca ha tenido una de esas cartas en sus manos.

Cian inclinó su cuerpo un poco hacia adelante y frunció su ceño levemente.

-Señor Agar, proteger Osiris junto con nuestro pueblo ha sido deber y entrega de la realeza, somos dignos de respeto. Y le puedo asegurar que esas cartas fueron entregadas al reino de Kepler, algunas entregadas personalmente por su servidor -apretó sus manos, las palabras de Cian expresaban ofensa, se sentían ofendidos y el fauno estaba seguro que querían sacarlo a patadas de su hogar.

-¿Al rey? -Pero no le importaba, quería quitarle la venda de los ojos al duque y su madre.

-A la reina -respondió sin titubear.

-¿a la reina? -se sorprendió, luego soltó una sonrisa burlona -Claro, tiene sentido. Y tengo razón.




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