Distancia entre dos mundos (ae 2)

XXXI

Luhan fingió abrazarse cuando sintió la frío brisa del eterno invierno de SioMon, una ciudad al este de Kepler, que aunque los aterradores vientos invadían constantemente a la ciudad los atardeceres y amaneceres de SioMon eran un espectáculo con sus hermosas auroras boreales, algo que Luhan amaba. Sonrió cuando su chocolate caliente con masmelos se posicionó sobre la mesa junto con unas galletas de avena. Zaid se sentó frente suyo, miró el reloj de mano y alzó su mirada al arcángel frente suyo.

-Este lugar es perfecto para ver las auroras -Luhan sonrió.

-No imaginé que me traerías aquí por mi cumpleaños -Zaid tomó la mano de Luhan que estaba sobre la mesa.

-Eres uno de los guardias reales que más se desempeña en su trabajo, eres disciplinado, eficiente y ordenado, eso me gusta de ti -sus mejillas se sonrojaron pero hizo una mueca sintiéndose un poco de decepción.

-Eso es lo único que conoces de mí -susurro soltándose del agarre. Zaid sonrió.

-También eres un gran diseñador y observador, te gustan las margaritas aunque prefieras usar girasoles para los eventos importantes, odias el desinterés, amas el café, aunque en el frío invierno prefieres chocolate. Te quejes por el frío, pero amas la nieve y tus ojos brillan cuando miras los atardeceres de SioMon -Luhan se sorprendió y bajo su mirada, avergonzado.

Por un momento se mantuvieron en silencio observando como guardias de SioMon volvían de las afueras del mismo mientras otros se preparaban para marcharse.

-Aun no entiendo porque Corban ha decidido marcharse a la tierra en este momento, cuando las cosas se han complicado -Luhan le dio un sorbo a su café -su verdadera enemiga ha estado sentada a su lado todo el tiempo y ganará poder ahora que no esta -soltó un pesado suspiro -no estoy diciendo que Siwon no sea capaz de manejarlo, pero él está aprendiendo y no tiene apoyo, ¡míranos!, nos dieron unas ‘cortas vacaciones’ -frunció su ceño -de seguro algo está planeando.

-Posiblemente Corban tenga sus razones, en cuanto a Siwon, hace lo mejor que puede, aunque no quisiera estar en su lugar. La mujer que ama está a unos cuantos kilómetros de él, pero no la puede ir a ver -negó con tristeza. Luhan observó por un momento sus movimientos.

-Entonces, ¿por qué chocolate y no café? -alzó su mirada a él.

-Tan de repente -él asintió con una sonrisa -bueno, porque piensas que el chocolate combina muy bien con el frío -le regaló una sonrisa coqueta.

Luhan le dio la razón, para él, el chocolate era un buen compañero para el frío y aún más si estaba acompañado de masmelos, aunque el café, siempre sería su amor infinito. De repente frunció su ceño y le dirigió su mirada a Zaid.

-Espera, ¿cómo sabes lo del chocolate y los atardeceres? Es la primera vez que venimos juntos -Zaid entreabrió sus labios y luego los cerró.

-Solo, lo sé -desvió su mirada dándole un sorbo a su chocolate.

-Seguro Elián te lo dijo, ¿verdad? -frunció su ceño.

-Solo bebe tu chocolate, se enfriará -soltó un bufido y luego le dio un sorbo a su chocolate.

En completo silencio observaron el atardecer, Zaid pasó su mirada a Luan, quien tenía sus ojos iluminados y fijos en el paisaje, y de repente sus ojos también se iluminaron.

Luhan soltó un suspiro -Hermoso, como siempre -pasó su mirada a Zaid -lo viste, ¿verdad? Hablo del final, cuando el sol se oculta formando una explosión nocturna para que finalmente el cielo se pinte con estrellas, es hermoso.

-Muy hermoso -susurro sin apartar la mirada de él.

Zaid parpadeo cuando salió de su entresueño, simplemente le había pasado algo que nunca comprendió, perderse en una persona, había escuchado a Siwon de ello, pero nunca lo había vivido. “... Tu mirada se fija en esa persona a la que hace latir tu corazón, miras sus ojos, su sonrisa, sus expresiones y solo pasa cuando ella es feliz con algo que ama …” De repente bajó su mirada y frunció su ceño.

-¿Por qué me elegiste? -alzó su mirada a su amante

-¿Qué? -pregunto confundido dejando al lado su cuchara.

-Si. ¿Por qué me elegiste a mi? De tantos arcángeles y ángeles en Kepler, de tantas criaturas que existen en el mundo, ¿por qué tenía que ser yo? -parecía confundido, pero realmente estaba asustado y tenía curiosidad por su respuesta.

Luhan hizo una mueca, inclinó un poco su cabeza aún lado y sonrió -no lo sé -alzó sus hombros con indiferencia -tal vez por tu fría expresión esconde un blando corazón, tal vez porque odias expresar tus emociones. O porque cuando sonríes tu rostro se ilumina. Sabes que cautivas varios corazones, pero no todos van a cautivar el tuyo, tampoco esperas que sea una competencia y que el mejor postor gane, y aquello lo dejas claro. Realmente tu esperas que nadie apueste por ti. Te encanta ser libre, te gusta centrarte en ti, pero hay momentos en los que quisieras amar y sentir que alguien te exprese ese sentimiento. Cuando tu amas, amas con pasión, entregas todo, y eso te asusta, pero arriesgas.

-¿Qué? -dijo anonadado

-No entiendes mi respuesta, ¿verdad? -Él negó levemente -es porque tú me elegiste, me dejaste caer esa barrera, la que me permitió indagar en ti -Luhan estiró su mano para tomar la de su novio -gracias por elegirme.




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