Quiero darle las gracias a todas las personas que se han tomado el tiempo de llegar hasta aquí. De devorar cada capítulo, cada verso y cada palabra de la misma manera en que yo los escribí.
Considero que este libro ha sido uno de los más rápidos que he escrito. No sé si la razón haya sido un acto impulsivo. Uno de esos días en que escuchas canciones tristes porque te sientes de esa manera, motivada por el desamor, no sabiendo cómo desahogarte… y qué mejor manera de hacerlo que siendo escritora.
Sincerándome con ustedes, la dinamita de mi inspiración siempre ha sido el sabor de la tristeza más que el de la felicidad.
Así mismo, quiero que sepan que también lloré escribiendo estas últimas páginas. Como no encariñarse con Solian y Peonia. Pero, así como ellos no se quedaron con el amor en las manos, yo tampoco lo haré. Por eso, muchísimas gracias por el apoyo.
Esta no es una despedida, ni mucho menos. Seguiremos viéndonos en mis próximas historias.
Con todo mi cariño,
Mit.