Distinction

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Maratón 3/6

Cada vez nos adentramos más al parque. No sé a dónde nos dirigimos, la verdad es muy amplio tiene 341 hectáreas; solo veo puros árboles y algunas camineras, lagunas e iluminación artificiales. Mientras camino pienso en lo asombroso que es todo, definitivo el mejor proyecto que pudieron idear. Supongo que todas esas personas ajetreadas, luego de una estresante jornada de trabajo, pasan un rato agradable deleitándose de la naturaleza.

El parecido con un bosque es increíble, aunque contiene algunas cosas artificiales, es una lástima que no pueda apreciarlo en este momento, pero la circunstancia en que me encuentro me lo impide. Llevamos un buen rato caminando, o mejor dicho corriendo, solo he podido ver como 3 lagunas y 2 estatuas de soslayo.

Los disparos cesaron desde hace un buen rato, pero no nos detenemos. Se escucha el crujir de las ramas en cada paso que damos, es lo único perceptible por los momentos. Caminamos sin rumbo alguno, buscando un lugar seguro en el cual podamos permanecer.

Llegamos a un punto en donde el camino se dividía en dos, por lo que tuvimos que detenernos. A la derecha se veía un área despejada, con alguno que otro árbol frondoso, y puras bancas para sentarse. En de la izquierda es todo lo contrario está atestado de árboles y arbustos, casi no podías ver nada de la abundante vegetación, y sin contar la poca iluminación de la que consta.

—Deberíamos ir por la derecha —sugiere Tristan seguro.

—No seas ridículo, mejor es ir por la izquierda —replica Declan.

Los dos chicos empiezan a discutir sin parar, ya me están hartando, ni siquiera se entiende lo que dicen por hablar al mismo tiempo. Si seguimos así no vamos a llegar a nada. Veo los dos caminos y hago una lista de pros y contras.

Si vamos por la derecha pueda que podamos escabullir entre las personas y encontremos la salida a una de las calles, pero también existe una grande posibilidad que nos encuentren más rápido. Si nos vamos por la izquierda tenemos la ventaja de ocultarnos mejor y puede que las salidas estén más lejos, pero será más difícil hallarnos.

Con  la decisión ya tomada, me ubico frente a los dos y les jalo las orejas, rápidamente comienzan a quejarse. Me adelanto y sin dirigirles la palabra me enrumbo al sendero  de la izquierda con paso seguro, al poco tiempo escucho pisadas atrás mío. Caminamos por algunos minutos en silencio.

De repente se logran percibir movimientos aproximándose y nos quedamos estáticos por un instante, pero los sonidos se escuchaban cada vez más cerca. Nos dirigimos a paso apresurado a un arroyo rural, no quise voltear porque el miedo me dominaría al ver a los matones del hotel. El corazón late desbocadamente en mi pecho, lo siento en la garganta como si quisiera salirse por la boca.

El riachuelo está ubicado en una esquina resguardada, caminamos por las cascadas del lago buscando algún escondite. Por un pequeño momento se me ocurrió la idea de sumergirnos en el agua, específicamente dentro de una especie de cueva situada cerca de las rocas del barranco.

Tristan y Declan se muestran algo preocupados, mientras observan todo su alrededor en busca de un escondite, mejor dicho se divisan estresados y alterados. Con calma me acerco a ellos, y tratando de transmitirles tranquilidad, les comento mi idea, la cual no tardaron en acceder y  ejecutar.

Con cuidado nos adentramos en el agua, procurando hacer el menor ruido posible. Nos ocultamos en una esquina del arroyo, pegados a las rocas ocultos a simple vista, pero sabía que si se acercaban lo suficiente podrían  vernos y estaríamos perdidos.

Estuvimos un buen rato escondidos en el barranco. No sabía nada acerca de esta situación, pero la expresión en la cara de los dos chicos me inquietaba. Solo podía pensar: ¿Quiénes son ellos?, ¿Qué quieren?, ¿Qué sabe Tristan y Declan?, ¿Qué es lo que me están ocultando?, ¿Será verdad todo lo que sé de ellos?, ¿Por qué no me dijeron todo esto desde un principio?

Pensar en tantas preguntas me agobiaba y más aún al no contar con las respuestas. Hice varios ademan en hablar, pero automáticamente cerraba la boca al abrirla. No era el mejor momento para cuestionar y expresarle todas esas dudas.

Aunque me estaba muriendo por escuchar toda la explicación que me debe ofrecer, sabía que tenía razón al decir que no era el momento indicado. La prioridad es estar a salvo y eso solo lo lograríamos al salir de este parque.

Después de un buen rato de silencio se vuelven a escuchar pisadas, pero esta vez de una sola persona. Retrocedo un poco, pero mi espalda choca con las rocas, mis manos hacen cierto esfuerzo como si quisieran poder empujarlas. Como cosa extraña, de la nada caigo de culo en una cueva.

—Acabo de escuchar algo —una voz masculina informa— Tal vez sean ellos —termina y mi pulso se acelera.

Los chicos voltean hacia mí y se sorprenden a verme dentro de la cueva. Declan acerca su dedo índice a la boca indicando que haga silencio, mientras Tristan inspecciona la caverna que pro suerte es lo suficientemente extensa para albergarnos a los tres.

Nos mantenemos adheridos a las paredes rocosas, casi ni respiramos por el temor a ser descubiertos. Desde nuestra posición podemos ver cada paso que realiza el extraño hombre, pero él no puede vernos. Les explico, el agujero está ubicado estratégicamente, puesto que se encuentra detrás del gran torrente de agua de la cascada, por lo que no es visible.



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En el texto hay: experimento, suspense, suspense amor

Editado: 13.09.2021

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