Julia
Después de que mamá me reprochara durante una hora, me dejó hacer lo que quisiera, me mandó a la cama y ahí termino todo. Yo fui a regañadientes, tomé mi teléfono y comencé a divagar en internet, hasta que un mensaje llegó. "Hola! Soy Jack, con quien hablaste en la mañana. No pude dejar de pensar en ti. ¿Podemos hablar?" Mi corazón latió con desesperación o no se si era ansiedad, la cosa es que respondí con carisma.
—"¿Como se que no eres un secuestrador? —El mando una carita sonriente y luego una foto. Si era el, llevaba la misma camiseta negra, su cabello se veía húmedo como si hubiera tomado un baño. —Jajaja si te creí al principio.
—Cambio, cambio, también debo comprobar que escribí a la personas correcta.
Con algo de vergüenza tome una foto de mi cara, por lo menos no me veía tan acabada, total ya me conocía en persona.
—Que hermosa. Hola Juli.
La charla siguió por horas hasta que finalmente debía dormir, agradezco que el se despidió antes porque yo no hubiera podido, al final solo sonreí apagando el teléfono. Y me sumí en mi profundo sueño.
"Todo era oscuridad... me encontraba en medio de un suelo que tenia algo de agua en el, a mi alrededor todo era negro, una horrible pesadilla que jamás había tenido antes. En medio de todo intente hablar, mi voz hacia eco en el lugar."
—"Julia Loor..." —Una voz de mujer grave, algo tenebrosa, sonó de entre las sombras, vi a todos los lugares posibles pero no había nada. —"Oh... no me encontraras mi niña... Estoy en la sombra de tu mente..."— Por un momento me pareció ver con el rabillo del ojo la silueta de una mujer a mis espaldas, me gire de inmediato con mi corazón acelerado, temiendo lo que me podría pasar.— "Pero no te preocupes, pronto estarás conmigo... o yo estaré en ti"
"Y como un golpe en mi cabeza todo comenzó a dar vueltas como esos juegos mecánicos y desperté."
Mi corazón latía con demasiada furia, mi cuerpo estaba caliente y mi garganta estaba seca, vi la hora y apenas eran las 4:00am, me tranquilice de ha poco intentando calmar mi respiración. Mi cabeza me dolía como nunca, apenas intentaba moverla volvía a palpitar.
Me levante muy cansada, como si el día anterior yo hubiera tenida una competencia de resistencia atlética y pensando que eso se me da muy mal. Me cambie y salí, aun era muy temprano para ir a la universidad, solo queria despejarme caminando un poco por el barrio.
Aun estaba un poco oscuro, el viento se sentía muy frio, algunos ancianos cruzaban por mi lado paseando algunos de sus perros, otros caminaban y hablaban entre ellos, aquel pueblo se me podía hacer algo familiar en ocasiones pero siempre volvía a la realidad y sabia que la realidad era otra. Yo estaba lejos de casa, yo no estaba en mi hogar.
A lo lejos pude ver a un joven con licra deportiva sobre ella un short y una chaqueta deportiva a juego con toda su vestimenta, junto a el venia una muchacha delgada, cabello rubio ondulado sujeto en una alta coleta, un conjunto deportivo hermoso, o bueno a ella le queda perfecto. Ellos estaban trotando juntos.
Cada vez que se acercaban más a mi, pude diferenciar bien a dichas personas, o bueno ¿Cómo no reconocer esos ojos gélidos azules? Brown me reconoció enseguida, al parecer llame mucho la atención, ya que su compañera tambien me noto. Creí que con lo que paso ayer el pasaría de largo, pero me equivoque, disminuyo el ritmo de su trote y se acercó a mi.
—Buenos días vecina —Dijo con una mueca en su cara intentando formar una sonrisa.
—¿Qui c'est celle la? —Dijo su compañera siguiendolo casí casí pisando sus talones como un fiel perrito.
—A veces creo que eres bipolar, ¿Estas medicado?
—Se dice: "Hola vecino" —Imito falsamente mi voz— Nada más.
—Hey... ¿Qui c'est celle la? —Repitió la rubia tomando su brazo, el volteo a verla con desespero y algo de enojo.
— C'est ma copine, dont je t'ai parlé, Colette. —Genial ahora habla francés... El hizo que retirara su mano de su brazo y ella me vio con notable furia. Ni si quiera entendía lo que estaba diciéndose.
—Écoute, je l'ai rencontré en premier, je me fiche que tu sois sa petite amie. Il sera ma propriété. —Ella se acercó ferozmente a mi, incluso creo que retrocedí un poco.
—No entendí un carajo, pero la tuya por si acaso —Le respondí en español, ella se enojo aun más porque al parecer eso le puso en la misma situación que yo. No me entendió nada. Brown solo se rio, ahora una sonrisa que me pareció un poco sincera.
La rubia vio a Sai con enojo, pero cuando hizo eso, la sonrisa en la cara del muchacho se esfumo y volvió a su rostro habitual. Malhumorado. La mujer se alejo de nosotros, dejándonos solos. Yo continúe con mi camino y el me siguió.
—¿Qué haces afuera tan temprano?
—No debería importarte.
—Vamos Loor, dejemos este juego de "te insulto si me insultas o si no me insultas" —Yo me reí por ese mal nombre que le dio a nuestras interacciones.
—Creo que acaban de amenazarme por tu culpa.
—Puede ser... Me alegra que se haya ido, desde que la ayude con unos hombres que la acosaban mientras entrenaba en las mañanas, se ha pegado a mi como una chinche. Es muy molesto.
—¿Tambien ayudas a abuelitas a cruzar la calle? —Pregunte con sarcasmo, al escuchar como conoció a la mujer francesa.
—No me he topado con esas situaciones, pero si lo haría. Se que parezco algo...
—Narcisista? —El negó con la cabeza— egocéntrico? malo? enojón? cara de- —Me interrumpió.
—Entiendo tu punto, ¿Puedes dejar de insultarme? No nos conocemos del todo. Tu tampoco eres un ángel que digamos. —Por debajo de su capucha negra de la chaqueta deportiva, pude ver como fruncia el ceño molesto por mis conjeturas que según yo, eran muy ciertas.
—Lo sé, eso lo tengo claro— Dije luchando por no soltar algún otro insulto, no se que me pasaba cuando estaba junto a el, pero tenia la necesidad inminente de bajarle los humos de la cabeza y pelear con el.