Dividida

Alexander

Hoy regresa Kira, cada vez falta menos para que yo parta, no estoy seguro de poder hacerlo, no quiero separarme de Cielo y tal vez tenga que dejarla para siempre, tengo que ser honesto con ella no puedo evitarla siempre, las sospechas eran falsas, ella no es ningún peligro, bueno tal vez solo para ella misma. La campana, debo buscar a Cielo. 

Mierda se fue con Kira, si me voy a casa ya no hablaré con ella, ¿que hago? No puedo seguirlas y aparecer de sorpresa, ¡su casa! Tarde o temprano tendrá que llegar. 

No puedo dejar de pensar que le diré, tal vez está sea mala idea, debería volver -no seas cobarde- mi conciencia me reclama, sin sentir el viaje estoy a una calle de la casa de Cielo, llego con sigilo, aunque no es la primera vez que entro a escondidas, por suerte Cielo dejó su ventana abierta, trepó por el árbol de su propiedad, así logró llegar al techo del pórtico y entrar a su ventana, al ingresar sonrió levemente su perfume esta por toda la habitación miro nuestras fotos 

—Dios que hice para estar contigo, no me lo haces nada fácil—

Escucho como habla con su mamá, que bueno no tuve que esperar tanto, veo como se abre la puerta, genial va a cerrar la puerta, si la abrazo tal vez se asuste o grite, igual si me ve, no me esperaba, debí pensar esto mejor, antes de que se volte tapó su boca y la abrazo, creí que era buena idea pero creo que solo la asuste más 

—Cielo soy yo tranquila por favor— susurro a su oído, funciona ella comienza a tranquilizarse 

—Alex, ¿que estas haciendo en mi casa, como entraste a mi habitación? Maldición esta molesta 

—Perdón, quería hablar contigo, pero vi que te fuiste con Kira y quería estar a solas contigo— esto es mala idea esta molesta

—¿que sucede?— me pregunta sentándose en su cama, parece estar más tranquila y eso me pone más nervioso (vamos trata de tranquilizarte) mi conciencia no deja de molestar, me siento al pie de la ventana buscando las palabras adecuadas —Sabes que te amo, ¿no es así?— no quiero que lo dudes ni un segundo —yo también te amo— ahora que me dice eso no puedo decírsertelo pero me alegra y prefiero estar a tu lado 

Tomo su mano para darme valor, pero mi familia viene a mi mente —Cielo, tengo problemas y realmente no se que hacer—

 —¿Que tipo de problemas? ¿Estas bien?— esto es malo creo que la asuste

—estoy enfrentando una situación que se que elija lo que sea puedo perder algo importante— 

—¿Hablas de ir a Grecia?—

—¿Como sabes del viaje?— eso no lo esperaba

—Kira me contó de su tradición familiar— 

—¡Que!  ¿que fue lo que te dijo exactamente? Kira le abra contacto la verdad 

—Ay!!! me lastimas— creo que me asuste, su cara es de miedo, mierda yo no se realmente que estoy haciendo 

—Lo siento, estoy algo preocupado, no quise lastimarte—

—descuida, pero no entiendo porque te pones así, solo son dos semanas no es así, además que tiene de malo ver a tu abuelo, si ya lo habías hecho, ¿no?— amor mio como te lo diré, busco un poco de aire en la ventana

—Solo serán dos semanas para ver a tu abuelo ¿verdad?— Ni siquiera puede mirarme, ella también tiene miedo, no puedo hacerle esto, no ahora, lo mejor será seguir adelante si herirte 

—Claro que si, pero tengo que irme antes de mi cumpleaños, y como es un lugar algo lejano no me podría comunicar contigo en todo ese tiempo, y la verdad yo solo quería estar contigo festejar juntos y me molesta que no les importe mi opinión—

Por ahora esto es lo mejor que te puedo decir para no herirte —dos semanas pasarán pronto amor, y podemos festejar antes tu cumpleaños— Cielo voltea para besarme vaya que lo necesitaba 

—Ya que estamos los dos solos en mi habitación, ¿no quieres aprovechar la oportunidad? Como no podría amarte, vuelvo a besarla y al pensar en tu proposición —No es mala idea— es una maravillosa 

Comienzo a tocarla, hasta llegar a sus piernas, las tomo con fuerza para subirla a mi, ella se sostiene de mi cuello mientras yo beso el sullo, un suspiro sale de sus labios y con eso nos comenzamos a besar, acarició su trasero la ventaja de esta posición, creo que la ropa sobra mi mente juega conmigo, dejó a Cielo en su cama mientras me quito la camisa para seguir besándola tomo su pierna y masajeo su seno Dios que suave es, ella se llevanta para quitarse la blusa la intentó ayudar pero su puesta suena, ella se baja la blusa y nos miramos fijamente

—Cielo, cariño ¿puedo pasar?— mierda es su papá, miramos fijamente la puerta, y el señor intenta abrir 

—tienes que irte ahora— solo puedo acentir—hija ¿esta todo bien?— —si papi ya voy— la beso antes de salir—mañana paso por ti— es lo único que puedo decir antes de saltar del pórtico, veo a Cielo retirarse de la ventana, bueno creo que no estuvo mal. 

A unas calles de distancia Kira me encuentra —¿te llevo?— —no estaría mal— entro sin mas al auto —le contaste la verdad— pregunta mirándome fijamente —No pude, y ¿tu?— —tampoco— me pego mas al respaldo del asiento y Kira comienza a conducir




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