Dividida

—No sólo era un diario había más—

—¿Cuántos? 

—Unos quince, realmente no los leí todos—

—todos ¿los escribíste tu?—

—Eso parece—

—¿Cómo que eso parece?!—

—Lo que trato de decir es que todos tienen mi letra, pero yo no recuerdo haber los escrito—

—Eso no es posible, o a menos que tu intento de suicidio te bloqueo para superar lo sucedido—

—No sé, el problema también es que lo que tu me acabas de decir tampoco lo recuerdo, solo tengo momentos en mi cabeza pero no los que están escritos — mis lágrimas comienzan a salir de nuevo, me siento en una banca mirando al suelo con las manos sobre mi nuca, Alex solo se queda parado

—¿Que hay escrito en esos diarios?— esa pregunta me hace levantar de inmediato la cara y mirarlo fijamente tengo miedo a su reacción cuando le diga, para ser sincera tampoco yo se que haré 

—¿Que me dirías si yo te dijera que mis pesadillas no lo eran?—

—¿A qué te refieres?—

—Según lo que yo escribí, las pesadillas sólo fueron el comienzo... 

—¿El comienzo de que?— Alex no me dejó terminar y comienzo a sentirlo muy nervioso tal vez lo estoy asustando, pero como no estarlo yo también estoy asustada

—Al parecer a los 9 años tuve mi primera pesadilla, y eran ocasionales, tal vez una al mes, pero con el paso de los años comenzaron a ser más recurrentes hasta que a los 13 era una pesadilla cada noche—

—Nunca pregunté porque pensé que era mejor para ti, pero ¿que es lo que soñabas?—

—A personas muriendo, veía como eran asesinadas, pero yo siempre era la asesina y la víctima—

—¿Qué dices?—

—Me veía a mí misma caminando por lugares que no conozco, en casa en las que jamás e estado, siempre parecía diferente pero siempre terminaba igual, comenzaba a asustarme miraba a todas partes después sentía un fuerte dolor en el pecho y al mirar veía como una mano sostenía mi corazón a través de mi pecho caía al suelo pero yo era quien sostenía el corazón, otras veces me apuñaba en el corazón, o me decapitaba, o me prendía fuego pero siempre me veía muerta y a lado mio yo también estaba siendo la causante de mi propia muerte, pero o era las únicas en otras pesadillas podía verme en un sendero en el bosque, de repente una oscuridad se acercaba a mí y comenzaba a jalarme hacia ella, salían manos y garras para sujetarme trataba de pelear pero eran más siempre despertaba antes de que me llevarán completamente pero lo más terrorífico era que tenía marcas en mi  cuerpo donde las garras y manos me sujetaban— mi llanto no me dejó continuar Alex solo me abrazo hasta que pude tomar más iré y continuar... 




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