Dividida

La caja

La tía Pupe esa tarde pido a Bambi que llevara a la casa del Juan Pablo una caja que saco de un antigua armario. Al principio Bambi se nego, es decir, ignoro el pedido y siguió lustrando con habilidad las tacitas de la repisa vidriada.

 

-Adoro estas preciosidades Tia, cada una tiene un diseño hermoso, adoro como al sacarles el polvo brillan las filigranas doradas de los bordes- se había puesto un pañuelo rojo en la cabeza y con un delantal enorme toda la mañana había fregado y limpiado, con alegría esos tesoros y todos loas adornos de la estancia ,mientras la tía le alcanzaba un te con limón y acomodaba el librero.

 

.Esas son cosas que no deberían interesarte jovencita, aburridas tazas en una repisa, y chucherías por todos lados-

 

-pues parece que me interesan esas cosas-dijo con un tono agrio Bambi, que no le gustaba que cuestionaran sus afirmaciones.

 

La tía rio mientras sacaba el polvo de unos libros antiguos, detrás de ellos la vio. Una caja negra de madera dura y pesada, con una pinturilla roja en alguna época tenia pintada la palabra fotos. La tomo con cuidado, y miro de reojo la cara divertida y pecosa de Bambi que limpiaba , casi acariciaba, una tacita de café con asas doradas. Se sentó en la mesa de la cocina y con la franela le saco el polvo. La abrió con cuidado y sonrió por un instante, pero también su mirada se fue obscureciendo. Barajo las fotos, una por una, eran en blanco y negro y algunas sepias, todas retrataban la vida en un lugar natural en algún pueblo árido, casi todas posadas, perecía una peña, una fiesta en alguna iglesia, niños en algún acto escolar.

 

-Bambi, tu abuela Angustias te dio algo para mi al volver a buenos aires..-

 

Bambi dejo de lustrar chucherías, sin voltearse a mirar a Pupe dijo

 

-me mandaron tía, me dieron esta dirección, no supe mucho de ella...-mintió, aunque algo la tranquilizo de alguna forma la mandaron pero si la tía preguntara algo mas especifico de aquella mujer que nombraba siempre, como una amiga de la adolescencia, alguien amado, alguien con quien se comunicaba por cartas y que por cosas de la vida había perdido el rastro hace unos años, tendria que hacerlo.

 

-Lo se pequeña....sigue sigue fregando, que en un rato necesitare que hagas un recado-

 

-no conozco el barrio Tia, se ir hasta Don Mingos por pepas de membrillo, y volver nada mas- contesto aliviada de haber escapado de la situación, y anotando en su cabeza contarle esto a las chicas cuando vinieran.

 

-No te vas a perder, vas de mi hermano con esta caja, esta acá a dos casas- la tía cerro la caja y la lustro un poco.

 

Bambi limpio en silencio, iría si, porque la tía lo necesitaba, y por sobre los demás, todos los demás, estaba la tía y sus necesidades, era la única familia que tenia, aunque no fuese de su sangre. Quizás tendría la suerte de no cruzarse con el muchacho, quizás podría leer con Bauti las tiras de clemente , es curioso como ese niño pequeño la hacia tan feliz, jugar con el era como no ser ella por un rato, amenos no ser la parte que detestaba de ella, la parte de no saber.

 

Asi que cunado termino, acomodo su ropa, y cargo la caja de madera.

 

-dásela a Juan Pablo el sabrá que hacer- le acomodo el flequillo a su nieta encontrada- Juan Pablo siempre sabe que hacer.




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