Dividida

el Dilema de Papiro

El dilema de Papiro

Cuando Juan Pablo llego a la puerta del  industrial ya de lejos diviso a papiro con el guardapolvos azul desabrochado mirando las paredes de la entrada de su colegio, inscripciones de colores, palabras, siglas, números, jeroglíficos modernos hechos quizás con aerosol sin cuidado ni respeto.

-Tenemos el mismo arte en nuestra entrada..- Juan Pablo se puso a la par del joven para examinar también. -Y decime Pablito, ¿también tienen el mismo problema que nosotros sobre este arte- dijo papiro sin dejar de examinar la pared?.

-vos decís “ese” problema- Juan Pablo suspiro -si, tampoco nadie salvo los alumnos pude verlo, al principio pensé que lo ignoraban porque a esta altura del año hay tantos problemas con la cooperadora del instituto que preferían asi, pero en realidad lo ven las inscripciones-

-Tampoco los padres?-

Tampoco papiro- -

¿y tampoco entiendes de carancho significan estos palitos letras y números?-

-Tampoco nosotros entendemos...bueno al menos casi todo el tiempo...hay veces que...-

-¿hay veces que los palitos tienen sentido no?- Juan Pablo no se sorprendió, hacia semanas que la tregua había terminado, pero ningún directivo, ningún padre, ningún vecino parecía percatarse de las inscripciones. Solo los alumnos, Pablo había visto como algunos se quedaban mucho tiempo mirando las escrituras como si tuviesen sentido para ellos, al menos ese momento, causando alguna sensación, generalmente ninguna buena, o a menos las que el haba podido ver en algunas situaciones, Mayra por ejemplo estuvo todo un recreo mirando una especie de flor con inscripciones incoherente, después de un rato se puso pálida y corrió al baño, después de eso evita pasar y mirar por ese sector, le dijo a Pablo que si no podía leer lo que decía que no la molestara preguntando. Había otros que se detenían ante algún dibujo y esquivaban la mirada. Las reacciones eran todas parecidas, el había preguntado que veía. Palabras casi todos, alguna palabra que no querían repetir o que los dañaban a leerla, los que habían hablado después de algún enojo contra el anónimo pintor podían repetirlas.

-¿a vos te paso papiro?-

-¿que... entender algo?- fue el único momento en que miro a Juan Pablo

- si- y señalo un sector-ahí dice algo sobre mi Juan Pablo miro, no vio nada mas que ganchos negros y rojos, puntos, rayas nada que significara algo para el.

-es mi nombre...- bajo la mirada papiro, descruzo los brazos para ver su reloj-son las siete tengo que volver a casa Juan Pablo entendió, conocia a papiro desde la primaria donde siempre tenían peleas , nunca se habían llevado bien, separarse en distintos secundarios no había mejorado la situación porque las rivalidades seguían y se arreglaban en la plaza de nico, si un directivo no lo sancionaba antes de que se armara el lio. También conocia la otra parte, la historia de papiro que a nadie contaba y su nombre era una de esas cosas, al menos el nombre que tenia antes de haber sido recuperado por sus padres. Había nacido en cautiverio durante la dictadura, había sido entregado a una familia, la familia lo recupero cuando tenia cinco o seis años y vive ahora con sus abuelos, sus papas continúan desaparecidos. El nombre de papiro el primero nadie lo sabia, quien lo habría pintado en esa pared y porque.

-Te acompaño Papiro, voy cerca de tu casa ¿trabajo de don mingo sabes?- Y caminaron en silencio hasta la parada de colectivo.




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