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Mayra otra vez

Mayra otra vez.

Mayra ve a Pablo salir de la casa de la tia junto a las jóvenes inmediatamente piensa que ha olvidado la merienda de hoy. Eso no seria un problema para Mayra ya que conoce el carácter esquivo del joven, a ella no le molesta realmente que Pablo la esquive, mas la evita, mas se encapricha con el. Ella sabe bien que si no fuera por todas las distracciones que rodean a Pablo, hubieran seguido su relación, después de todo un beso es un beso, y ella lo tuvo medio robado el día de su cumpleaños. Después de eso y asegurarse que todos su compañeros la vieran con Pablo, se corrió el rumor que eran novios, con eso le basto a Mayra, con eso solo.

El inconveniente había sido siempre las distracciones, aclaremos que era la forma abreviada de llamar a Abigail, Silvina y la extraña joven de pelo corto. Esta ultima era su preocupación, la vio besar al joven y en verdad, ese no bebiese sido un problema para Mayra, conociendo al bombom, si no la mirada brillosa de el, el rubor en sus mejillas y la forma en que se tildo incluso cuando la acompaño a la parada de colectivos ese día.

Ese si era un problema, las distracciones eran solo eso podía tolerarlo incluido a su molesto hermanito que no dejaba de molestarla en cada visita, incluido al padre que parecía siempre encontrarse perdido y le preguntaba una y otra vez si se llamaba Maria o Mariana.

La joven esa, era su preocupación y la tensión que se generaba en Pablo cuando ella estaba cerca y como ella misma pasaba a ser un cero a la izquierda, aun mas que cuando Abigail y Silvina lo requerían.

No estaba en el grupo que partía rápido en dirección a la estación de trenes, eso la alivio. Asi que apuro el paso y grito

-Pablo....!!!- caminado rápido hasta alcanzar el grupo que se detuvo alertado por la llamada-¿No te habrás olvidado no?- colgándose del brazo del joven que incomodo esquiva el enganche y vuelve apurar el paso mientras le dice;

-Mayra ve con bauti si quieres merendar tengo un asunto urgente que resolver- acto seguido le hace señas a las jóvenes indicando que se apresuren con el.

Mayra se enfurece por dentro pero en cuestión de hombres sabe bien que el que se enoja pierde y ella no quiere perder, asi que evita contestar se sonríe y apura el paso también evita engancharse de Pablo, pero si se pone en medio de Silvina y el.

-¿Mayra es necesario nena?- se enoja Silvina cuando se da cuenta el empujón que recibe para ser apartada del joven-Hoy es el día en que podría devolverte la gentileza tarada....-devolviendo el empujón a Mayra que se toma fuerte de Pablo, sin dejar de sonreír y sin abandonar el lugar ganado.

-Bueno basta che!- levanta la voz Abigail- Este no es asunto tuyo Mayra, puedes seguirnos pero si volves a empujar a Silvina vas a llegar a la estación con los dientes en la mano ¿esta claro?-

Nadie dijo nada, ante la declaración de la joven que por primera vez salia de su melancolía para poner un limite, Mayra dejo de sonreír y camino en silencio esta vez detrás de las jóvenes. No volvió a decir nada hasta que llegaron a la estación.

Ahí la vieron, sentada en la banca vieja mirando las vías.

Silvina fue la primera en llegar y apesar que venia jadeando para llegar mas rápido unos pasos antes de llegar aminoro la marcha y se sentó al lado de Bambi.

Lo mismo hizo Abigail.

Pablo en cambio se recostó en un poste y espero allí mirando de lejos, algo le decía que podía cuidar a las chicas desde aquí.

Mayra se quedo cerca de Pablo, nadie la movería de ahí, no importa cuanto le mostraran su desagrado cuando ella estaba allí, eso a ella no le importaba, había algo mas importante....y rubio que atesorar.




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