Alba
Cuando Pupe se acomodo a la rutina de la familia de la Tia las cosas se le hicieron mas llevaderas, habia una denominador comun en todas las cosas que ella tenia que hacer: trabajar y volver a trabajar.Las cuatro o cinco horas de descanso que tenia por la noche le alcanzaban para atender a sus pequeños hermanos y los quehaceres de la casa. Que incluian cocinar para toda la familia, limpiar la casona, lavar la ropa, arreglar el patio, hacer las compras, hacer recados y estar siempre en movimiento.
Lo que mas extrañana de su estado actual era leer y escribir. En Catamarma ella ayudaba a las maestras a dar clases a los mas pequeños y esas horas en la escuela eran como vacaciones, enseñar era como su super poder , era como sembrar en alguien una semilla y verla crecer y Pupe tenia mucho que enseñar, sabia bordar, cocer, cocinar, sabia de plantas y flores, sabia atender animales y habia leido segun angustias decia mas de un millon de libros con la maga.
Asi que que cuando se quedaba sola con sus hermanos a eso de las dos de la tarde y la Tia dormia la siesta, solia enseñarles cosas de todo un poco. Tomas el hermanito mas pequeño era como un abrojo se pegaba a sus pantalones y la seguia por la casa , al principio sus ojos tristes la miraban esquivo desde lejos, hasta que un dia Pupe le dio un destornillador pequeño y una madera y le dijo que recuperara todos los tornillos que los hiba a usar para arreglar una cajitas que habia encontrado por ahi.
Asi que el pequeño tomas estuvo toda la tarde destornillando , concentrado en su labor. Y Pupe se sintio satisfecha para ellla todos tenian semillas dentro solo habia que regar las adecuadas. Asi que empezo a enseñarle pequeñas tareas de reparacion y con el tiempo ambos hermanos Pupe y Tomas habian encontrado un pasatiempo productivo que no podia ser cancelado por la Tia.
Alba era mas esquiva, una niña triste y silenciosa. Sentada siempre en su cuarto o en los sillones, su unica mision era permanecer peinada todo el dia para evitar el coscorron de la tia y no llenar de arrugas su vestido.
Con el tiempo Pupe noto que Alba no estaba inmobil, estaba ocupada en una terrible tarea, las manos escondidas detras de su espalda siempre parecian estar en movimiento. Esto intrigo a Pupe que mientras hacia sus tareas seguia con la mirada a la niña y buscaba escusas para acercarse haciendo algo, barriendo, repasando las mesadas, levantando algo del suelo cerca de la niña. La niña nunca la miraba, a diferencia de Tomas que poco a poco habia entrado en confianza con Pupe y siempre estaba buscando tareas para hace o simplemente la seguia por la casa para conversar o mostrarle cosas. Alba no, Alba era una muñequita viviente, y el movimiento casi impreceptibles de sus manitos en la espalda intrigaba a Pupe.
Terrible tarea era, cuando Pupe descubrio lo que hacia Alba se entristecio. Con las uñas de la mano lastimaba la otra mano hasta dejar marcas de uñas pequeñitas en la palma de la mano. Lo descubrio de casualidad, la Tia salio de su cuarto durante la siesta y arrojo sobre la niña unmuñeñeco de tela pequeño dandole de lleno en la cabeza y le indico a los grito que nunca volviera a husmear entre sus cosas ni tocar los ·trabajos·. luego le indico que tomara la muñeco y lo pusiera en su lugar, en ese momento Albita solto las manos de su espalda y Pupe pudo ver las marcas, todas las frescas y las viejas como cicatrices blanquesinas que formaban una bandada de cicatrices en sus manitos.
La tristeza invadio a Pupe, y entendio que la niñez es movimiento y que pedirle a una niña inmobilidad era inhumano e imposible y que la unica forma que encontro la niña para cumplir con el horrible mandato era lastimarse, quizas para evitar un castigo peor mas cruel.
Todas las tardes intentaba acercase a Albita, le cocio una muñeca con retazos que su amigo mingo le dio para estas labores, una dulce muñequita como Alba con su sonrisa bordada con puntadas prolijas. Y la dejo cerca de la niña, que tardo unos minutos en tomarla y arroparla, sonriendo por primera vez desde que Pupe habia llegado.
Esto animo a Pupe, y con otros retazos armo vestidos vaporosos, soombreritos tejidos al crochet, zapatitos de fieltro, que dejaba como amorosa ofrenda a la pequeña Albita.
Limpiando el cuarto de Albita, descrubrio que debajo de su cama en una caja de zapatos roja ella guardaba los guardarropas de la muñeca nueva.
Luego logro acercarse y preguntarle algo al pasar.
-¿como se llama tu niña?- pregunto Pupe fingiendo que barria el suelo frente a la niña.
-Cata....- decia la niña y se escondia en su cuarto para no continuar con la conversacion.
Otro dia dejo unas galletitas de limon con azucar cerca de la niña, las habia cocinado antes que todos se levantaran y las guardaba para Albita y Tomas.
-a cati le encantaron las galletitas de limon- dijo la niña acercandose a la cocina donde la atareada PuPe refregaba ollas y trastes.
Pupe espero escuchar la huida de la niña a su cuarto, pero en su lugar la vio parada cerca de ella abrazando la muñequita de tela.
-Si a Cati le encantan las galletitas entonces siempre que haga le guardaremos algunas-dijo Pupe.
Cuando Pupe cumplió los 18 la tía la puso a trabajar en una fabrica de guantes, hasta los 21 Pupe trabajo ahí, hasta que los malos tratos a Tomas y Alba le hacían tanto daño que con lo ahorrado en esos años, alquilo una casita que su amigo Mingo ayudo a elegir, y se llevo con ella a sus hermanos.
Editado: 31.10.2024