Divorciada y con remolque

Capitulo 8

Damir

¡Si alguien supiera lo que me costó traer a Kaan a este restaurante! ¡Si alguien lo supiera!

Kaan de repente vino a la fábrica a resolver algunos asuntos que quedaban pendientes al final de la jornada laboral, acordamos tomar un café en la ciudad, y luego vi a Lale correr hacia un hombre alto y gritar "Atesh"!

¿Es que yo podría tomarme un café después de que mi Yasia y su pequeña copia se subieron al auto de un tal Atesh? ¡Yo simplemente estaba obligado a seguirlos!

Planeaba librarme rápidamente de Kaan con cualquier pretexto, y perseguir el auto de Atesh yo solo. El hecho de que Lale pensaba casarse con él no dice nada, las niñas a menudo quieren casarse con sus padres. Y lloran amargamente cuando se les dice que eso es imposible.

A mi cerebro excitado se le ocurrieron unas cuantas decenas de razones por las que Lale no sabe que Atesh es su padre. ¡Y yo estaba listo a seguirlos hasta el otro extremo de Turquía!

Pero el maldito Kaan se me pegó como una rémora y se pasó todo el camino prometiéndome llevarme al Club nocturno más lujoso de Esmirna. ¡Como como si yo no hubiera visto clubes nocturnos!

Yo seguía a Atesh a duras penas, y Kaan estaba a punto de tomarme de las manos para indicarme a dónde tenía que girar para llegar al lugar paradisíaco. Tuve que mentir que tenía mucha hambre, y si no cenaba ahora mismo, moriría joven.

Y todo porque Atesh se dirigió a una calle, que está llena de cafés y restaurantes. Trajo a Yasia a cenar, ¿eso es normal? ¿Cómo se supone que debo entender esto?

Estaciono cerca del restaurante, a donde acaba de entrar Atesh, dejando pasar por delante a a Yasia y Lale.

— Vamos rápido, hermano Kaan, — tiro de Ozturk por la manga, — de lo contrario me moriré de hambre ahora mismo.

Murmura a regañadientes que podríamos haber cenado en el club, la comida allí es excelente.

Tengo que hacerme el snob y expresarme en el sentido de que para mí excelente es poco, necesito que sea magnífica.

El restaurante a donde trajeron a Yasmina es bastante lujoso, lo que significa que Atesh no es ningún mendigo. El mismo Kaan preferiría matarse a sí mismo antes que confesarlo, pero entiendo que es un establecimiento demasiado caro para él. Con el dinero recibido de mí por la fábrica, Ozturk compró un hotel, y ahora no puede permitirse gastar dinero por gusto.

Afortunadamente, yo no necesito ahorrar, así que tuve que pedirle a Kaan que fuera mi invitado esta noche.

Entro en el restaurante y miro alrededor buscando a Yasmina. Y cuando la veo, mis ojos se oscurecen.

Atesh extiende sus largos brazos hacia Yasia y le pasa por detrás de la oreja un mechón de pelo que le ha caído sobre la cara.

¿Cómo se atreve a tocarla?

¿Cómo se atreve a acercarse a ella?

Le hizo un hijo, los abandonó, él mismo vive en el lujo, y Yasia se ve obligada a ir a trabajar y llevar al bebé consigo.

— ¡Atesh! — en ese momento exclama Kaan y se vuelve hacia mí. — Damir, ¡ese es Atesh Deniz!

Algo hace clic en mi cabeza y toda la cordillera de Bozdaglar cae de mis hombros. Este es el hijo menor de Emir, que sufrió un accidente de tráfico cuando los Deniz fueron la vez pasada. Resultó que él y Yasemin tienen el mismo tipo de sangre, y Yasia le salvó la vida al chico.

¿Pero qué hace aquí? ¿Y por qué se comporta con Yasai como si estuvieran comprometidos? Ese gesto, por el que todavía me dan ganas de arrancarle las manos, de todas formas, es demasiado íntimo. Y lo más importante, Yasmina no lo detuvo.

La brillante Lale ya corre hacia mí, ¡es tan inconstante! ¡Como si no fuera ella la que pensaba casarse conmigo hoy! Pero eso no me molesta en absoluto, al contrario. Voy al encuentro de la niña, me dejo tomar de la mano y me acerco a la mesa.

Kaan me presenta al joven Deniz, que se comporta perfectamente. Pero veo qué fuego arde en los ojos negros como el alquitrán.

En general, no me importa, pero es interesante observarlo. No puedo afirmar sobre el resto de los Deniz, pero Atesh sabe exactamente quién era el esposo de Yasmina. Y es difícil para él ocultar lo que siente por mí, es demasiado joven.

Recuerdo exactamente que hace cinco años era un niño mocoso, exactamente más joven que Yasia. Y ahora es difícil creerlo, en Turquía, los chicos crecen temprano. Y determinar a simple vista la edad de alguien es una tarea ingrata.

Kaan en un santiamén cubre a Atesh con una avalancha de palabras; éste, aunque reacio, se deja arrastrar a la conversación. Por la apariencia de Yasia, se nota que está desconcertada, pero incluso si pudiera preguntarle, es poco probable que ella me diga qué Atesh quería de ella.

Finjo sucumbir a la persuasión de Lale, tomo su mano y vamos a ver los peces en un gran acuario.

— ¿De dónde conoce Lale a Damir Bey? — Atesh me mira asombrado. Me llegan fragmentos de frases, pero finjo que no oigo. Ni tampoco los miro.

— Damir compró la fábrica a Kaan, responde por todos Yasmina, — y él y Lale se hicieron amigos.

Kaan dice algo, pero no puedo oír qué. Espero que simplemente se queja de algo.




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