Nueva Política

Donovan miraba la televisión, acompañado de Yumiko. Terminó el discurso de Norbert, quien seguía con la misma prepotencia. El líder de la Organización Criminal le dio un trago a su copa de vino. Sonrió, se veía complacido.

—Esto será interesante. Ahora se fue contra su propio primo… asegurando que es un idiota.

—¿Qué haremos, señor?

—Envía al equipo Irradiante. Acabaremos con él.

—Si hacemos eso, quedaremos expuestos. Debemos hacer que parezca un accidente, ser más discretos. El objetivo de esta organización es limpiar la ciudad y sacar la basura en silencio, así la gente confiará en la gobernatura del Alcalde Guionette como lo ha estado haciendo.

—Esos son tiempos pasados, cuando Andrei estaba a cargo. Ahora yo estoy a cargo y haré que toda la ciudad tenga miedo.

—Pero… todos se pondrán del lado de Norbert.

—Ya están de su lado, por eso debemos eliminarlo y declarar a Dennis como el ganador. Él será el próximo alcalde, aunque tenga que matar a todos en el proceso. Si la gente ve que acabamos con aquellos que están en contra, nos temerán y nos respetarán.

Yumiko se quedó en silencio.

—¿Alguna duda?

—No. Lo entiendo perfectamente, señor.

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Lizeth llegó al edificio de la Organización Criminal para unirse a su nuevo equipo. Entró a la oficina de Santiago, donde estaban los demás…

—¡Wow! Estás libre, ¿Quién te ayudó? —preguntó Baruk, emocionado.

—Una mujer que trabaja ahí, no sabía que teníamos un contacto en la estación de policía.

—¿Una mujer? ¡Vaya! ¡Qué curioso! —exclamó Spencer, quien tenía en mente a uno de los policías.

—Es Nadia, mi contacto.

Todos miraron a Tania cuando dijo esto.

—¿Tu contacto? —preguntó Poulett, asombrada— Ya veo, fue la persona que te dio información de la Fuerza Blanca.

—Sí, se mantiene en secreto porque está muy cerca de ellos. Por eso no les había dicho —explicó Tania—. Me dijo que borró un audio que Karla tenía como evidencia en contra de nosotras.

—Así que es buena, ¿Quién lo diría? —comentó Jung.

—Debemos seguir actuando como si no la conociéramos. Es nuestra ventaja con la policía —recomendó Tania.

Los demás estuvieron de acuerdo en guardar el secreto.

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Por otro lado, Bastián no lo podía creer. Revisaba las cámaras para saber cómo demonios había escapado esa mujer. No obtenía ni una pista. El escape había sido muy limpio. Nadie sabía nada. Llamó a sus compañeros y fueron a la sala de juntas. Ernesto también se presentó.

—Escapó en la madrugada, una vez más alguien de esta estación nos traicionó.

—¿Será la misma persona que borró el audio? —preguntaba Karla.

—Damián, ¿le preguntaste a Private sobre el informe que le pedí?

—Ah… lo olvidé.

—¡Maldición! ¿Cómo se te puede olvidar algo así?

—Debemos descubrir a esa persona, es muy peligroso que siga ayudando a la Organización Criminal —pidió Ernesto.

—Sí, sobre todo ahora que Norbert salió a decir que su primo es un imbécil…

—En cualquier momento lo atacarán.

—Y estamos en desventaja, alguien nos observa y le dice todo a los enemigos —dijo Karla, preocupada.

—Bien, por el momento, no filtren información. Solo hablen entre ustedes, asegúrense de no hablar con ningún policía. Sabemos que el traidor es por parte de Dennis —sugirió Ernesto.

—De acuerdo.

Salieron de la sala de juntas. Eduardo se encontró con Nadia en la puerta, quien llevaba su café.

—Aquí tienes tu café —se lo ofreció con amabilidad.

—Gracias, Nadia.

—Por nada —respondió, sonriendo.

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Eduardo caminó, acompañado de Damián. Se dirigieron a su oficina…

—¿Quién podrá ser el traidor?

—Oye, estaba pensando en que Nadia es muy bonita. Cuando sonríe, se ve tan hermosa e inocente —comentó Damián.

—¿Y eso a qué viene?

—Deberías salir con ella. Olvídate de tu ex, actívate y vuelve a vivir.

—No es tan fácil olvidarme de Tania… ayer hablamos.

—¿Qué?

—No quiere renunciar a esa organización… estoy decepcionado de ella.

—Eso es evidente, hubiera renunciado desde que se enteró de que trabajas para la Fuerza Blanca. En lugar de eso, te dejó. Prefirió terminar contigo.

—Gracias por el apoyo…

—Oye, solo estoy diciendo la verdad. Esa mujer no te convenía y como están las cosas, no dudes en que te matará.

—No podrá contra mí.

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Dennis fue furioso hacia el ayuntamiento. Primero fue a ver a su padre, el actual alcalde…