Verdades

Spencer y Baruk salieron de la oficina de Santiago. Impactados al saber la verdad. Se encontraron con las chicas.

—¿Cómo les fue, fracasados? —preguntó Poulett.

—¡Qué te importa! —respondió Spencer.

—Creí que ustedes eran perfectos y no cometían errores.

—No fueron errores. Ese Dúo Perfecto es letal.

—Sí, claro.

Spencer no siguió con la discusión, se fue, ignorando las burlas de Poulett. Baruk se quedó, pensando en lo que sabía sobre Jung.

—Oye, Baruk, ¿Por qué fallaron? —preguntó Poulett.

—Eh… eran más fuertes.

Lizeth se metió en la conversación.

—Deja de molestarlos, la verdad estuvimos en desventaja.

—Ay, sí. Defiendo a mi nuevo equipo.

—Si eres capaz de hacerlo mejor, demuéstralo —retó Lizeth.

—Lo haremos, ¿verdad, Tania?

Sin embargo, Tania no estaba presente.

—Maldición… ¿A dónde se fue?

Poulett salió a buscarla. Quedaron solo Baruk y Lizeth.

—¿Estás bien? —preguntó la mujer, al verlo tan preocupado.

—Sí… es que me enteré de algo, pero no te puedo decir.

—Ah. Ya veo. Por cierto… ese Franco es muy guapo, ¿verdad?

—Eh… no lo sé. No lo he notado —respondió, ruborizándose.

—Estaba pensando en él. Es fuerte, atractivo y huele muy bien. ¿Piensas lo mismo?

—Bueno, sí… lo es. ¿A ti te gusta?

—No es mi tipo, pero… debo admitir que se ve irresistible.

—Es muy difícil pelear contra él… no le digas a Spencer. Afortunadamente no se dio cuenta de lo que pasó.

—Sí, entiendo.

—¿Crees que esté bien que sea considerado con él? Es el enemigo.

—Podríamos hacer que las cosas cambien. En el corazón no se manda… si tú sientes algo por él, déjalo que fluya.

—¿Cómo podríamos hacer que todo cambie? No quisiera arriesgarlo todo por alguien que no me corresponde.

—Pero, ¿Qué dices? Se ve que está interesado en ti.

—¿En serio? —Baruk se ilusionó en ese instante.

—Claro. Ni siquiera te golpeó como lo hacía conmigo. ¡Esa es una señal!

Lizeth lo estaba animando. Poner a Baruk de su parte podría ser muy conveniente para la seguridad de Norbert.

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Tania se acercó a Spencer.

—¿Estás bien?

—No… he fracasado en la misión y… perdí a un integrante de mi equipo.

—No te preocupes, lo recuperaremos.

—Tania, gracias por venir a animarme. Eres una mujer muy bella, por dentro y por fuera.

Se ruborizó al escuchar estas palabras.

—Estoy seguro de que, si tú hubieras ido con nosotros, habríamos ganado.

—Gracias por tus palabras, pero… se supone que yo vine a animarte. Ahora me estás animando a mí.

—Y lo haré siempre, hermosa. Aunque me encuentre en problemas.

Tania se sintió conmovida por esas palabras. Poulett escuchó la conversación sin que se dieran cuenta.

—¡Qué hipócrita! Se supone que no lo quería…

Se fue, después de pronunciar estas palabras.

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Poulett se dirigió a la oficina de Donovan, pidió hablar con él urgentemente. Se lo concedió.

—El equipo Irradiante ha fallado en su misión y perdió a uno de sus integrantes. Le pido que me deje ir, yo me encargaré de matar a Norbert Guionette.

Donovan le dio una fumada a su puro.

—¿Tú sola? ¿Qué te hace pensar que ganarás si un equipo fue derrotado en su totalidad?

—Le prometo que no fallaré. Yo no soy una traidora en primer lugar y se lo voy a demostrar.

—Está bien. Te doy la oportunidad.

—Muchas gracias, señor. No se arrepentirá.

Poulett se retiró de la oficina. Aprovecharía la noche para cumplir con la misión.

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Horas más tarde, cerca de las 3 de la mañana. Las calles estaban muy tranquilas. La vigilancia en la casa de Norbert era extrema, pero Poulett emitía sonidos para aturdirlos a todos y así poder entrar. Las alarmas eran silenciadas a su voluntad. Caminó hacia la cocina y tomó un cuchillo, el más grande que había. Fue por los pasillos de la enorme casa y dio con la habitación de Norbert. Abrió la puerta, entró sigilosamente en medio de la oscuridad. Se acercó a la cama y utilizó el cuchillo para clavarlo. La tarea era demasiado fácil. Al no ver sangre derramada, encendió la lampara del buró. Era un cuerpo falso. Se sorprendió… había sido engañada. Norbert no estaba en su casa.

—¡Maldición!

Tuvo que retirarse. Debía buscarlo para asesinarlo esa misma noche, así que investigó. Recordó que Private guardaba todo tipo de información, él podría saber dónde se encontraba Norbert. Fue al servicio de mensajería. Cerrado. Otra vez se maldijo. ¿Dónde podría estar?