Doble Equipo

Planes Cruzados

Lizeth recibió una llamada de Hyun, su compañero de clases de la Escuela Verde. Debido a las amenazas, tuvo que decirle que necesitaba ayuda. Inventó que tenía problemas con Karen y que le ayudara a resolverlos. Lizeth se sintió responsable al interferir en su relación que no dudó ni un segundo en ir. Fue citada en el estacionamiento de la plaza comercial. Llegó al anochecer y no se encontró con Hyun. Katsou la estaba esperando.

—Lizeth Yong, tienes que ayudarme con una misión si no quieres que tu compañerito pague las consecuencias.

—¿Quién eres tú? —preguntó, preparándose para pelear.

—¿No me recuerdas? Peleaste conmigo cuando Yumiko te buscó en China. Pasaste la prueba y te reclutó.

—Katsou… así que te enviaron a buscarme. No sé cómo diste con mi amigo, pero él está fuera de todo esto. ¡Déjalo en paz!

—Ayúdame con mi misión y no le pasará nada —condicionó.

—¿Qué es lo que quieres?

—Al parecer, eres la única que puede pasar a ver a Norbert. Ya lo has hecho antes, según mi investigación. Quiero que me lleves a verlo.

—Te informo que la última vez que traté de pasar, Bastián no me lo permitió.

—Eso es lo de menos, podemos crear una distracción para la Fuerza Blanca. Los que custodian la puerta ya te conocen muy bien —dijo, refiriéndose a Franco y Phillip.

—Maldición… ¿Cómo es que sabes tanto?

—Cuando llegué de Japón, investigué todo sobre los sirvientes de Donovan. En especial, sobre las chicas que mi hermana reclutó. Es muy joven, todavía comete errores. Uno de esos errores eres tú.

—¿Vas a matarme? Hazlo, si puedes.

Katsou se acercó y sostuvo uno de sus brazos de manera instantánea. Torció su brazo para evitar que se defendiera.

—Pudiste evitarlo, pero eres muy lenta ahora porque estás herida.

Lizeth no podía zafarse, le dolía demasiado hacer un esfuerzo.

—Vas a ayudarme o mataré a tus amigos de la Escuela Verde.

La mujer no tuvo otra opción que aceptar. Era totalmente injusto poner en riesgo las vidas de Hyun y Yim. Eran jóvenes e inocentes.

.

En el hospital, Spencer, Tania y Baruk entraron disfrazados de personal médico. Querían sabotear la misión y hacer que Katsou quedara como un fracasado, pero si se atrevían a hacer algo así, debían hacerlo ocultando sus identidades.

—Bien, actúen normal en lo que llega —dijo Spencer.

Tania y Baruk asintieron. Nadia pasó a lado de los tres, se detuvo en seco y volteó a verlos. Realizaban sus actividades con normalidad. La mujer encogió los hombros y siguió su camino. En la sala de espera, tomó asiento, ahí estaban Karla y Eduardo.

—¿Cómo siguen Norbert y Damián? —preguntó, con amabilidad.

—Bien, todo bien.

Karla se puso de pie.

—Oye, Eduardo, ¿Por qué no le das más detalles en lo que voy a ver a Damián? Siéntate a su lado, ¡no seas tímido!

La mujer lo levantó, tirando de su brazo, y lo acomodó a un lado de Nadia.

—Ya regreso —se despidió.

Eduardo estaba muy apenado por lo obvia que era su compañera. Nadia mostró una sonrisa, como era usual en ella.

—Es una gran noticia saber que Norbert sigue estable, los médicos dijeron que no resistiría —comentó ella, rompiendo el silencio.

—Sí… la verdad es que sí —fue lo único que respondió.

¿Qué le pasaba? ¿Por qué contestaba de esa manera? Eduardo se cuestionó después de analizar sus palabras. No debía comportarse como si nunca le hablara, era su compañera de trabajo y siempre le hablaba sin ningún problema. ¿Por qué actuaba así?

.

Katsou y Lizeth llegaron, observaron a los asistentes. Bastián no estaba. Esto era bastante bueno porque era el único que representaba un desafío.

—¿En serio crees que te van a dejar pasar conmigo? Franco y Phillip son listos.

—Diles que te acompaño por seguridad. Será fácil porque nunca me han visto y saben que ahora no te puedes acercar a la Organización Criminal.

—Está bien…

Intentaba frenarlo de alguna forma, pero no pudo conseguirlo. «Maldición, ¿Por qué no está Bastián cuando se le necesita?» Pensaba mientras caminaba.

.

En la habitación, Norbert se estaba recuperando lentamente. Dormía durante muchas horas estando en cama todo el tiempo. En sus sueños, no dejaba de pasarla mal. Constantemente soñaba que Lizeth quería vengarse de él por haberla utilizado. Le parecía extraño que no se infiltrara en la habitación para visitarlo como lo había hecho antes. Eso significaba que ella ya no sentía nada por él. Estaba tan angustiado y tenía el corazón roto. Recordaba sus ojos, su sonrisa, sus labios, su voz… Se despidió de ella, aunque le doliera esta separación, debía seguir adelante. No permitiría que la Organización Criminal siguiera controlando a Ciudad Vitrina a través de su primo Dennis. Su principal promesa de campaña era eliminar la Ley de Herencia y eso conllevaba destruir a esa organización. Mucha gente lo apoyaba, tenía ganados los votos y por eso Donovan quería matarlo. La única forma de ganarle era arrebatándole la vida, porque él, él sabía que podía con todo y estaba muy preparado. Abrió los ojos lentamente.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.