Jung regresó al edificio de la Organización Criminal. Fue recibido por Spencer y Baruk, quienes se acercaron a preguntarle sobre su repentino abandono.
—Oye, Jung, ¿Dónde estuviste? —preguntó Baruk, quien no tenía miedo de sus ataques.
—Fui a buscar respuestas… no obtuve nada.
—Estábamos tan preocupados. ¡Qué bueno que estás bien!
Spencer no estuvo de acuerdo con las palabras de Baruk, pero se mantuvo en silencio. Sabía que Poulett había sido asesinada por él.
—¡Tú! ¡Eres el maldito que asesinó a mi amada!
Dennis llegó al lugar e inmediatamente lo sostuvo de la ropa con amenaza de golpearlo. Baruk retrocedió, sorprendido.
—¡Eres un…! ¡Deberías morir por lo que hiciste!
Jung lo miró, le pareció patético que lamentara la vida de una mujer que ni siquiera lo tomaba en cuenta.
—Mátame si puedes.
—¡Lo haré! —le dio un puñetazo en la cara, arrojándolo al suelo.
Baruk le sostuvo los brazos al ver que quería seguir.
—¡Espera! No es lugar para esto, Katsou está adentro hablando con Donovan.
—¡Me importa una mierda!
Estaban en la sala de espera de la oficina principal de Donovan. Jung se levantó lentamente.
—No puedo creer que te pongas así por una mujer que siempre te ignoró —comenzó a hablar—. ¡Qué estúpido! Estaba contigo porque nadie más la apoyaba.
—¡Cállate! ¡Tú qué sabes del amor! Eres solo un invento de Santiago.
—Te voy a matar…
Jung hizo aparecer sus cristales de forma amenazadora. Inició el ataque y los clavó. La sangre comenzó a escurrir. Se decepcionó al ver a quien se los había clavado.
—¡Cálmate! Donovan saldrá en cualquier momento —pidió Baruk, mientras se quitaba los cristales con sus propias manos.
Jung dejó de amenazar, era inútil herir a alguien que no sentía dolor y se curaba rápidamente. Dennis quedó asustado al sentir esos ataques tan cerca que también se tranquilizó.
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Donovan salió de su oficina, seguido de Katsou y Yumiko. Miró a los presentes.
—¿Alguien tiene una idea definitiva para terminar con esto?
Spencer, Baruk, Tania, Jung y Dennis se miraron entre sí.
—Jung, es bueno verte. Quisiera hacerte algunas preguntas —dijo el jefe, al percatarse de su presencia—. Ustedes, quiero una idea cuando termine.
El mencionado caminó hacia el interior de la oficina, Donovan entró y, antes de hacerlo, pidió que nadie interrumpiera. Katsou y Yumiko se quedaron afuera con el resto.
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Mientras tanto, en la estación de policía. Bastián citó a Norbert en su oficina personal.
—Ahora que tenemos a Lizeth, quiero saber si las sospechas de Damián son ciertas. ¿Ella te atacó en tu oficina? ¿Fue parte de tus atacantes?
—Les dije que se trataba del equipo Irradiante.
—Ella forma parte de ese equipo, según los informes. Puede que la estés omitiendo… a propósito.
—¿Crees que la estoy encubriendo? No. No la perdonaría si ella me atacara de esa forma —respondió, siendo sincero.
—Tengo otra pregunta un tanto personal… ¿estás enamorado de ella?
Norbert miró hacia un costado, mostró una sonrisa arrogante.
—He terminado la relación que teníamos.
—Eso no responde a mi pregunta.
—Es todo lo que diré sobre mi vida personal. Si vas a hacer preguntas estúpidas, me voy —se levantó del asiento.
Caminó hacia la puerta, la abrió y se fue. Bastián se quedó pensando.
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Pasó por el escritorio de Nadia.
—Eh… Norbert… disculpa —lo detuvo—. Deberías hablar con Lizeth, sigue en la estación de policía. He detenido su proceso para que no la lleven tan pronto a la penitenciaria.
Él la escuchó atentamente y realmente consideró su sugerencia.
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Donovan y Jung tomaron asiento alrededor del escritorio de la oficina. El jefe se veía relajado, no le tenía miedo al joven, aunque supiera de sus ataques.
—¿Por qué asesinaste a Poulett Stein?
—Le pedí que no se metiera en mis asuntos, pero no me escuchó.
—¿Cuáles asuntos? —encendió un puro para amenizar la conversación.
—Busqué a Norbert Guionette… me dijeron que tengo su ADN, podríamos ser familiares… quería respuestas esa noche. Ella se apareció y lo atacó, yo no quería que lo matara antes de que me hablara de mi pasado… por eso tuve que atacarla.
—Tu intención fue atacar, no matar. Eso quiere decir que no mides tus ataques.
—La verdad me da igual, viva o muerta, no me importa. No quería que se metiera en mi camino.
—Entonces, ya no pudiste hablar con Norbert porque fue a dar al hospital. ¿Vas a buscarlo de nuevo?
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Editado: 09.10.2025