De nuevo he sido manipulada por mi hermana.
En algún momento de mi vida siempre deseé que mi relación con mi hermana fuera la mejor, que seriamos como aquellas hermanas que se apoyan y se ayudan mutuamente. Pero el tiempo me demostró que con Cristi jamás iba a pasar.
Sé que mi hermana tiene un problema mental. Su condición ha hecho que no sea una buena persona, en especial conmigo. Mi hermana ha cometido muchos errores, por esa razón no puedo culparla porque todo es debió a su estado. Además, yo también he cometido mis errores, y de los más graves de lo que ha hecho mi hermana, y es que ella tiene razón; nuestra madre murió por mi culpa.
Cuando mi hermana me pidió que me hiciera pasar por ella, de verdad me di cuenta de que a pesar de los años mi hermana sigue mal de la cabeza. De inmediato me rehusé en aceptar algo como esto, pero mi hermana se volvió como loca.
Flashback
-¡¡¡Tú no me puedes dar la espalda ahora que te necesito!!!- Mi hermana grita.
-Lo siento, pero no puedo hacer algo como eso… ¿Cómo me pides que me acueste con tu prometido?-
-¡Esposo! Para ese momento ya debo estar casada con él- Cruza sus brazos.
-De todas maneras lo siento, pero no- Tomo mi bolso y antes de salir de la habitación siento como soy empujada violentamente contra la puerta. Mi hermana sostiene mi cabello mientras hace que mi rostro sea golpeado contra esta.
-¡Tú no me vas a dar la espalda ahora!- Susurra con odio –Me lo debes, eres una asesina-
-Nooo… Puedo…- Murmuro, mientras lágrimas descienden por mi rostro, trato de tomar la mano de mi hermana que sostiene mi pelo, pero ella la aparta y me la jala hacia arriba de la espalada.
-Si no haces lo que te pido… -Dice entre dientes –Acabaré con todo lo que quieres, empezando por la tía Míriam, sería una lástima que su restaurante explotara- Abro mis ojos asustada, sé que mi hermana es capaz de todo.
-¡Pero ella es tu familia!- Forcejeo para zafarme -¿Cómo puedes decir algo así?-
-Tú me quitaste a nuestra madre, yo soy capaz de quitarte a tu tía si no haces lo que te pido- Aprieta más mi mano sacándome un gemido de dolor –acabaré con todo-
-¡Está bien! ¡Lo Acepto!- Grito. Mi hermana me suelta, pero antes de hacerlo me golpea mi cara contra la puerta de nuevo.
-Más te vale hacer lo que yo te diga, sabes que soy capaz de todo-
-No puedo creer que me hagas esto, soy tu hermana- Ella se encoge sus hombros restando importancia.
-Y por tal razón jamás te atrevas a traicionarme o decirme que No- Lágrimas descienden por mi rostro mientras mi hermana me señala de nuevo el asiento.
-Ahora te voy a decir lo que tienes que hacer- Mi hermana recobra su compostura elegante y se sienta mientras yo me acerco temerosa. Sé que no debo hacer lo que ella dice, pero sé que mi hermana es capaz de todo. No temo por mí, temo por mi tía y de lo que ella pueda hacerle.
Fin del flashback
-¿Puedes dejar esa cara?- Dice mi hermana mientras sube el cierre de mi vestido -¿Acaso no estás contenta porque tu hermanita se casa?- Dice con sarcasmo.
-No puedo creer que me hagas hacer esto- Susurro.
Estamos en la suite de un hermoso hotel. Hoy es mi boda, bueno la boda de mi hermana y desde este momento tengo que hacerme pasar por ella. Todo es una locura, no conozco a nadie y mi hermana ni siquiera me quiso decir con quién me casaré… Suspiro sintiendo un dolor en mi corazón.
-¡Bueno ya! Más te vale que hagas todo bien y no me hagas quedar mal con mi futuro marido-
-¿Acaso no lo quieres?- Me mira atreves del espejo, aunque ella lleva una peluca corta negra, nuestro rostro es el mismo.
-Claro hermanita, llevo dos años soportándolo a él y a su estúpida familia- Sonríe –Lo amo- Dice con ironía.
-¿A él o a su cuenta bancaria?- Mi hermana levanta su ceja y de inmediato siento como pellizca mi cintura.
-Cuidado hermanita, no vayas a tener que llegar a mi boda con un moretón- Susurra en mi oído.
Me miro al espejo y no me reconozco. Tengo un hermoso vestido de novia, es tan hermoso y perfecto que me da miedo moverme y estropearlo.
-Papa viene en cualquier momento, así que actúa como si fueras yo- Abro mis ojos asustada y mi cuerpo empieza a temblar.
-Tranquila hermanita, no te golpeará... Mientras sea yo- Sonríe con malicia.
-Noo... Sé... Como voy a hacer- Mi hermana me toma de los hombros y empieza a sacudirme con fuerza lastimándome.
-¡Oye muy bien lo que te diré! No tartamudees, no bajes la vista, no quiero que la gente sospeche que tú no eres yo- Hace una pausa -Te juro hermanita que si dañas todo lo que he planeado...- La miro a los ojos y su mirada es oscura –Vas a lamentarlo- La miro con temor -¡Hay ya, es broma!- Me suelta y yo me tambaleo - Pero jamás te atrevas a traicionarme- Guiñe su ojo y sale de la habitación.
Me quedo de pie temblando, lágrimas empieza a bajar por mi rostro. No volví a ver a mi hermana, después de ella salir entraron los maquilladores e hicieron maravillas con mi rostro al cual se encontraba hinchado de tanto llorar y ojeras por la falta de dormir. Ahora estaba realmente hermosa y me anunciaron que ya era hora de salir. Me acompañan al ascensor y bajamos mientras sigo sumergida en mis pensamientos, no me di cuenta de que habíamos llegado hasta que hacen que pase por unos pasillos y llegar a unas escaleras.
Me quedo paralizada a la mitad de las escaleras, veo a mi padre esperar al final, luce un elegante traje, me sonríe y el pánico se apodera de mí. Muchos recuerdos invaden mi mente, en especial sus golpes y maltratos, después del velorio de mi madre, me mando al hospital, ya que mi hermana le contó que yo había sido la culpable de la muerte de ella.
-¿Qué sucede cariño? Te has puesto pálida- Susurra mi padre mientras sigo congelada sin poder articular alguna palabra -¿Acaso estás nerviosa por la boda?- Dice con tranquilidad y lo único que logro es asentir –No te preocupes cariño, los nervios pasan rápido –No respondo, él toma mi mano haciendo que termine de bajar las escaleras.