Doble identidad

7 parte

Camila

En todo el camino nadie dijo nada. Yo solo me dediqué a mirar por la ventana mientras él se encontraba escribiendo por su celular. Llegamos a la terminal de transporte y ambos subimos a un Jet privado. ¿A dónde íbamos? No tenía la menor idea, solo me dejaba llevar sin objetar alguna palabra.

Tuvimos que esperar unos minutos en el avión mientras preparaba todo para despegar, el personal no nos esperaba en ese momento, así que mientras ellos alistaban todo para Salir, mi ¨Esposo¨ se la pasaba hablando por su celular discutiendo con su familia. Me sentía mal por ello, no quería que tuvieran una disputa por culpa de mi hermana, porque sé que ella estaba metida en esto; pero no podía decir nada.

Jamás había montado en un avión y cada vez me sentía más nerviosa. Trate de despejar mi mente, pero me era imposible, la necesidad de salir corriendo me invadía cada vez más. Cuando una señorita se acerca a informarnos de que íbamos a despegar, me aferre con fuerza a los laterales del asiento de cuero apretándolos con fuerza, cerrando los ojos y la respiración agitada, rezaba que todo pasara rápido.

Mi cuerpo empezó a temblar y la sacudida y un vacío hizo que abriera los ojos. Lo primero que hice fue mirar por mi ventana y me di cuenta de que ya nos encontrábamos en el aire, mire hacia mi frente y me encontré a Marco con un vaso de whiskey observándome detalladamente.

-Cualquier que te viera diría que es la primera vez que viajas en un avión- Su voz es ronca, ya no lleva corbata y tiene los primeros botones de su camisa abierta.

-Solo… Es que me asusta un poco- Mi voz apenas es audible.

-Nunca demostraste temor hasta ahora- Susurra sin dejar de observarme –Quiero disculparme de nuevo por dejar que mi familia arruinara nuestro día- Dice levantándose y sentándose a mi lado.

-No quiero que discutas con ellos, por favor- Murmuro.

-Tenías razón en cuanto a mi hermana- Dice mientras acaricia mi mejilla –De que ella te odia y que hará lo imposible por separarnos – Lo miro sin entender –No puedo creer que no solo le basto con decirnos a todos de que la niña te tenía miedo porque tú la habías maltratado, sino de decir que te habías acostado con otra persona el día de nuestra boda- Suspiro y siento el dolor de sus palabras, sé que mi hermana puede ser mala, pero hacerle daño a una niña; eso no se lo iba a permitir.

-Tranquilo- Susurro y apoyo mi mano encima en su mano que está en mi mejilla cerrando los ojos –No quiero que discutas con tu familia y menos con tu hermana, por favor –Abro los ojos y Marcos me mira sorprendido por mis palabras –La familia es lo más importante…- No termine de hablar, ya que mi ¨Esposo¨ estaba devorando mis labios sin piedad.

Me tomo de la cintura para acercarme a él y sin previo aviso me sentó en sus piernas. Ambos nos tomamos tiempo en este beso, mientras seguía con mis ojos cerrados y la mano de Marcos en mi mejilla, siento como deja de besarme para darme pequeños mordisco y besos por mi mandíbula bajando por mi cuello. Gimo cuando su lengua juega con mi oreja, siento que Marcos se levanta conmigo en sus brazos y ambos caminamos a no sé a dónde, ya que no soy capaz de abrir mis ojos hasta que siento algo suave a mis espaldas, los abro y me doy cuenta de que me encuentro en una habitación. ¡¡Vaya una habitación dentro de un avión, esto es increíble!!

Dejo de divagar cuando siento como Marcos ha bajado las tiras de mi vestido y expuesto mis senos de nuevo. Por intuición levanto mis manos para taparlos, pero me detiene en el camino poniéndolos a mis lados. Cierro los ojos dejándome llevar por la sensación tan increíble cuando empieza a jugar con mis pezones. Los chupa, los muerde, los lame. Aprieto las sabanas mientras me retuerzo del placer, sintiéndome mareada.

Marcos no se detiene, va de un seno a otro dándole la misma atención a ambos. Siento como una de sus manos empieza a subir por mis piernas y por instinto las abro dándole mejor aseso mientras se adentra a ellas empezando a jugar con los pliegues de mi ropa interior. Siento que en cualquier momento moriré por su tortura, así que tomo su rostro estampando mis labios con los suyos. Lo escucho jadear por mi repentina reacción, bajando mis bragas, abriendo más mis piernas.

Me quejo cuando deja mis labios y empieza a regar besos de nuevo por mi cuello. Pienso que se va a quedar en mis senos cuando los siento besar y seguir por el valle de ellas y sigue su camino besando hasta llegar a mi estómago. Río y trato de apartarlo al sentir las cosquillas y al parecer esto le gusta porque empieza a morderme mientras me retuerzo riendo a carcajadas gritando que pare. Suspiro de alivio cuando lo deja de hacer, pero me tensiono cuando siento su respiración entre mis piernas. Trato de cerrarlas, pero las abre de nuevo, hago de nuevo el intento y escucho como Marcos gruñe y muerde mi muslo haciéndome sobresaltar.

-Quieta cariño –Dice con voz roca –Déjame probarte – Voy a protestar, pero me sobresalto de nuevo al sentir una lamia en mi área, grito del susto y este se ríe, volviendo a repetir el acto –Shuu, acaso quieres que la tripulación escuche como hago gritar a mi esposa-

-Por…. Por favor… No lo hagas…-Digo con mi respiración agitada mirando a mi alrededor, sintiéndome mareada por el placer.

-¿Acaso quieres que pare?- Dice mientras suelta otra lamia.

-Ma… Marcossss- Gimo.

-Dime amor ¿Qué quieres?- Lamia -¿Quieres que pare?- Lamida -¿Quieres que siga?- Abre más mis piernas y se adentra mejor en mis pliegues.

¡Dios! Esta sensación de que voy a morir en cualquier momento. No quiero que siga, pero tampoco quiero que pare. Son muchas sensaciones, hasta que siento un correntoso por todo mi cuerpo haciéndome romper en mil pedazos.

-¡Marcos!- Logro gritar agitada, Siento su sonrisa en mi vagina mientras sigue chupando y adsorbiendo toda mi esencia.

Estoy tendida en la cama desnuda con las piernas abiertas. No soy capaz de moverme, aún percibo pequeños golpecitos en mi área como estallidos. Abro los ojos mientras normalizo mi respiración y veo como Marcos termina de desnudarse al frente de mí. Trago saliva y mi boca se vuelve agua cuando veo su perfecto cuerpo escupido por los dioses. Hombros anchos, cuerpo tonificado y como se nota el hueso que baja por su pelvis, haciéndome recordar los cuerpos de los muñecos Ken, los novios de las barbies.



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En el texto hay: erótica, odio, drama y romance

Editado: 06.09.2024

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