Doble identidad

9 parte

 

 

Camila

Ha pasado una semana y aún no tengo noticias de mi hermana. Por un lado, me tranquiliza, pero por el otro lado me atormenta, mi hermana no es alguien que se queda quita.

Mi esposo regresó a estar al mando de su empresa, así que en las tardes me voy en casa de mis suegros para pasarla con la pequeña Carla. Cada vez me sorprende su inteligencia y su forma de ser, la verdad es que la paso muy bien junto a ella.

Estoy en el jardín con mi suegra tomando un refresco mientras espero que Marcos llegue a recogerme. Carla le cuenta a su abuela lo que hicimos en la tarde, ella me mira con cariño, yo solo le sonrió. Un momento a otro escuchamos un estruendo en la entrada y ambas nos levantamos de la mesa para ver que sucedió y vemos entrar a Isabel, la hermana de Marcos asustada y llorando.

Cuando me ve sus ojos se agranda y empieza a llorar con más fuerza, no entendemos qué le sucede y vemos sus rodillas llenas de sangre. Me acerco a ella para saber qué le pasa, pero ella se separa de mí con brusquedad cuando le he tomado de la mano.

-¡Aléjate por favor! Aléjate…- Susurra esto último. Doña mercedes su madre al verla en ese estado manda a unas de las sirvientas a que se lleve la niña para que no vea a su madre en ese estado. Yo me quedo quieta en mi lugar tratando de entender qué le sucedió y cuando veo que su madre ha ido a la cocina me acerco despacio.

-¿Qué te sucede, estás bien?- Ella de nuevo esquiva mi toque y veo su cuerpo temblar -¿Qué sucede Isabel, dime qué fue lo que te paso y porque estás lastimada?- Ella no dice nada, solo tapa su rostro y llora con más fuerza mientras niega con la cabeza.

-Toma cariño, tomate esta agua que te ayudara a calmar los nervios- Ella toma el vaso y se ve como sus manos tiemblan -¿Dime cariño que fue lo que te sucedió?- Pregunta su madre con angustia.

-Me… Me estoy volviendo lo…ca- Su voz tiembla.

-¿Por qué lo dices, hija, dime que te está pasando?-

-Madre, de nuevo estoy alucinando, de nuevo tengo alucinaciones- Dice ella entre lágrimas, su madre levanta la mirada y me mira con angustia. Me pongo de rodillas para quedar a su altura y tomo sus manos para quitarla de su rostro, tiene la mirada perdida.

-¿Dime que es lo que sucede Isabel, dime como te hiciste esto?- Unos de los sirvientes viene con un maletín de primero auxilio, yo lo tomo y empiezo a buscar en él para poder limpiar las heridas que tiene en las rodillas.

Hago que mi suegra traiga unos pantalones cortos para que Isabel se pueda cambiar y poder limpiarla bien, desinfecto las heridas y veo que sus manos también tienen golpes. Nadie dice nada, solo nos quedamos en silencio mientras la limpio. Termino de hacerlo y tomo de nuevo el maletín para meter las cosas, levanto la mirada y veo que Isabel no deja de mirarme, ambas nos observamos y ella muerde sus labios con fuerza, como si tuviera una lucha interna.

-Desde la boda he empezado a tener alucinaciones de estarte viendo en todos lados- Susurra –Al principio pensé que de verdad eras tú la que estaba follando con un hombre en tu boda, pero después empecé a verte en todos lados y me parecía imposible porque tú estabas en otro continente con mi hermano en su luna de miel- Desvía la mirada hacia la ventana –Mis padres me consiguieron un psicólogo y lo he estado viendo y justo hoy tuve una cita con él y cuando salía para venir a casa, un auto paso y por poco me atropella-

-¿Cómo que casi te atropella un auto?- Pregunta su madre.

-Un auto se pasó el semáforo en rojo cuando yo iba pasando la cera- Murmura –Logre correr y es cuando caí de rodillas y logre evitar que colisionara conmigo- Me mira –Yo me encontraba sola en ese momento y veo que el auto se ha detenido a unos metros donde caí y empezó a devolverse despacio, pensé… Pensé que había sido un error del conductor y se estaba devolviendo para ver cómo estaba, pero cuando vi quién estaba conduciendo…- Se queda en silencio y vuelve a llorar-

-¿Quién conducía Isabel?- Digo con temor.

-Tú- Me mira –Tú eras la que conducía y me observaste y te burlaste de mí, luego arrancaste el auto con velocidad dejándome en la calle golpeada- Abro mis ojos sorprendida.

-Cariño, pero ella ha estado con nosotras toda la tarde- Dice su madre

 

 

 

 

 

-¡¡Lo sé madre! ¡Lo sé maldita sea!!- Grita mientras vuelve a tapar su rostro – ¡Me estoy volviendo loca!- Su madre se sienta a su lado mientras yo sigo atónica en mi lugar, ahora sé por qué mi querida hermana no ha aparecido todo este tiempo, ella se la ha pasado torturando a Isabel.

-Cariño, ya el médico dijo que esto debía ser por el trastorno de la pérdida de tu marido- Susurra su madre.

-¡Hola a todos!- Dice desde la entrada y reconozco la voz de Marcos, Isa mira a su madre asustada.

-Él me va a creer que estoy loca y dirá que lo digo para hacerte daño a ti- Me mira con miedo.

-¿Qué está pasando aquí?- Dice mi esposo preocupado.

-Cariño que tu hermana tuvo un accidente-

-¡¿Cómo que un accidente?!- Mi esposo corre a ver a su hermana golpeada, ella ha escondido el rostro en el cuerpo de su madre evitando mirar a su hermano.

-Pues que un maldito loco se pasó el semáforo y por poco la atropella- Digo tocando su hombro mientras él revisa las piernas de su hermana.

-¿Viste de quién era, viste su matrícula?- Dice Marcos molesto.

-No, mi amor, del susto alcanzo saltar y el auto se perdió de vista- Murmuro y su madre me mira moviendo sus labios ¨Gracias¨.

-¿Hermanita, estás bien?- Isabel me mira y luego se tira en los brazos de su hermano para llorar en su pecho, no es capaz de hablar, solo se deja acariciar la espalda por él, mientras yo me quedo parada contemplando la escena.

Esto es injusto, no voy a seguir permitiendo que mi hermana siga haciendo daño. Con el dolor de mi corazón, así tenga que decir la verdad, la voy a detener.



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En el texto hay: erótica, odio, drama y romance

Editado: 06.09.2024

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