Doble identidad

12 parte

De nuevo ese maldito pitido que tanto odio me trae devuelta a la realidad.

-Ohhh mi pequeña- Dice mi tía al ver que he despertado –Lo lamento mucho, si me hubieras dicho que estabas en embarazo hubiera...- Abro mis ojos asustada.

-¿Estaba?- Empiezo a llorar y mi tía se desespera.

-¡Ohhh no, mi niña!- Me dice asustada mientras rompo en llanto – ¡Tú aún estás embarazada! – Calmo un poco mi llanto y observo a mi tía.

-¿Aún... Aún estoy en embarazo?- Ella asiente con una sonrisa mientras limpia mi rostro –Discúlpame cariño, sabes que soy torpe con las palabras- Siento un alivio en mi corazón, aunque también un dolor por la perdida de mi padre.

-Mi padre...- Ahogo el llanto cuando recuerdo sus últimas palabras, pero mi tía me hace reaccionar.

-Tienes que tranquilizarte cariño, debes conservar la calma porque todas tus emociones la trasmites a tu hijo- Me dice con calma mientras acaricia mi cabello –Ahora lo que tenemos que hacer es irnos de esta ciudad – La miro desconcertada.

-Tía no podemos irnos... Marcos...-

-Cariño Marcos va a estar bien-

-¿Por qué estás tan segura tía?-

-Él es un hombre inteligente y sé que el mismo se dará cuenta del cambio-

-Pero ella dijo que lo iba a matar-

-Ella primero tiene que asegurarse de que va a recibir dinero-

-Pero tía, yo no puedo dejar que ella le pueda hacer daño- Murmuro afligida.

-Ahora los que importa eres tú y el bebé- Susurra –Cuando tú y el bebé estén a salvo, te prometo que yo le informaré que tenga cuidado-

-Pe... Pero...-

-Pero nada Camila, ahora llevas una vida en tu vientre y si tu hermana se entera no le importará hacerle daño- Asiento, tiene la razón, mi hermana es capaz de todo.

-Ya encontré un comprador para la cafetería- Murmura y de inmediato niego, pero ella no me deja ni hablar –Vamos a vender el negocio y nos iremos a otra ciudad, así que ni se te ocurra cuestionar mis decisiones- Asiento rendida. Cuando mi tía toma una decisión, nadie la puede cuestionar.

Cierro los ojos y me dejo llevar por el sonido de la naturaleza. Cuando me dieron de alta, mi tía ya tenía todo preparado para nuestra mudanza. Sentí una opresión en mi corazón cuando nos fuimos de la ciudad y nos vinimos a otro estado a vivir en un pequeño pueblo.

Aunque el lugar y las personas son maravillosas. Mi mente está donde Marcos y su familia pensando si mi hermana ha seguido haciéndole daño. También no puedo dejar de pensar en él y mi hermanan habrán tenido intimidad y que Marcos la toque y la bese como lo hacía conmigo.

-¿De nuevo llorando cariño?- Limpio mis lágrimas.

-Es difícil tía- Susurro.

-Lo sé cariño, pero ahora lo que importa es en el pequeño que crece en tu vientre- Murmura mientras acaricia mi vientre que ha empezado notar.

-Lo sé tía, es increíble que ya tenga 14 semanas- Apoyo mi mano sobre la de mi tía y ambos sonreímos.

-Le mande una nota a Marcos- Abro los ojos asustada –Tranquila fui al otro pueblo y lo mande por escrito donde le decía que tuviera cuidado con la persona que estaba a su lado, que las apariencias engañan- Suspiro. Espero que se dé cuenta de que mi hermana es mala.

Los Ángeles

Golpeo fuertemente el escritorio, cada vez mi matrimonio se va a la mierda.

-¿Hey que te sucede Marcos?- Miro a mi amigo y jefe de seguridad que se encuentra en frente de mi escritorio.

-Cada vez desconozco a Camila-

-¿Ahora qué hizo?- Él también ha notado el cambio de mi esposa, pero sé que por discreción no dice nada.

-Las cosas cambiaron mucho después de la muerte de su padre- Hago una pausa –Sé que fue muy duro para ella, pero no es la misma mujer que me casé- Digo exasperado.

-¿Por qué lo dices?-

-Empezó a fumar- Cierro los ojos controlando mi respiración –Bebe, no mantiene en casa y se la pasa en compras y salidas con sus amigas- Suspiro –Ya no es la dulce que solía ser cuando me case con ella, al contrario, se comporta como era antes...-

-¿Antes?- Pregunta.

-Si antes... Cuando la conocí era una mujer maravillosa y al pasar los meses se volvió un poco fría y distante, decía que se sentía intimidada por mí, ya que yo...- Mi amigo me mira sin entender.

-¿Tú qué?-

-Yo tenía más experiencia que ella, por el hecho de que ella era virgen- Veo que mi amigo hace una mueca de burla y lo miro de mala gana.

-Lo siento es que me parece increíble que ella sea virgen- Se burla.

-Pensé lo mismo, pero cuando me case con ella vi su inocencia reflejada en su rostro, la forma de mirarme y besarme me cautivo por completo- Mi amigo me observa incrédulo –Es verdad que era virgen y me di cuenta de que yo mismo la estaba juzgando, pero cuando murió su padre todo cambio-

-Debió ser un duro golpe para ella-

-Lo fue... Ya no le gusta ir a la casa de mis padres, ni siquiera le gusta que mi sobrina se le acerque y antes añoraba en ir a visitarla- Cierro los ojos y recuerdo el comentario de mi sobrina hace unos días – ¿Sabes que me dijo Clara la semana pasada?-

-¿Qué dijo la pequeña?-

-Dijo que le dolía mucho que su tía ya no estuviera con nosotros- Fernando frunce el ceño.

-Eso me parece muy extraño si Camila está contigo- Encojo los hombros porque ni yo mismo me entiendo.

La verdad que la situación con Camila está llegando al límite, antes me desesperaba por llegar a casa y ahora no quiero ni llegar. Cada vez discuto fuerte con ella, unos de los motivos es que no he vuelto a tener intimidad con ella desde que murió su padre y eso hace que tengamos constantes peleas. La verdad es que no siento el deseo que tenía antes con solo verla y se la pasa fumando, bebiendo y ese olor me molesta.

-Deberías darle una oportunidad- Mi amigo interrumpe mis pensamientos.

-¿De qué hablas?-

-Pues deberían ir alguna terapia o hablarlo con ella, además no le veo lo raro si se comporta como un verdadero matrimonio- Se burla mientras le hago señal que se retire de mi oficina.




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