-¿Cristina?- Mi cuerpo no responde, ante mí se encuentra Tomás. Después de la muerte de mi madre y que mi padre me mandara al hospital y a donde mi tía no lo había vuelto a ver.
-Tom... Tomás- Mi voz tiembla –Soy Camila- Su cara se torna de decepción y pasa por mi lado ignorándome, mis piernas tiemblan, pero aun así logran reaccionar -¡Espera!- Grito y este se detiene dándome la espalada y sus manos en el bolsillo.
-Déjame en paz Camila- Responde sin ni siquiera darme la cara y vuelve a retomar su camino. Corro tomando su brazo y este se suelta brusco mirándome con odio.
-¡Soy Cristina!- Digo agitada.
-Siempre quisiste ser ella- Se acerca a mi rostro apretando su mandíbula –Pero jamás podrás ser como ella...- Me mira de arriba abajo con desprecio –Ella es un ángel y tu un demonio- Se suelta siguiendo su camino.
-Recuerdo la primera vez que te acercaste a mí...- Susurro cerrando los ojos –Ese día me habían tendido una trampa, supuestamente me había citado contigo en las canchas...- Lágrimas empiezan a derramarse por mi rostro – Me había llegado una carta donde tú te declarabas y decía que debía ir a tu encuentro y plantarte un beso delante de todos...- Abro los ojos y veo que se ha detenido, pero sigue dándome la espalda –Cuando llegue dónde estabas entrenando me acerque y te bese y tú no me respondiste- Limpio mis lágrimas –Escuche como las porristas se burlaban y Salí corriendo llorando hasta que llegue a mi refugio que era un enorme árbol donde me la pasaba sola llorando...- Veo que Tomás se va acercando –Caí de rodillas y tú llegaste a mi lado y me abrazaste...- Limpia mis lágrimas – Ese día empezamos a ser amigos y después me confesaste que yo te gustaba y comenzamos una relación...- Tomás me abraza y es el momento que me derramo.
-De verdad eres tú...- Susurra besando mi frente. Ambos nos encaminamos a una cafetería y es en ese momento que termino confesándole sobre los cambios de identidad con mi hermana y todo lo que ha pasado hasta este momento mi embarazo.
-Déjame decirte que tu hermana es peor que el mismo diablo- Murmura apretando mis manos –Te puedo asegurar que hasta el mismo Lucifer la expulso del infierno por tanta maldad- Ese comentario me hace reír –Te puedo jurar que hasta le tiene miedo- No aguanto más y rompo a carcajadas y ambos reímos.
-Gracias- Me apoyo en su pecho y pasa su mano por mis hombros.
-Ahora no estás sola- Besa mi frente –Yo te defenderé hasta de la misma muerte – Sonrió.
Tomas me comento todo lo que paso cuando éramos novios. Del momento que mi hermana se hizo pasar por mí y se acostó con él. Por esa misma razón él se había alejado de mí por la culpa y lo peor fue con la muerte de mi madre. Muchas veces fue a buscarme, pero ella se negó a darle mi paradero, al contrario, decía que yo era la culpable de su muerte.
-Bueno, no hablemos de ese demonio, porque si lo tengo al frente te juro que soy capaz...- Aprieto sus manos.
-No quiero que ensucies tu mano, ella no vale la pena- Susurro.
-No entiendo cómo pudiste aceptar en casarte con un completo desconocido y...- Lo interrumpo.
-Te conté mis cosas, no para que me juzgues- Me separo molesta –Tampoco es que me arrepienta de haberlo conocido- Cierro mis ojos –Es lo mejor que me ha pasado en la vida- Lo miro y veo dolor en su mirada –Lo siento, tú fuiste mi primer amor, pero...-Se levanta y posa un dedo en mis labios haciéndome callar.
-Lo sé- Sonríe –Pero el destino nos ha vuelto a reunir y no estoy dispuesto esta vez dejarte sola, ahora que te tengo enfrente me doy cuenta de que jamás he dejado de amarte- Me abraza –Te protegeré a ti y a tus bebes- Besa mi cabeza haciéndome sentir en paz, protegida –Cuando nazca tus bebes, podrás decidir si contarle la verdad a ese hombre que te tiene colada o puedes quedarte conmigo- Sonrió en su pecho –Pero por el momento te daré espacio para que pienses bien las cosas y volveré a ser tu mejor amigo- Toma mi mentón para que lo mire –Tampoco tendrás que dar adopción a ninguno de tus hijos, te puedo asegurar que lo que viviste a tus hijos no le pasará lo mismo...-
-Pero...-
-Hoy necesitas descansar y después te mostraré que no todos los gemelos son malos- Sonreí –Tengo amigos gemelos y ambos son lo máximo- Sonrió fundiéndome en sus brazos.
Voy a dejar de preocuparme por el futuro, ahora lo que importa son mis hijos y su bienestar.