Doctor curioso

O2

Jungkook terminó de limpiar la silla de ultrasonido y se sentó en la silla de Jimin, su sonrisa creció al recordar la última pareja que acaba de irse. Los mejores amigos, siendo uno de ellos gay y la otra enamorada de alguien que no le corresponderá.

No es que fuera cruel, pero le hizo recordar que estuvo enamorado de Jimin durante mucho tiempo y el mismo fue quien se le declaró.

Y ahora llevaban meses de novios.

Jungkook había disfrutado cada minuto en el que Jimin estaba con él, iban a comer, conocían lugares, sus besos y abrazos eran interminables, la forma en la que le hacia el amor.

En su primera vez, Jimin había rentado una cabaña en el bosque, habían ido a caminar para mirar la cascada y terminaron empapados cuando jugaron a corretearse por el agua. Al llegar, en vez de encender la chimenea para buscar calor,  lo encontraron en sus cuerpos. Jimin lo había despojado de sus ropas húmedas con delicadeza y lo había hecho suyo con aún más de ella, había besado cada parte de su cuerpo y se habían susurrado te amo tantas veces que sonaba raro.

Y de ahí no perdieron el tiempo para seguir entregándose amor.

La puerta se abrió, dejando ver a un escultural rubio de gafas que miraba unos documentos. Jungkook sonrió y Jimin le miró.

─ Buenas noches, amm ¿señor Jeon?, sí, señor Jeon. Por favor recuestese. En un momento podremos ver lo que necesitamos ver.

Jungkook levantó una ceja confundido, le estaba hablando como si fuera uno de sus pacientes.

Uno de sus pacientes.

Jimin cerró el documento y le dio una mirada insistente, aún con confusión Jungkook de levantó de la silla y se recostó. Entonces, Jimin se acercó a donde estaban los frascos con el líquido del ultrasonido y sacó uno.

─ Por favor levanté su camiseta y bajé sus pantalones hasta las rodillas.

Es completamente cierto que si fuera un paciente de verdad, no tendría que descubrirse tanto. Ahora Jungkook había descubierto su juego.

El castaño cumplió con las ordenes de Jimin, quedando solo con un boxer negro.

─ Muy bien, señor Jeon. Tomaré este líquido de aquí y lo pondré en mi mano, luego lo esparcire por su piel. Se sentirá un poco frío, pero podrá soportarlo.

Jimin se acercó a Jungkook, tomó la orilla de su boxer y la comenzó a deslizar hacia abajo. Caminó a los pies de Jungkook y retiró el pantalón con el boxer, dejándolo solo con la camiseta, Jungkook quedando expuesto y con mejillas calientes.

─Abra las piernas, señor Jeon. Talones sobre la superficie.

Jungkook se movió lentamente, cumpliendo la orden de Jimin, los anteojos se movieron sobre el puente de su nariz y él volvió a subirlos con un dedo, algo que a Jungkook siempre le había tenido loco. Miró como el rubio tomaba el frasco y regresaba al lado derecho de él, se ponía el líquido en la mano y luego su mano se acercaba a su zona íntima. Jungkook no pudo evitar saltar cuando fue tomado de la polla con frialdad.

El líquido escurrió por su eje, llegando por sus testículos y luego siguiendo su camino, la mano de Jimin hizo camino hasta su entrada para esparcir lo necesario en toda la zona.

─ Muy bien, señor Jeon. Ahora usaré este instrumento y lo pasaré por aquí.

Jungkook miró como Jimin tomaba la cosa del ultrasonido y le acercaba a su pene, apenas rozando, apenas podía sentirla, pero estaba volviéndolo loco, su polla despertaba poco a poco de lo excitado que Jimin estaba poniéndolo.

Ni siquiera estaba encendida, pero Jimin jugaba como si lo estuviera, pues veía a la pantalla como si buscara a un bebé. Estaba seguro que después de eso se reirían mucho de lo ridículos que habían sido, pero en ese momento, Jimin tenía una tienda de acampar bajo su pantalón.

Jimin miró a Jungkook, su polla dura y su expresión adormilada con labios rojos por tanto que había estado mordiéndolos.

─ Necesito que se quite la camiseta.

Jungkook asintió y se levantó un poco para sacarla, luego volvió a como estaba y Jimin jalaba la silla más cerca de él. La herramienta fue depositada de nuevo junto a la mesa, algo que tendría que ser desinfectado sí o sí y Jungkook lo recordaría antes de salir de ahí.

Jimin acomodó sus anteojos y miró el pene de Jungkook, lo tomó en su mano y miró la expresión de su novio, luego comenzó a subir y bajar por la extensión, tomándolo por completo, haciéndolo gemir bajito. Pero fue peor cuando la otra mano de Jimin se instalaba en su entrada y dos dedos se metían lentamente al igual que masturbaba la punta.

Jungkook se iba a volver loco.

─ Necesito que cierre los ojos y se concentre, señor Jeon.

Jungkook cerró los ojos, dándose el tiempo de respirar y sentir las grandes manos de Jimin recorriendo su cuerpo, dejando su polla y entrada de lado.

Escuchó como la ropa era deslizada de su cuerpo, porque hubo un cierre y algo cayendo.

Después, sintió como subía con él y se colocaba entre sus piernas. Entre abría los ojos y Jimin tenía el transductor nuevamente entre sus dedos.

─ Señor Jeon. ─ Reprendió Jimin.

Jungkook volvió a cerrar los ojos para permitir poner sus otros sentidos alerta, para que Jimin pudiera hacerlo concentrarse en el placer que se instalaba cuando él lo tocaba.

En todo lo que llevaban de relación no habían intentado algo así, lo más arriesgado que habían hecho fue cuando Jungkook usó lencería y ese mismo día lo jodió contra la ventana. Sin embargo, esto era diferente.

Tenía a un hombre rubio curioseando con su zona íntima y las herramientas de trabajo de los ultrasonidos.

Era nuevo y excitante y sin duda lo quería.

El transductor del ecógrafo se pasó lentamente nuevamente por su polla, el líquido azulado se esparcía junto con el utensilio, la piel caliente de Jimin estaba contra la suya y una mano de él acariciaba el muslo del castaño. Se sentía tan bien y su boca lo dejaba saber, gimiendo bajito, porque el gemía así, porque estaba acostumbrado a no hacer ruido y sin saberlo eso excitaba más al rubio.



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En el texto hay: doctores, romancegay, jikook

Editado: 07.03.2020

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