Capitulo 18

El señor Liam trabaja en su computadora con las determinadas graficas que destacan las ventas de todo el mes, salió temprano de la casa para no ver a Megan, ansiaba verla pero si lo hacia temía que su mente lo llevara a hablarle.

Debía de ser revisado por la doctora pero decidió que después para poder controlarse. Duda que Megan quiera hablar de lo de ayer pero no se negaba a poder tal vez ser la última vez que la vea, pronto se ira de su casa y eso lo desanimaba, aparte de que no podría despedirse de la pequeña Susy.

Después de estar mucho tiempo trabajando, era momento de marcharse, eran pasadas de las seis de la tarde, era la primera vez que se iba demasiado tarde, manejo con lentitud pensando como contener los deseos de hablar con la mujer que lo vuelve loco, desde hace mucho que no sentía eso y ahora es más profundo ese sentimientos y el deseo de atraerla a su cuerpo y hacerla suya.

Cuando llego, bajo del auto y camino hacia la puerta tocándose el cuello por lo frustrado y cansado de estar más de quince horas en la empresa, desde hace mucho que ya no ocupa chofer y ahora está trabajando en la empresa gracias a que Liam no lo quería dejar sin trabajo.

Cuando abrió la puerta en seguida un olor deliciosa de exquisita comida llego a sus fosas nasales, frunció el ceño y se dirigió a la cocina, al ver a Megan con una delantal bien concentrada en su labor en la cocina, una sonrisa apareció en los labios de Liam, la observo por varios segundos hasta que Megan se percató de la presencia de su jefe.

-Me alegra que ya haya venido – dijo Megan con una sonrisa – hice pollo relleno de verduras.

-Que bien – es lo único que salió de los labios de Liam y se decidió caminar dirección a su cuarto.

-¿A dónde vas? – pregunto Megan acercándose a el – también te prepare a ti.

En ese momento Liam volteo a ver rápido a Megan, quien tenía una sonrisa, extrañado de la invitación solo hizo un asentimiento.

-Pero primero es la curación – ella entendió en seguida de que se trataba lo que le decía.

-Sí, espera solo apago e fuego – dice Megan un poco nerviosa, se está conteniendo pero las cosas le salen difícil al ver los ojos del hombre que quiere.

Caminaron a la habitación de Liam, ella llevaba su celular en mano ya que usa un vestido donde no tiene bolsillos, cuando entran a la habitación, deja el celular en la mesa al lado de la cama, Liam está ansioso por saber que ella ha dado la oportunidad de estar con él, ansia poder comer la deliciosa comida que ha preparada.

Liam se quitó la camisa delante de ella, solo trago grueso al ver el torso desnudo de la persona con la que tienen sentimientos, antes no actuaba de esa manera. Comenzó a inspeccionar las cicatrices que ahora ya no ocupa vendas, prácticamente está sano de las infecciones.

-Bien, mi trabajo ha terminado aquí señor Liam – dijo Megan, haciendo que él se ponga tenso al escuchar que no lo tutea – mañana me iré.

-¿De verdad? – pregunto Liam sorprendido, dándose la vuelta para mirarla.

Megan solo asintió triste, la verdad tampoco se quiere ir, solo hay un motivo: Liam.

-Bueno, pondré la comida en la mesa – paso al lado de Liam, de inmediato observo por donde se había ido, salió sin hablar de lo sucedido ayer.

Ella quería hacerlo pero se sentía entre en la espada y en la pared por cómo estaban, Liam con el torso desnudo y hablando del beso, no era una buena combinación.

Quería irse pero llevándose bien con su jefe, además después de cenar quería pedirle a Liam si quería ver la película que su amiga le presto, tiene curiosidad por saber de qué se trata.

Cuando puso los platos y cubiertos en la mesa, Liam se apareció con una sonrisa en los labios al ver cómo puso todo, se sentó en su asiento, Megan también lo imito.

Los dos comenzaron a comer en silencio, ninguno se les escapa la oportunidad de mirarse, sin que nadie se diera cuenta, de repente Liam decidió hablar.

-¿Y cómo esta Susy? – pregunto mirándola a los ojos.

-Ehh, está bien, así dice mamá – responde haciendo una sonrisa de lado.

-Me alegro – dice Liam observando de nuevo su comida – esta delicioso.

-Gracias – dice sonrojada Megan – todo es gracia a mi madre, ella fue quien me enseño.

-Debe ser excelente en ello – afirmo con una sonrisa – mi madre también cocinaba para nosotros pero solo cuando no estaba de viaje.

-¿Viajaba mucho? – pregunta curiosa Megan.

-Y lo sigue haciendo – contesta poniendo los ojos en su plato, lo llevan a recuerdos – mi padre le enseño a viajar por todos los países sola.

-Vaya, veo que le gusto – comenta Megan sonriendo.

-Exagero un poco, pronto regresara – asegura cuando termina de comer.

Se quedaron de nuevo en un silencio profundo, debía preguntarle Megan a Liam si aceptaría ver una película.

Primero carraspeo para llamar la atención de Liam, quien en seguida la miro con esos ojos que la desconcentraban.

-Quería invitarte a ver una película – dice Megan sonriendo tímidamente.